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Miembros del Instituto de Investigación Sanitaria de La Fe. GVA

La Fe aporta nuevas evidencias sobre las emociones de las personas con autismo

El Instituto de Investigación Sanitaria trabaja en una línea dedicada a responder a los problemas reales de las personas con trastorno del espectro autista

Gonzalo Bosch Rodríguez

Valencia

Martes, 2 de abril 2024, 12:53

El Grupo de Investigación en Salud Mental del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) ha dado a conocer el 2 de abril, ... Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo, que tres de sus estudios amplían el conocimiento acerca de los mecanismos emocionales que podrían explicar ciertas conductas de las personas con autismo. El objetivo de estos estudios es tumbar algunos mitos de este trastorno y responder a los problemas reales que sufren las personas que lo padecen.

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Los investigadores promueven un modelo alternativo para comprender los problemas de niños con autismo desde el punto de vista de las emociones y no tanto su conducta, foco de los estudios de los últimos 20 años. Estos estudios realizados por este instituto se centran en la percepción de las emociones, la respuesta a las recompensas y la toma de decisiones según el dilema moral que experimentan los niños con este trastorno.

El equipo que dirige la doctora Ana García Blanco realiza un seguimiento del movimiento de los ojos para analizar cómo prestan atención las personas con autismo a informaciones emocionales. De esta manera, ofrecen entornos realistas y miden diferentes etapas de la atención. Así, los investigadores han tenido como resultado que las personas con autismo se muestran atentas en un inicio, para después evitar la situación como sistema de protección cuando se sienten amenazados. Con este estudio, el equipo ha demostrado que las emociones son percibidas de forma más intensa por las personas autistas, que se desconectan del entorno social para defenderse. Al comprender todos estos patrones de enfrentamiento a situaciones en las que se sienten amenazados, se puede ayudar a las personas con autismo al entender cómo se manejan, y así buscar mejoras en sus interacciones sociales y en su calidad de vida.

En un segundo estudio, la IIS La Fe ha concluido que los niños con autismo responden con la misma sensibilidad a las recompensas que los niños sin trastorno, y éstas hacen que pueda mejorar su rendimiento, como sucede con la población no autista. Pese a ello, los investigadores remarcan que las recompensas se deben dar de manera consistente para evitar la frustración, lo que entorpecería la finalidad de este sistema. Los resultados sugieren que el hecho de incluir retroalimentaciones coherentes con el rendimiento, puede hacer a las personas con autismo mejorar en el desempeño de sus tareas, lo que podría abrir nuevas oportunidades para mejorar su éxito en la escuela y su calidad de vida.

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Por último, el equipo estudió la toma de decisiones de las personas con trastorno del espectro autista (TEA) ante dilemas morales. Los estudios han evidenciado que, aunque pueden tomar decisiones racionales para alcanzar el bien mayor en contextos muy emocionales, y de hecho en muchas ocasiones con mejor resultado que los niños sin autismo, la realidad es sufren una mayor ansiedad a la hora de tomar estas decisiones. Los resultados sugieren que los niños con TEA experimentan más malestar emocional debido a una mayor conciencia de las consecuencias afectivas de sus elecciones. Por lo tanto, las intervenciones terapéuticas para mejorar las habilidades sociales en niños con autismo deberían abordar el diseño de estrategias para manejar estas situaciones emocionalmente cargadas.

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