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Redacción
Miércoles, 29 de junio 2022, 17:41
Más de 800 personas viven en los asentamientos chabolistas de la ciudad de Valencia, que han pasado de 28 a 42 en apenas un año. Además, hay un 56% más de personas viviendo en ellos, dado que en junio de 2021 había 529 y ahora, 815. Son datos ofrecidos por el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, que ha señalado la rápida proliferación de asentamientos segregados en la ciudad.
Giner considera que la situación supone un «verdadero drama», especialmente para las personas que se ven obligadas a malvivir en esta situación de insalubridad por falta de recursos y de apoyo. «Es muy alarmante que las cifras se hayan disparado de una manera tan drástica en tan solo un año, y mucho me temo que la situación irá a peor con la crisis de la inflación que se avecina en los próximos meses», ha lamentado Giner. «¿Tiene previsto el gobierno de Ribó hacer algo al respecto, o es que eso de rescatar personas no es más que un eslogan que se queda en la puerta del Ayuntamiento todas las mañanas?», ha cuestionado.
En este sentido, el portavoz de Cs ha lamentado la inacción del Ayuntamiento al respecto, así como la falta de planes integrales para acabar con la pobreza extrema y dar una alternativa habitacional digna a todas las personas que se ven obligadas a vivir en la calle o en agrupaciones informales. «No puede ser que un gobierno que se corona como el más progresista de la historia deje abandonados a los mismos de siempre, a los invisibles y más vulnerables. Esto es un fracaso humano pero también un fracaso de gestión, porque la situación se tendría que haber solucionado desde hace mucho tiempo, antes de que se fuera de las manos de esta manera», ha denunciado.
Además, ha explicado que los asentamientos no son el único indicador de riesgo que ha crecido en Valencia. «Puede que las chabolas sean la cara más cruda del problema, pero no es el único. El censo de vivienda precaria también ha crecido de manera imparable en los últimos años. En 2018, eran 286 las familias que vivían en casas en ruina, la mayoría de ellas sin acceso a servicios básicos como la luz y el agua. En 2022. El número es de 452, un 58% más», ha indicado.
«¿A qué espera Ribó para poner en marcha un plan integral de vivienda para los grupos más vulnerables? ¿Dónde está la vivienda social que prometió hace años y de la que se momento no hay ni rastro? ¿Cómo piensa atajar la pobreza extrema en un momento en de crisis que se prevé muy duro? La situación no ha hecho más que empeorar en los últimos años, así que el único problema que veo es la inacción y la falta de voluntad», ha finalizado.
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