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La seguridad en las calles de Valencia y de los clientes de las tiendas preocupa a los comerciantes de la capital, como quedó demostrado en ... la mesa redonda celebrada en torno al sector dentro de la serie 'La Valencia que queremos', organizada por LAS PROVINCIAS y que contó con la colaboración de la Autoridad Portuaria y Caixa Popular.
El cambio de gobierno municipal tras las elecciones del 28 de mayo ha propiciado un giro completo en la estrategia de seguridad ciudadana. Mientras en los anteriores mandatos se hizo oídos sordos a la petición de la asociación de Comerciantes del Centro Histórico y el Ensanche, en el sentido de que se coloquen cámaras de videovigilancia en las calles de mayor afluencia, el nuevo responsable de la concejalía, el edil Santiago Ballester, anunció que se trabaja en este proyecto, que verá la luz el próximo año.
La cuestión salió con la petición del presidente de la asociación del centro, Borja Ávila, al referirse a la seguridad ciudadana. «No me quiero olvidar de las cámaras; después de la reurbanización de la plaza del Mercado y la plaza de la Reina, con esas cámaras podríamos ayudar a la Policía, que las puede controlar además con agentes que estén en segunda actividad».
En su opinión, hay que «valorarlo otra vez y ponerlas en cuatro o cinco lugares, seguiremos insistiendo».
No tendrán que hacerlo durante mucho más tiempo. Ballester se comunicó con su compañero en el gobierno municipal, el concejal de Movilidad y Policía Local, Jesús Carbonell, para conocer la última hora de la iniciativa. «Ahora se van a colocar cámaras en Ciutat Vella pero para las zonas de bajas emisiones», señala. «Las de vigilancia ya lo están estudiando, se está preparando pero de momento no se sabe el ámbito», comenta.
El edil de Comercio abunda diciendo que «lo estamos trabajando, es complejo por la colocación de las cámaras. Sería conveniente colocarlas aunque por temas legales sea complejo». Ballester comentó que la petición debe hacerse a la Generalitat y también se estudian en zonas como los barrios de Orriols y Torrefiel, donde las entidades vecinales han pedido que sirva de disuasión para la venta de drogas y la comisión de delitos.
Vigilancia continua
Ávila señala que la prioridad debe ser proteger los grandes espacios peatonales. «La plaza de la Reina, la plaza del Ayuntamiento o la plaza Redonda», desgrana, para «proteger a los turistas, que se pegan a ellos, los tenemos identificados y con las cámaras es más sencillo».
El dirigente de la asociación indica que la Policía ya pide en ocasiones grabaciones a los comercios cuando se ha cometido un delito. «Está claro que el sistema funciona porque se emplea en otras ciudades», afirma.
Otro de los asuntos que se pone sobre la mesa es el de las falsificaciones. Vicente Pallardó, responsable de la cátedra Valenciaport, indica que la prioridad en el puerto es la localización de allijos de droga, por lo que confía poco en que ese mercado sea frenado en los muelles. En su opinión y en la de Fernando Móner, presidente de la Asociación de Consumidores, debe haber un cabio en la manera de pensar de los clientes, que se den cuenta del daño que causan las falsificaciones a todos los niveles, no sólo a los comerciantes. «Tiene muchas derivadas», asegura.
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