El tipo de material que cubría la fachada ha sido el tema central de este lunes en la investigación judicial del incendio de Campanar. El ... juez ha insistido en conocer con detalle el modelo que se instaló en el edificio para ver su resistencia al fuego. Y lo que los testigos, todos profesionales técnicos de la arquitectura, han señalado, es que se trataba de un material que cumplía la normativa de la época pero que, según consta en la ficha técnica, es «combustible no inflamable».
Además, el arquitecto superior que diseñó el edificio de Campanar, Francisco Nebot, ha asegurado al juez en la Ciudad de la Justicia de Valencia que pese a la tragedia que ocurrió posteriormente en la Torre Grenfell de Londres, nadie le notificó, ni fabricantes ni distribuidores, que ese material instalado en Campanar «tenía un mal comportamiento ante el fuego», como se demostró en el incendio del año pasado.
Lo que intentaba dilucidar el juez es si ese material de la fachada era el mismo que figuraba en el proyecto de certificación municipal de las obras, pero este lunes no ha sido posible determinarlo con detalle, ya que faltaba la documentación que lo verificara. Tanto la constructora como la promotora quebraron hace años y el Colegio de Arquitectos tampoco dispone de esa información. Sin embargo, este lunes uno de los testigos, el arquitecto técnico Jordi Visedo, sí ha confirmado que guarda el libro de órdenes del proyecto y ahí está toda la información. El juez se lo ha requerido y este se ha comprometido a llevarlo este martes al juzgado.
Según han detallado los testigos, el material que se usó en la fachada era del tipo genérico Alucobond, más concretamente de la marca Larsson PE, de polietileno, con un revestimiento con resistencia al fuego de nivel M1, que es combustible no inflamable. Esto significa que su combustión se detiene cuando ya no hay aporte de calor externo. De los cinco niveles europeos de resistencia al fuego, es el segundo más alto. Pero que según los abogados de los vecinos del edificio, presenta muchas dudas, ya que en el incendio quedó claro que sí era inflamable y fue el principal conductor de las llamas que causaron la tragedia. No obstante, este material cumplía la normativa y los criterios de la época.
La Audiencia de Valencia indicaba la semana pasada que sería conveniente la comprobación del proyecto del arquitecto, así como las facturas de adquisición del material instalado, para constatar que los materiales destruidos por el fuego «se corresponden fiel y exactamente con lo proyectado y aprobado en la certificación municipal». Las obras del edificio se iniciaron en 2005 en plena burbuja inmobiliaria y finalizaron en 2009, ya con la crisis.
El juez instructor rechazó tomar declaración como investigados a los responsables del revestimiento de las dos torres destruidas por el fuego, en una providencia dictada el 18 de diciembre de 2024, ya que considera que cumplieron la normativa en lo que respecta al material no ignífugo de la fachada.
Al igual que declaró este lunes el arquitecto, también la administradora del edificio dijo la semana pasada que nadie les informó del riesgo de propagación del fuego en la fachada, por lo que el abogado solicitó también la declaración en el juzgado como investigado de «la persona que comercializó y ofreció dicho producto (material no ignífugo) a la comunidad de propietarios».
El incendio del edificio de Campanar tuvo lugar el 22 de febrero de 2024 en un complejo de dos edificios en la confluencia de las calles Poeta Rafael Alberti y las avenidas Maestro Rodrigo y General Avilés, en Valencia. Diez personas fallecieron en el siniestro y otras 15 resultaron heridas, entre ellas siete bomberos. Las primeras llamas se iniciaron sobre las 17:30 horas en la cocina de la vivienda número 86 y se extendieron al comedor y la fachada tras reventar los cristales de las ventanas del balcón.
Ahora, tras acabar la limpieza del complejo, se ha iniciado ya la fase de licitación para la rehabilitación del edificio de Campanar, con las invitaciones a diversas empresas constructoras, tanto valencianas como de ámbito nacional, para que presenten sus ofertas de ejecución de obra. Los materiales de la nueva fachada del edificio serán elegidos por los propios vecinos a través de una votación.
Los propietarios afectados confían en poder volver a sus casas en el año 2027, y esperan que la Generalitat Valenciana prorrogue hasta entonces las ayudas por alquiler. Tras mantener la estructura del edificio, las torres «serán totalmente distintas», según un portavoz de la Asociación de Propietarios del Incendio de Campanar (Aproicam).
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