![Autoescuelas de Valencia dejan de hacer prácticas por la subida del combustible](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202203/29/media/cortadas/torres%20y%20coche-R7JFjW6tIZTYlcYR9sVTi1L-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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A las autoescuelas no les salen las cuentas y por eso se concentran este viernes a las 12.30 horas en la puerta de la Delegación del Gobierno, en la plaza del Temple, con el fin de «visibilizar la situación actual», según el presidente de ... la Asociación Valenciana de Autoescuelas, Juan Carlos Muñoz. Es más, algunas empresas han suspendido las prácticas porque trabajan «a pérdidas» por la subida del precio del combustible, indicó el representante del sector.
Las 835 autoescuelas de la provincia de Valencia están convocadas a la protesta, que mantienen pese a la rebaja de 20 céntimos en el litro de diésel aprobado por el Gobierno. «No compensa para nada, en los últimos tres meses ha subido 50 céntimos, seguimos perdiendo dinero», dijo Muñoz, quien subrayó que la crisis del combustible ha sido el último empujón que ha llevado a suspender o aplazar las clases prácticas, algo complicado en este último caso porque necesitan del acuerdo con el alumno afectado.
Cuando se firma un contrato, relató Muñoz, en el precio de la matrícula se precisa tanto el coste para los estudiantes de las clases teóricas como las prácticas, por lo que esto último debe mantenerse a pesar de que el precio del diésel se haya disparado los últimos meses. «Trabajamos a pérdidas cuando sacamos el coche», reiteró, para señalar que la opción de paralizar las prácticas ya se ha producido.
Subir los precios de las prácticas en contratos ya firmados es por lo menos irregular. Además, señaló que si «baja el precio del combustible, entonces habría que volverlo a modificar, un lío». De ahí que la paralización de las prácticas haya pasado de ser una posibilidad a una realidad constatada en algunos casos, siempre que se mantenga el periodo firmado.
La otra alternativa es dejar de ofrecer prácticas en los nuevos contratos o subir el precio, en lo que señaló que se ha incrementado «un euro por clase», lo que en su opinión no es la solución para un sector en descomposición. «Asfixiados por la brutal subida de los precios de los carburantes, sumada a la falta de personal en la Jefatura Provincial de Valencia, las autoescuelas se encuentran en una situación casi imposible de sostener», añadió Muñoz, quien con esto último quiso destacar otro de los perjuicios que acosan a las autoescuelas, como es la acuciante falta de funcionarios, lo que afecta directamente al número de exámenes que se pueden realizar.
En este «mercado cautivo» que sufre el sector se da otra circunstancia, como es que tampoco pueden ir a cualquier centro examinador, sino al que tengan asignado. Es decir, todo lo contrario a lo que ocurre por ejemplo con la renovación del DNI, un sistema más flexible que permite acudir a la oficina que se desee para evitar citas previas a varias semanas vista en la más cercana.
«Numerosos sectores se han manifestado durante las ultimas semanas reclamando ayudas y soluciones en defensa de sus intereses ante la merma de sus condiciones de trabajo, impotentes para afrontar gastos ante el incremento de costes, en especial, de los carburantes, pieza clave de su economía. Las autoescuelas son igualmente un sector que depende en gran medida del coste de combustibles para su subsistencia, por lo que es imprescindible que se nos oiga y que se nos tenga en cuenta», subrayó.
Con esta expectativa, aseguró que «nuestro presente y futuro está en juego. Queremos estar en las mesas negociadoras, queremos que nuestros intereses sean escuchados y defendidos. Las asociaciones de autoescuelas de la provincia de Valencia unen su voz para reclamar ayudas».
La idea es acudir con los vehículos, con lo que se puede llegar a cortar el tráfico en la marginal derecha del viejo cauce, donde recae la sede de la Delegación del Gobierno. Muñoz explicó que pidieron una reunión con la delegada del Gobierno, Glòria Calero, aunque no han tenido respuesta, para señalar que los costes se han disparado en todos los aspectos. «Ha subido hasta el precio de los coches y cada cuatro años tenemos que renovarlo», lamentó.
Las autoescuelas no tienen opción de utilizar coches híbridos o eléctricos, dado que la legislación española implica que los alumnos sólo podrían conducir coches automáticos cuando consigan el carné de conducir. La alternativa del motor de gas tampoco es viable. «Este combustible se ha encarecido todavía más que la electricidad, no da resultado. Estamos condenados a los coches de gasolina o diésel».
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