Casco y chaleco sí, pero seguro no para los patinetes eléctricos en Valencia

En lo que parece una obsesión por la seguridad de los nuevos dirigentes del Ayuntamiento de Valencia, Movilidad ya estudia modificar la ordenanza para que casco y chaleco sean obligatorios para todos los conductores de patinete eléctrico en la ciudad. Ahora mismo, sólo el casco es obligatorio, y para los patinetes de mayor cilindrada. Eso sí, el Consistorio parece haber descartado la opción de obligar a llevar seguro porque no es competencia municipal.

El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, visitó LAS PROVINCIAS cuando ni siquiera había sido nombrado delegado del ramo. Era principios de julio y él ya dejaba caer que iban a endurecer los requisitos para los conductores de patinete. Ahora mismo, la ordenanza de Movilidad sólo prevé la obligatoriedad del casco para los conductores de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) de tipo B, los más grandes, que circulan a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. Para todos, eso sí, los chalecos son recomendables cuando circulen por vías urbanas en condiciones de baja seguridad.

El Ayuntamiento planea cambiar esto. En este verano de la reflexión que se ha preparado el PP, con tres meses en los que han analizado las cuestiones referentes a los grandes temas que habrán de marcar la agenda política de otoño, Movilidad tiene muchos asuntos encima de la mesa. Uno de ellos es la seguridad vial y, aunque no de forma acuciante, la circulación de los patinetes eléctricos por la ciudad. De hecho, en el primer semestre de 2023, los patinetes han protagonizado ya 470 accidentes, más que el autobús o la bici pero lejos de los coches o las motocicletas. En todo 2022, estuvieron presentes en 859 siniestros.

Cierto es que un paseo por la ciudad evidencia que hoy en día la inmensa mayoría de conductores de patinete usa casco, sobre todo quienes llevan VMP de mayor cilindrada. Pero también muestra que la inmensa mayoría de ellos no llevan chaleco que, como dice la ordenanza, es opcional. El Consistorio quiere endurecer las condiciones y, si de Carbonell dependiera, también obligaría a los conductores a firmar un seguro de responsabilidad civil.

Pero eso es cuestión de la Dirección General de Tráfico que depende del Ministerio de Interior. Madrid no termina de tener claro si obligar o no a los conductores a firmar ese seguro, igual que tampoco decide de forma definitiva si obligar o no a que tengan matrícula. Hace ya un año que la DGT anunció esa obligatoriedad, pero no se ha concretado. En esto, además, parece que PSPV y PP están de acuerdo, porque el predecesor de Carbonell, Aarón Cano, ya planteó un endurecimiento de las medidas, pero finalmente no pudo ponerlo en marcha.

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