La antigua Fe encara sus dos últimas semanas en pie

Tras haber derribado en estos últimos meses las dos alas laterales del edificio, ahora es el turno del cuerpo central, donde las excavadoras han comenzado esta mañana a realizar trabajos de derrumbe controlado. Lo primero ha sido mojar con cañones de agua la fachada para reducir la cantidad de polvo al caer los tabiques. En las dos primeras semanas de abril los técnicos estuvieron realizando compactado de escombros para crear plataformas de trabajo, pequeñas montañas en las que subir las excavadoras para facilitar el derribo. Ahora, ya subidas a esos montículos, han iniciado estas tareas.

Los obreros de la empresa Acciona han comenzado por la parte superior de la torre. Cuando en mayo se acabe esta demolición, habrá sido en total tres meses y medio el tiempo que habrá costado derrumbar todo el edificio. Y después de que ya esté en el suelo, el siguiente paso será iniciar el derribo del edificio de Rehabilitación.

Es el que se encuentra a la parte izquierda mirando desde la avenida de Campanar y consta de tres alas, con planta baja y seis alturas cada una. En marzo se realizaron los trabajos de retirada del amianto y se tapió la puerta de entrada para preparar la demolición con seguridad. De nuevo se hará como el principal, desde los pisos superiores hacia abajo, ya que en ninguno de los inmuebles se va a realizar una voladura para no crear polvo que pueda causar molestias y problemas en el entorno.

Este edificio está separado por pocos metros del que se está acabando, el nuevo centro de especialidades, por tanto era prioritario derribarlo antes de que el nuevo entre en funcionamiento, previsto para principios del próximo año. Y que se ubica en la misma acera junto al nuevo centro de salud Campanar II, que este mes de abril ha entrado en servicio, y que se ha convertido en el primer edificio del nuevo complejo sanitario Ernest Lluch.

Lo siguiente en la hoja de ruta será el derribo del edificio de Maternal. Se trata de una construcción más grande, compuesta de una torre con planta baja y diez alturas y otro edificio contiguo de tres plantas. En estos momentos los obreros están quitando el amianto de este edificio para poder realizar posteriormente la demolición con seguridad, sin elementos tóxicos.

Según las previsiones que manejan los técnicos de la obra del recinto de la antigua Fe, a mediados de 2026 estarán ya demolidos todos los edificios que entraban en esta fase. Porque hay otros, como es el caso de la Unidad de prevención de cáncer de mama, que por el momento se van a mantener en pie y en uso. Esta edificación también dispone de habitaciones en las que se ha albergado en anteriores a grupos de refugiados, como fue el caso de algunas familias ucranianas.