PACO MORENO
VALENCIA.
Miércoles, 7 de noviembre 2018, 00:45
Un informe repleto de señales de alarma, pero que de manera sorprendente no concluye con la urgencia del desalojo de los vecinos. Ese podría ser el resumen de las 332 páginas entregadas ayer por el Ayuntamiento a una representación de propietarios de Bloque Portuarios, las viviendas que simbolizan la degradación urbanística y social en el Cabanyal, entre otras razones por el medio centenar de pisos ocupados ilegalmente.
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El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, señaló a los vecinos que el gobierno municipal no ha tomado todavía una decisión sobre el futuro de estas fincas. Los residentes añadieron a LAS PROVINCIAS que ni siquiera sobre el régimen de ayudas que se aplicará en caso de que la alternativa elegida sea la rehabilitación de los pisos.
uPresupuesto Sólo la consolidación de estructuras, fachadas y cubiertas asciende a un coste de 5,9 millones de euros.
uSubvenciones Los residentes piden al Ayuntamiento y la Generalitat que aclaren el tipo de ayudas por la rehabilitación.
uPlazos El gobierno municipal ha dejado Bloque Portuarios fuera del nuevo plan del Cabanyal, a la espera de que se decida su futuro.
uCimentación Al tratarse de suelo arenoso, la estabilidad de las fincas está asegurada por los años que han pasado desde las obras.
uCompensación En caso de reconstrucción, los vecinos sólo recibirían el valor del solar.
«Durante las inspecciones realizadas al edificio se pudo apreciar un abandono y deterioro importante de la estructura», se aprecia en el informe encargado por la empresa municipal Aumsa sobre el estado de los inmuebles, para añadir que los daños producidos son debidos a «los procesos de corrosión de las armaduras expuestas», donde se cita el envejecimiento del hormigón, entre otras razones por la humedad de la cercanía del mar.
El Bloque Portuarios se encuentra junto a la plaza Hombres del Mar, prácticamente en paralelo con la Lonja de Pescadores, un edificio protegido donde el Ayuntamiento apuesta de manera decidida por la rehabilitación. En el caso de las primeras viviendas, el asunto no está claro entre otros motivos por el presupuesto que deben afrontar algunas de las alternativas, que llegan a los 14 millones de euros.
«Por nosotros como si fueran 140 millones, da igual porque no tenemos medios para hacer esas obras», señalaron fuentes vecinales. El informe comenta también que se han detectado hasta conchas marinas en la masa del hormigón. «Esto indica que, muy probablemente, se empleó arena de playa», apuntan.
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Algunas de las fincas están en buen estado de conservación, pero en el resto abundan las grietas y la degradación general, producto de la acumulación de basura, abandono y un saqueo que prácticamente ha llegado a todas partes. Los ascensores hace tiempo que desaparecieron y en varia escaleras es complicado subir por la cantidad de enseres y residuos amontonados. En caso de incendio, serían un polvorín.
«Por otra parte, los ensayos de profundidad de carbonatación han dado valores muy elevados. La sección de alguno de los testigos extraídos estaba completamente carbonatada. Si a esto le unimos un escaso recubrimiento de las armaduras, se llega a la conclusión de que la totalidad de estas se encuentran despasivadas, y en riesgo de sufrir procesos de corrosión», comentan los técnicos sobre los pilares y forjados.
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En el detalle del informe se afirma respecto a los primeros que «el riesgo de colapso de estructuras de hormigón está muy relacionado con la posible rotura frágil de un determinado elemento estructural. Los soportes de las 2-3 primeras plantas de Bloque Portuarios se encuentran en esta situación».
Aún así, en las conclusiones se indica que «para proteger la vida útil de Bloque Portuarios se precisa una intervención a medio plazo» en algunos elementos estructurales. La relación es larga e incluye actuaciones generales en pilares, forjados y viguetas, en la práctica un vaciado interior de todas las fincas para su posterior reconstrucción.
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El concejal Sarrià comentó que el documento «servirá de base para que el gobierno municipal, junto a la Conselleria de Vivienda, establezca una hoja de ruta para solucionar la problemática de esta ubicación». El estudio contempla tres alternativas: la primera es el mantenimiento del planeamiento actual, que deja las fincas fuera de la ordenación; mientras que las otras dos pasan por un cambio en el planeamiento que permita la rehabilitación de la construcción o su reedificación».
«Estamos ante un problema complejo», reconoció el edil. En la reunión se explicó a los representantes vecinales «los fundamentos técnicos y económicos del estudio que se están utilizando. De esta manera pueden constatar que no se trata únicamente de una decisión política, sino que las propuestas se basan en un estudio serio y riguroso de las distintas alternativas disponibles».
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