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La jornada del 9 d'Octubre se ha vivido en Valencia este miércoles sobre todo alrededor de la procesión cívica. En una jornada de fuerte calor, con un retraso que se acumulaba minuto a minuto, con respeto por parte del público (casi todos) y con un fuerte acento reivindicativo por parte de la alcaldesa María José Catalá. «No queremos ser ni más ni menos, sino lo que nos toca», ha señalado antes de emprender la marcha por las calles del centro.
La abanderada este año ha sido la portavoz municipal de Compromís, Papi Robles, quien ha empezado ya con cierto retraso, más allá del mediodía. No ha sido culpa suya, desde luego, pero ahí es donde se ha empezado a torcer el horario.
Antes de eso han venido los mensajes. «Como alcaldesa es un día para decir cosas, mensajes que lleguen al resto de España», ha comentado Catalá, para subrayar que hoy es el día de la «autoestima de los valencianos, en el que reivindicamos nuestras tradiciones, forma de ser y cultura».
Por esa razón añadió que es necesario lanzar un «mensaje de cordialidad, que todos los niños vivan esta jornada con tranquilidad y vean cómo se admira y venera la Real Senyera». Para la primera edil es un día también para «ratificar la lealtad hacia España como dice nuestro himnos», pero a renglón seguido ha enumerado todas las reivindicaciones.
«Es un dái de reivindicación, de pedir un trato justo, no queremos ser ni más ni menos que los demás, sino lo que nos toca». De ahí que haya reclamado que el cambio en el modelo de financiación autonómico que se negocia ahora entre el Gobierno y Junts acerca del llamado cupo catalán, vaya de la mano de una reforma de la financiación local.
«Las autoridades municipales tienen un reto frente a un Gobierno que quiere romper la caja común. Esta democracia se ha construido con solidaridad pero también como justicia. Nunca puede haber privilegios que rompan la caja común y el principio de solidaridad», ha añadido.
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Iván Arlandis
Catalá propuso hace unos días en Madrid la formación de un frente unido de los principales Ayuntamientos para hacer valer estas reclamaciones al Gobierno. Un pacto al que de momento se ha sumado el consistorio madrileño. «Valencia debe alzar la voz porque es una de las ciudades que más puede padecer el cupo catalán o cualquier otro privilegio que se otorgue. Valencia está por encima de todo y de todos», ha señalado.
También antes de que se iniciara la procesión cívica, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, ha puesto también el acento en el aspecto reivindicativo. «Esta una ciudad diversa y plural, la que sale hoy a las calles». Añadió que es momento pues de reivindicar aspectos como la ciudad de Estellés, el «gran poeta de nuestra lengua, reivindicar también soluciones para los problemas en adquirir una vivienda que tienen muchas personas y también reclamar servicios públicos, lo que necesita la ciudadanía para vivir en igualdad».
La abanderada, Papi Robles, ha señalado que sentía «muchísima alegría, me he emocionado un par de veces en la bajada y con el himno«, antes de iniciar el recorrido, al tiempo que se ha mostrado »con ganas« de ofrecer su esfuerzo »a toda la gente que ha querido venir a disfrutar«.
La marcha ha salido poco después de las doce y media de la plaza del Ayuntamiento, envuelta en aplausos por la gran cantidad de público congregado. La ausencia de incidentes ha sido la constante en todo el recorrido y a diferencia de otros años, la parte situada junto a la fuente y la estatua de Francesc de Vinatea ha sido de las más tranquilo.
Así, tras pasar por una estrecha calle San Vicente Mártir debido a la colocación de unos maceteros, la comitiva ha llegado a la plaza de la Reina para embocar en dirección a la Catedral. De manera inédita se ha producido un cambio de manos en el estandarte, al rechazar Robles entrar en la Seo. Catalá ha cogido el estandarte y así se ha celebrado el Te Deum, con todos los concejales de Compromís y PSPV esperando en la calle, junto a la puerta de la Almoina.
Tras el acto religioso, de vuelta al recorrido por la calle Barchilla, plaza de la Reina y calle de la Paz. A pesar de que por la mañana había rachas de viento que presagiaban un esfuerzo añadido, Robles ha seguido sin problemas salvo una parada para ajustarse el palo durante unos segundos. Aún así, el retraso se iba acumulando.
A las 13.50 horas ha llegado al abanderada al jardín del Parterre. En la calle de la Paz se ha aplaudido mucho por cierto a las dos filas formadas por los mandos militares y policiales. En el monumento dedicado al Rey Jaume I han depositado coronas varias asociaciones valencianistas, para finalizar la representación municipal acompañados por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
Y para dar idea del público que ha ido hoy al centro de Valencia, otros años el regreso al Ayuntamiento se hace a partir de ahí «en familia» por las calles Pintor Sorolla y Barcas. Nada más lejos de lo que ha ocurrido este miércoles, con las aceras desbordadas de espectadores hasta la misma plaza del Ayuntamiento, donde esperaba un gentío para la mascletà.
A las 14.32 horas era depositada la Real Senyera en el balcón del Ayuntamiento y colocada en el museo por parte de los responsables de Patrimonio Histórico. Después, un disparo más que bueno por parte de Pirotecnia Turís, donde no ha faltado los colores de la Senyera en un bello efecto y un atronador terremoto y bombardeo final.
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