Por qué hay un autobús de EMT Valencia circulando por La Habana

D. Merino

Domingo, 2 de junio 2024, 19:31

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Viajar a Cuba, pasear por El Malecón, tomarse un mojito, callejear por la Habana vieja y, como broche final, volver al hotel para terminar un día practicamente idílico en la capital cubana. Seguramente eso es algo que se habrá planteado un valenciano que se encontraba haciendo turismo por la ciudad hasta encontrarse con uno de los icónicos autobuses rojos de Valencia. Un convoy que actualmente sigue luciendo en su letrero digital el número ocho con el itinerario desde Porta de la Mar hasta el Hopistal La Fe de la capital del Turia.

«Vas andando tranquilamente por La Habana y de repente dices, pues nada, voy a pillar el ocho, que me lleva ahí a la Fe», comenta con claro tono irónico el usuario Verdaddelabuena en su cuenta de TikTok. El suceso, que no ha tardado en hacerse viral en redes sociales, ha generado multitud de comentarios y especulaciones sobre la situación.

Pese a la rareza del asunto, todo tiene una explicación. Este autobús no es el único que podemos encontrar por La Habana. Esto es fruto de una iniciativa social por parte de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia (EMT), que desde hace años dona los vehículos que retira de su flota. Los que aparta de la circulación opta por cederlos a países en vías de desarrollo o con infraestructuras limitadas, por norma general en África o Latinoamérica.

Así, en los últimos años se han venido documentando otras donaciones que acumulan más de una veintena de autobuses retirados que han sido donados a diferentes países. Por ejemplo, en 2016 se produjo una donación de dos vehículos a los campos de personas refugiadas de Tindouf, en el Sáhara. Gracias a un acuerdo con la Universitat Politècnica, uno de ellos fue destinado, junto con equipamiento informático, para el desplazamiento de profesorado y estudiantes en la zona y el otro, para para conectar los diferentes campos de personas refugiadas.

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Mientras que en 2017 un grupo de trabajadores de EMT recorrieron los casi 5.000 kilómetros hasta Mali para entregar un autobús que ya está operando como transporte escolar y de personas enfermas. Por su parte, hace apenas dos años la empresa municipal donó un vehículo para las mujeres saharauis que residen en los campamentos de personas refugiadas en el desierto de Tinduf.