Así es Santiago Ballester, un amante de las Fallas con vocación de servir a las fiestas en el Ayuntamiento de Valencia

Hombre dialogante y sonriente, ha sabido trabajar siempre por y para las Fallas. Desde que comenzó su recorrido como concejal del PP no ha dudado en acudir a la llamada de todas las fiestas y procesiones del cap i casal y ha realizado frecuentes visitas a casales, sedes del mundo vicentino, de la Semana Santa Marinera o de Amics del Corpus.

Nacido el 7 de enero de 1966 ha sido asesor comercial, jefe de ventas y director comercial y también consejero delegado de Autoval S. A.

En el mundo de la fiesta, se puede decir que lleva el ADN de la falla Convento Jerusalén-Matemático Marzal. Como anécdota, es el único caso de la historia de esta comisión donde se da la circunstancia de que ha sido presidente infantil (en el año 1980) y presidente de falla, concretamente entre 2015 y 2018. Además, su padre es uno de los falleros más antiguos del censo.

Además, en su currículo destaca el cargo que ejerció como vicepresidente de la agrupación de Fallas Centro o el de presidente de la Federación de Fallas de Especial. Tampoco hay que olvidar que es socio de la entidad Amics del Corpus, la conocida como 'festa grossa' de Valencia.

En su biografía destaca que tiene experiencia con trabajos en equipo y que tiene empatía para la resolución de problemas y que sabe escuchar, cualidades que le ayudarán a gestionar las distintas fiestas de la ciudad.

Por delante tendrá retos como la organización del congreso fallero, ver si se traslada el museo fallero a la antigua sede de Correos o la creación de una delegación que ayude a mejorar los trámites cada vez más numerosos de las comisiones. También tiene que poner en marcha las obras de reforma pendientes en el Museo de la Semana Santa Marinera de Valencia.

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