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Lola Soriano Pons
Martes, 19 de septiembre 2023
Valencia recuperará su nombre en castellano. La comisión de Cultura del Ayuntamiento ha aprobado este martes el inicio de los trámites para cambiar la denominación de la ciudad. La propuesta, aprobada con los votos del PP y Vox y la rotunda oposición de Compromís y PSPV, recupera el topónimo en castellano, idea inicial del PP, pero además incluye una enmienda de Vox con la que se elimina la nomenclatura oficial con el acento abierto de 'València' para acogerse al criterio de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) y a las normas de El Puig con el acento cerrado de 'Valéncia' que siguen instituciones como Lo Rat Penat.
El PP había llevado a la comisión la propuesta de la toponimia bilingüe, ya que en su programa electoral incluía rescatar la nomenclatura castellana. No hay que olvidar que el gobierno de Joan Ribó suprimió en 2017 la denominación en castellano y sólo aprobó como única acepción válida la de 'València' con el acento abierto, que es la que aprobó entonces la Generalitat.
El cambio a la doble denominación ha salido finalmente adelante tras un acuerdo tenso entre el PP y su socio preferente, ya que la modificación al acento cerrado se ha incluido por una exigencia de Vox, ya que este partido ha presentado una enmienda en este sentido.
Precisamente este punto y el hecho de que Vox haya terminado presentando la citada enmienda no ha estado exento de polémica, puesto que en el momento en que ha terminado el minuto de silencio por las dos mujeres fallecidas en la Comunitat a mano de sus parejas, y justo antes de que se celebrara la comisión de Cultura -donde se iba a tratar este asunto- se ha producido un desencuentro, tal como ha advertido la portavoz socialista, Sandra Gómez, entre el portavoz de Vox, Juan Manuel Badenas, y el concejal de Cultura, José Luis Moreno.
El líder de Vox incluso ha roto un papel ante el público presente donde presuntamente figuraba la propuesta inicial del PP, que mantenía el acento abierto de 'València' además de la versión castellana, algo que ha enfadado mucho a Badenas.
Y es que, según han explicado fuentes de Vox, habían llegado «a un acuerdo verbal con los populares» para que además de recuperar el topónimo en castellano, se cambiara el acento en la versión valenciana, pero minutos antes de la comisión comprobaron que ese acuerdo no se había puesto por escrito.
Fuentes consultadas del PP recordaron que la alcaldesa Catalá siempre se ha pronunciado a favor de cambiar el acento de 'València' por 'Valéncia' e incluso reconocieron que habían hablado de este tema con Vox, pero al mismo tiempo, aseguraron que el objetivo del PP era, en primer lugar, recuperar la denominación en castellano y, de forma paralela, ir trabajando el cambio de acento, ya que temían que los informes preceptivos de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) les tumbaran el doble cambio, y preferían apostar primero por recuperar el topónimo en castellano.
Al final y después de que Vox haya propuesto vincular ambas cuestiones a través de una enmienda, tanto el PP como sus socios preferentes han votado a favor del doble topónimo. Incluso Vox ha emitido un comunicado en el que se atribuye el logro de conseguir «que el nombre oficial en Valencia vuelva a ser en español» y que, además, «se elimine la nomenclatura en catalán que el gobierno municipal anterior aprobó en 2017».
Además, Vox deja claras muestras del primer desencuentro con el PP y añade que la «actual corporación municipal, dirigida por María José Catalá, pretendía mantener» el acento abierto. Desde Vox insisten en que «la propuesta de acuerdo que llevaba el PP era mantener la nomenclatura anterior y solamente añadir el nombre en español».
Por eso, el portavoz municipal de Vox, Juan Manuel Badenas ha opinado que «resultaba incomprensible que la alcaldesa y su equipo respaldaran una denominación en catalán que resultaba ofensiva para la inmensa mayoría de los valencianos. Por ello, hemos conseguido un acuerdo beneficioso para la sociedad valenciana, que une y no divide, que integra y no destruye».
Desde Vox aseguran que la versión bilingüe 'Valencia-Valéncia' está avaladas por las normas de El Puig, de la RACV, Lo Rat Penat y otras entidades de la auténtica cultura valenciana«.
Y, además, quieren dejar claro que Vox «siempre estará del lado de todos los símbolos y representaciones que definen la cultura española, por lo que la denominación pertinente en valenciano es la que siempre se ha conocido desde hace siglos, no la que impusieron los catalanistas».
Por todo ello, Badenas muestra su satisfacción «con el acuerdo» al que se ha llegado «y con el papel que desempeña el equipo para garantizar y velar por los intereses de la cultura valenciana».
Cabe destacar que ahora se iniciará la tramitación, pero precisará de un informe previo de la AVL y de su aprobación por decreto del Consell mediante un acuerdo plenario «que tendrá que ser adoptado con el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de sus miembros», como figura en el artículo 21 del procedimiento para el cambio de denominación de municipios.
La aprobación de esta doble denominación ha tenido reacciones desde Compromís y el PSPV. La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Sandra Gómez, ha denunciado que las primeras comisiones municipales previas al pleno de septiembre han evidenciado la «inestabilidad y la debilidad» del gobierno del PP. «A Catalá se le han atragantado este martes las comisiones y vamos a ver cómo lo digiere de aquí al pleno un gobierno que cada vez está más débil y que es rehén de Vox. Hoy hemos asistido a un espectáculo bochornoso, donde el Partido Popular ha perdido numerosas iniciativas y mociones alternativas porque es incapaz de dialogar con los partidos de la oposición», ha manifestado.
Gómez se refería así a la pérdida de varias votaciones por parte del PP «como consecuencia de la falta de apoyo de Vox, el socio preferente de Catalá, quien, por contra, sí se ha sometido a las exigencias» de Vox en otras votaciones.
Según ha relatado Gómez, «el PP ha asumido el criterio lingüístico de la RACV y Lo Rat Penat en la denominación en valenciano de la ciudad en contra de lo establecido por la AVL, el órgano estatutario creado por el propio PP, a cambio de que Vox aceptase rebautizar el puente de las Flores como puente Rita Barberá».
Del mismo modo la portavoz del PSPV indica que Catalá «también se ha prestado a descartar las mociones de igualdad» para que Vox «aceptase nombrar alcaldesa honoraria a Barberá. El gobierno de Catalá, igualmente, también ha rechazado de la mano de Vox una moción que instaba a avanzar y a establecer un protocolo contra el acoso sexual».
Por su parte, el concejal Pere Fuset ha advertido de que el cambio de nombre de 'València' a 'Valéncia/Valencia' va en contra del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana y de la Ley de creación de la AVL y ha acusado a la alcaldesa María José Catalá de estar «atada de pies y manos por su socio prioritario de Vox, que le ha impuesto una denominación fuera de la normativa oficial de la lengua valenciana«.
Por eso, Compromís pedirá un informe a la asesoría jurídica municipal ante las serias dudas que le genera a la coalición valencianista la legalidad del cambio, ya que Catalá podría estar prevaricando», ha dicho Fuset.
Además, Pere Fuset ha desvelado que un informe del Gabinete de Normalización Lingüística elaborado por el propio Ayuntamiento de Valencia señala que en el Decreto que regula los criterios y el procedimiento para el cambio de denominación de los municipios de la Comunitat Valenciana, en su preámbulo, «indica que debe procurarse evitar la forma bilingüe, porque ésta no responde a la tradición histórica ni lingüística de los pueblos, y que debe priorizarse la forma endónima del topónimo; es decir, la denominación valenciana para los municipios de la zona valencianohablante y la denominación castellana para los municipios de la zona castellanohablante».
El concejal Pere Fuset ha recordado que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana avala la denominación oficial en valenciano del topónimo de la ciudad de 'València' y que antes del cambio definitivo de nombre, el Consell está obligado a pedir un informe a la Academia Valenciana de la Lengua (AVL). Fuset ha mostrado «serias dudas» sobre la posibilidad de que la AVL se muestre partidaria del cambio.
Por todo ello, Compromís pidió la retirada del punto del orden del día de la Comisión de Bienestar Social, Educación, Cultura y Deportes e hizo que constara en acta su apreciación de incorrección legal del cambio de nombre a una gramática no oficial.
Fuset ha expresado que quieren denunciar que el Partido Popular hace suya una propuesta de Vox, que es, además, «de forma consciente, claramente y nítidamente contraria a la ley. Entre ellas, el propio Estatuto de Autonomía de los valencianos y valencianas. Y, por eso, pediremos los informes preceptivos para evitar esta irregularidad e impedir que el Partido Popular y sus socios preferentes de Vox se encarguen de los consensos básicos de los que se han dotado los valencianos y valencianas».
Otra de las sorpresas de la mañana ha sido la renuncia del grupo municipal Vox a ostentar las vicepresidencias primeras de varias comisiones informativas. En concreto, han presentado un escrito para dejar patente que no querían presidir la comisión de Patrimonio, que es la primera que se ha presentado y luego durante el desarrollo de la comisión de Cultura también ha renunciado la concejal Mónica Gil.
Al parecer para la comisión de Patrimonio estaba nombrado el edil de Vox José Gosálbez, pero ha declinarlo hacerlo.
Además, según fuentes de Vox, la intención es ir renunciando a todas las vicepresidencias primeras de las distintas comisiones que se vayan convocando.
El partido liderado en el Consistorio por Juan Manuel Badenas no concretó a qué se deben esas renuncias y se insistió que no era una decisión vinculada a la polémica del cambio de acento del topónimo de Valencia, si bien desde la oposición apuntaban en esta dirección.
Por otra parte, desde Compromís también han decidido renunciar a las vicepresidencias segundas de las comisiones, en este caso, como protesta por la reducción de su número a cuatro. El concejal de Compromís Ferran Puchades ha denunciado que el gobierno del PP «ha reducido a cuatro las comisiones informativas frente a las seis que existían durante el mandato de Joan Ribó». Y ha añadido que este hecho «lleva como consecuencia la reducción de la capacidad de control que tiene la oposición respecto de la acción de gobierno, en tanto que cada concejal puede presentar tres preguntas en cada comisión. La oposición puede presentar un máximo de 24 preguntas, mientras que si se mantuvieran las seis comisiones anteriores podría hacer 36, exactamente las que podía presentar el PP durante el último mandato», ha denunciado Puchades.
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