Un río de pólvora

Cualquier festividad en Valencia tiene su momento de mirar al antiguo cauce del río Turia para admirar el trabajo de los pirotécnicos. Durante una década la capital valenciana daba la bienvenida al Año Nuevo con una mascletà en la Alameda, hasta los últimos Goya tuvieron como lienzo un jardín verde que cruza toda la ciudad y que ha saboreado la pólvora valenciana, nacional e internacional.

No hay fiesta en Valencia que no tenga su momento para la pólvora, pero es que además las grandes celebraciones de la capital han tenido como punto de terremoto pirotécnico el antiguo cauce del Turia. En 35 años de vida el gran jardín de la ciudad ha visto como las principales empresas del mundo de la pólvora han disparado su arte desde el lugar por el que hace décadas aún discurría un hilo de agua. Hasta las Fallas tienen como epicentro pirotécnico el tramo comprendido entre el puente de la Exposición y el de la Flores.

Entre 2001 y 2011 Valencia daba la bienvenida al nuevo año con una mascletà. A las 14 horas del 1 de enero se disparaba la primera mascletà del año. No había mejor forma en tierras valencianas para comenzar el mes de enero. El disparo se situaba entre la Alameda y el antiguo cauce y no eran pocas las personas las que de forma puntual disfrutaban de un disparo inusual.

Siguiendo con el calendario la siguiente parada son las Fallas, que convierten el antiguo cauce en el recinto del mayor espectáculo de la pólvora. El referente es la Nit del Foc. Ya hace varias décadas que los disparos nocturnos abandonaron la plaza del Ayuntamiento por motivos de seguridad y tras varios incidentes, por lo que la ubicación entre los puentes de Exposición y de las Flores permite que decenas y decenas de miles de valencianos y visitantes puedan disfrutar de es castillos falleros. La noche del 18 al 19 de marzo se dispara la Nit del Foc, el considerado por los profesionales del sector como el castillo de fuegos artificiales más importante de Valencia.

La pólvora fallera en el río también ha tenido otros espectáculos referentes, como la conocida en 2017 como la 'Nit de l'espolí'. Un espectáculo que encandiló al público que abarrotó las inmediaciones del antiguo cauce con una mezcla de castillo y mascletà que dibujó en altura el clásico diseño oficial del traje de fallera mayor.

Tampoco hay que pasar por alto que durante varias ediciones las fallas de la sección Especial celebraron en el antiguo cauce su fiesta del mig any faller, ahora conocida como 'Una Festa Per a Tots'. Así como que la Crida siempre cuenta con un espectáculo pirotécnico que se lanza desde el tramo del Turia situado ante las Torres de Serrano.

En este último punto también se dispara el castillo de fuegos artificiales previsto para el inicio de la festividad de la Virgen de los Desamparados. En plena medianoche, tras el concierto de la Banda Municipal de Valencia y previo a la Dançà, la pólvora sirve, en este caso, para rendir tributo a la patrona de Valencia.

Otro de los momentos en los que el Turia se convierte en lienzo pirotécnico es la festividad del 9 d'Octubre. Durante décadas la noche del 8 al 9 de octubre se celebrara un concurso pirotécnico en el que se contaban con dos disparos seguidos, siendo el primero a cargo de una empresa extrajera y el último de una valenciana. Por ejemplo, en 2010 abrió el festival Pirotecnia Ida de Chaves (Portugal) y el segundo castillo de la madrugada fue de Ricardo Caballer.

La eclosión de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias ha servido para abrirse las puertas de ser un marco incomparable en el que la pólvora y sus efectos pirotécnicos festivos lucen a mayor dimensión. Los festivales de música tan actuales cuenta con un efecto de disparos aprovechando las terrazas del Museo Príncipe Felipe, mientras que el lago lleno de agua refleja en febrero el disparo que inaugura la Exposición del Ninot.

Pero sin duda hay que fijarse en uno de los últimos disparos que ha tenido lugar en este punto de la ciudad de Valencia. La celebración de los Goya en el Palau de Les Arts comenzó con un castillo de Ricardo Caballer entre el auditorio y el Hemisfèric, dejando para el recuerdo una imagen espectacular.

El cauce que antiguamente estaba lleno de agua ahora se llena de pólvora para celebrar las grandes fiestas de Valencia. Una gran celebración de la capital siempre tiene como zona de disparo el antiguo cauce del Turia. El Turia es ahora un río de pólvora.

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