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Ya no hay marcha atrás para el Ayuntamiento con el Sidi Saler. La voluntad manifestada al dejar el hotel fuera de ordenación para dificultar ... su reapertura se consumó ayer con el anuncio de la concejala de Licencias de Actividad, Lucía Beamud, de declarar la caducidad de la licencia, con lo que en la práctica queda bloqueada cualquier tipo de reapertura, a no ser que la propiedad decida ir por la vía judicial a partir de ahora.
La resolución la firmó este jueves y según explicó la edil, el edificio lleva once años cerrado y se trata de un inmueble que se encuentra fuera de ordenación sustantiva, lo que condiciona mucho las licencias que se le pueden otorgar desde la administración pública, siendo éstas –como máximo– las de obras de conservación y mantenimiento».
Bemud añadió que esta edificación está en el ámbito de los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) de la Generalitat. Ambos están en revisión y, por tanto, se aplica el régimen de protección preventiva de la Ley de Espacios Naturales Protegidos de la Generalitat. «Esto significa que desde el Ayuntamiento tenemos la obligación de suspender las licencias para los actos que hayan de dificultar o imposibilitar la consecución de los objetivos de la declaración de Espacio Natural Protegido», argumentó.
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Además de estas circunstancias, el Ayuntamiento también ha declarado la caducidad de la licencia ambiental concedida en 1999 para desempeñar la actividad de hotel al haberse constatado la paralización de la actividad durante más de dos años. Aunque lo que ahora comunica la concejalía es la suspensión de la tramitación de la licencia para la ejecución de obras para la recuperación de la instalación hotelera presentada por las mercantiles Divarian Propiedad S.A. y Coral Homes S.L. hasta la acreditación de la existencia de la previa concesión demanial del titular del dominio público correspondiente.
«No obstante, si se volviera a presentar un solicitud de licencia acreditando este punto, existe la problemática de ser un edificio fuera de ordenación urbana que hace 11 años que no ejerce ninguna actividad, por lo que el Ayuntamiento no podrá dar esta licencia», explicó Beamud.
Los vecinos de la zona mantienen la misma petición desde hace años y así fue recordado desde la asociación de la Devesa de El Saler, al señalar que en lugar del derribo del complejo hotelero «algo que puede ocasionar importantes costes económicos y medioambientales, siempre hemos reivindicado el cambio de uso hacia un centro de mayores, especialidades geriátricas, dado que en toda la zona sur de Valencia no lo hay».
Beamud defendió por último la tendencia del gobierno municipal a «recuperar aquellos espacios naturales que fueron agredidos urbanísticamente en su momento y que ahora mismo han dejado de tener uso».
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