La anunciada remodelación del Museo Histórico Municipal, donde se custodian símbolos tan valiosos para la ciudad como la Reial Senyera, el Penó de la Conquesta o el plano de Valencia del Padre Tosca, ha caído en un pozo del que tardará en salir. El Ayuntamiento aprobará hoy en la junta de gobierno la resolución del contrato a la empresa Obremo, además de una reclamación de 312.000 euros a la firma al perder fondos FEDER transferidos por la Generalitat debido a la demora en el inicio de la intervención en las salas.
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El 22 de octubre de 2016 anunció el gobierno municipal por primera vez su intención de remodelar el pequeño museo, situado en la antigua iglesia de Santa Rosa de Lima, para modernizarlo con vitrinas nuevas, iluminación y, sobre todo, un recorrido museístico coherente y más cómodo para los visitantes.
Tres años de trámites después, el 13 de agosto de 2019 adjudicó las obras a la compañía Obremo por un importe de 823.530 euros y un plazo de ejecución de ocho meses. La dirección de obras corrió a cargo de la UTE Museo Històric con un presupuesto de 36.290 euros. El problema es que el acta de replanteo nunca llegó a firmarse.
A partir de ese punto hay dos versiones, la ofrecida por la empresa Obremo en el expediente, que culpa de la demora a los técnicos municipales, y la del servicio de Patrimonio Histórico, que relata una serie de comunicaciones verbales y por escrito acerca de este asunto. Estos últimos llegaron a realizar dos informes.
El caso es que la mitad de las obras están financiadas por la Generalitat a través de los fondos FEDER, en concreto 346.280 euros, por lo que esa es la cantidad que reclama el Consistorio a la empresa, descontada la garantía. A partir de ahora comenzará un rosario de recursos con seguridad, para determinar quién es el responsable del retraso que ha sobrepasado los plazos legales. Para los técnicos municipales, los "incumplimientos de Obremo han determinado la pérdida de la subvención".
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El diseñador Daniel Nebot es el autor del proyecto, que dejaba la vitrina principal con la Reial Senyera desplegada en su actual ubicación, aunque cambiaba todo lo demás. Las obras supondrán la colocación de unas taquillas y la reforma de los aseos. Sólo en una de las salas se exhiben 46 grabados de la colección municipal que abarcan un periodo del siglo XVIII a mitad del siglo XIX.
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