Un amplio dispositivo policial disuade a los jóvenes de saltar desde el muro del puerto de Valencia

Las fuerzas de seguridad han llevado a cabo este viernes un imponente operativo conjunto con el objetivo de disuadir a los menores que se convocan a través de las redes sociales para lanzarse al mar desde el muro de la bocana de entrada al puerto de Valencia.

En el despliegue han participado una treintena de agentes de la Policía Nacional, Policía Autonómica, Policía Portuaria y Guardia Civil con apoyo de una patrullera marítima.

Poco antes de las cinco de la tarde comenzaban a darse cita en la explanada de la gasolinera del puerto numerosos coches patrulla de los cuerpos de seguridad hasta contabilizarse un total de doce radiopatrullas.

Llegado ese momento, los agentes se desplegaban por la pasarela y acceso a la parte final de la escollera de la marina haciéndose más visible la operación, hasta el punto de preguntarse los paseantes que a esa hora trataban de acercarse al mirador, cuál era el motivo de tanta presencia policial.

De los muchachos que a diario exponen su integridad por el simple placer de saltar al mar desde ocho metros de altura y caer a muy pocos metros de las rocas con el peligro que ello supone, ni rastro.

Una caía mal calculada, podría acarrear consecuencias fatales e incluso matar a cualquiera de los chavales que temerariamente los practican y se jactan de quien los realiza mejor y más precisos.

A medida que el fuerte dispositivo de seguridad se iba diluyendo, comenzaron aparecer estos muchachos. Primero un grupo de tres que decidía marcharse al quedar la patrullera de la Guardia Civil en aguas cercanas a la escollera con varios agentes a bordo. A los pocos minutos otro par de chavales recién llegados decidía volver también sobre sus pasos y finalmente aparecían cuatro jóvenes más de distintas edades. «Esta tarde les ha dado por jodernos», comentaba uno de ellos en clara alusión a la lancha de la Benemérita. Dos guardias civiles llegaban hasta ellos y trataban de concienciarlos de lo peligroso de sus prácticas.

Poco a poco volvían a llegar más coches policiales y su presencia cobraba más intensidad. Un operativo de disuasión se mantendría durante toda la tarde.

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