Estos días, los clientes de los comercios en Valencia se han acostumbrado a ver coches policiales estacionados en lugares de gran afluencia de público. «Ese ... plan de protección gusta mucho», asegura el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y el Ensanche, Borja Ávila, en el transcurso de la mesa redonda celebrada por LAS PROVINCIAS en colaboración con el Puerto de Valencia y Caixa Popular y que gira en torno al comercio y más en concreto de la campaña navideña.
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Esa protección gusta pero no es suficiente ni mucho menos. El verdadero peligro para los comerciantes empieza a llegar a través de internet. La ciberdelincuencia se ha disparado los últimos años y se ceba con clientes y comerciantes. La estadística de criminalidad del Ministerio del Interior indica que 2019 se cerró con 4.087 ciberdelitos en Valencia, mientras que en 2021 ya se había disparado hasta las 6.397 denuncias. El pasado ejercicio alcanzó los 6.827 casos y este año la cosa pinta incluso peor. En la comparativa de los nueve primeros meses, la estadística constata que estos delitos aumentan.
El plan de protección diseñado por la Policía Nacional en navidades gusta, como reitera Ávila, aunque hay «mucho fraude telefónico en el pequeño comercio». «Y en el grande también», tercia el portavoz de ANGED, Joaquín Cerveró. La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución ha tomado hace años medidas al respecto. «Tenemos protocolos que se basan en casos reales», asegura.
«Se hacen con todos los datos personales de las empresas, hemos visto casos incluso del uso de la inteligencia artificial para clonar voces de los dueños de las tiendas en mensajes», relata, con algo parecido a la ciencia-ficción. «Llaman a las tiendas con una serie de información que ya tienen como el DNI, el nombre de los miembros de la familia o cualquier cosa que les sirva» para liar a los empleados con el objetivo de que hagan una transferencia bancaria a cambio de un supuesto envío de productos que nunca llegará. «Saben incluso que el propietario no está por un viaje de trabajo, por ejemplo», dice.
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Todos estos casos son compartidos por los más de 450 asociados a través de grupos de mensajería, con el fin de prevenir que las estafas se escampen como una mancha de aceite. «Dicen por ejemplo que viene un paquete de transporte y le dicen al empleado que debe hacer un ingreso en tal banco. Incluso clonan la voz de los responsables, lo estamos viendo e informamos semanalmente de todas las infracciones que detectamos. Crees que no puedes caer pero son profesionales del hurto», comenta.
Después están los casos más «clásicos» como un supuesto revisor de los extintores o una inspección de la reforma de una planta baja, en nombre esto último del Ayuntamiento. «Dicen que es una comprobación de que todo esté en regla y te cobran 150 euros. Incluso te engañan para que hagas el ingreso en un cajero bancario», relata.
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Cerveró subraya que son «auténticos profesionales, necesitamos ponernos mucho las pilas», para introducir un nuevo elemento de los delitos contra los comerciantes y sus clientes. «Aparte de esa delincuencia sofisticada, es importante decir que existen numerosos delincuentes a los que no les damos la menor importancia pero con la reincidencia es mucho dinero. En el hurto multireincidente hay auténticas mafias, profesionales dedicados a eso; como la legislación por desgracia es laxa y tolerante, hoy pueden entrar en un supermercado y llevarse cuatro bandejas de jamón, los detienen, están un rato en la comisaría y al día siguiente están haciendo lo mismo», denuncia.
«En la comisión de comercio de CEOE, en la que estamos presentes a través de CEV, hay una ponencia, un grupo de trabajo que presentará un documento elaborado para establecer un sistema de endurecimiento del hurto multireincidente», señala.
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El problema, comenta, es que este tipo de hurtos no tiene penas de cárcel, aunque si se hace todas las semanas, alguna cosa distinta habrá que hacer. Se trata de auténticas mafias que se dedican exclusivamente a eso, y saben que es impune su actuación. La disuasión es la medida más importante», defiende.
El concejal de Comercio, Santiago Ballester, pide esperar a que acabe el año para comprobar la estadística de criminalidad. «En comparación con el año pasado se nota una mayor tranquilidad, el año pasado estaba lleno de verdaderos profesionales del robo en las tiendas», asegura.
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El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores, Fernando Móner, explica que hace años el 'phishing' era residual y ahora se ha generalizado. Se trata de un método para «engañar y que la víctima comparta contraseñas, números de tarjeta de crédito, y otra información confidencial haciéndose pasar por una institución de confianza en un mensaje de correo electrónico o llamada telefónica»
Comenta también el riesgo para los consumidores de los portales webs falsificados. El director del área de Comercios y Autónomos de Caixa Popular, Vicent Vengut, incide en que hay comerciantes que han invertido mucho en páginas webs, aunque «no siempre es rentable porque no tienen tiempo material de actualizarla», dice.
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«Los ladrones son expertos y lo mejor es concienciación, formación y un socio tecnológico», apunta el experto. Ávila comenta la necesidad de disponer de datos seguros para las campañas de fidelización, la respuesta del pequeño comercio frente a los grandes, mientras que el secretario de la Unión de Consumidores, Vicente Inglada, habla de la «indefensión de los que han dado sus datos y ven cómo les vacían la cuenta corriente».
Las falsificaciones es algo que preocupa y mucho a los comerciantes. «No es de recibo que en la puerta de un establecimiento haya personas que vendan bolsos falsos con total impunidad», comenta Cerveró, quien recuerda una reunión con reponsables del anterior gobierno municipal. «Nos dijo un representante que algo habrá que hacer con esta gente. Me parece bien, es un problema social pero no tiene que resolverse a costa de los negocios de los comerciantes. Necesita una solución de asistencia social». Móner añade que la compra de un bolso falsificado «no es un acto de solidaridad, sino que se incrementa la fuerza de las mafias. No se beneficia a la persona que te vende y se genera un problema de competencia desleal».
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