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P. MORENO / Á. SERRANO
Jueves, 16 de septiembre 2021, 00:46
La estación del Grao es la más antigua de Valencia, está datada en 1852, situada en pleno casco urbano y languidece con una degradación frenada ... cada cierto tiempo por tareas de mantenimiento como el tapiado de puertas y ventanas con chapas metálicas. A todo eso hay que añadir que ninguna Administración la quiere, según se constata en una resolución firmada ayer por el Síndic de Greuges, Ángel Luna.
El inmueble tiene categoría de Bien de Relevancia Local y desde el 14 de febrero de 2013, cuando se produjo la primera reclamación por parte de la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, el asunto ha estado en repartir las responsabilidades por su mal estado entre el Ayuntamiento y la empresa Adif, propietaria y dependiente del Ministerio de Transportes.
Adif quiso romper ese bucle ofreciendo en abril de 2020 la «cesión anticipada con reserva de aprovechamiento del inmueble», es decir, ceder la estación antes de que se ejecute el PAI del Grao pero manteniendo los derechos que supone a la hora de repartir la edificabilidad del nuevo barrio donde se situaba el circuito de Fórmula 1.
Esa idea fue rechazada por los técnicos municipales al entender que tras la revisión de la LOTUP, la ley valenciana que regula el urbanismo, «no existe ningún supuesto que ampare la citada solicitud. Tal reserva está prevista para cesiones de suelo, con las limitaciones previstas en la legislación vigente, y la pretensión de Adif es de cesión de un inmueble».
El documento indica que por un error no se había notificado la resolución a Adif, por lo que se entregó el pasado julio con una serie de observaciones acerca del mantenimiento del inmueble. «Es grave también el retraso por un descuido, teniendo en cuenta que llevamos ocho años reclamando que se rehabilite de manera integral la estación, más allá de los parches que se han hecho», indicaron desde la asociación.
Se trata de la misma conclusión a la que llega el Síndic de Greuges, en el sentido de que se adopte una reforma integral y su puesta en uso de manera inmediata, dando al Consistorio un plazo de un mes para contestar, advirtiendo que «la no aceptación habrá de ser motivada».
Para Pedro Quiñonero, socio y antiguo presidente de la Asociación Valenciana de Amigos del Ferrocarril (AVAF), el caso de la estación del Grao es aún más grave de lo que ocurre en la estación del Norte. «Es la más antigua de España que se mantiene en pie pues data de 1852. Ayer estuve contemplándola y el panorama es desolador. Pensaba que estaría mejor conservada, pero no es así. Si hasta asoma un árbol por una de sus ventanas».
En efecto, un pequeño árbol asoma por una de las ventanas. «Es increíble cómo ha conseguido crecer porque está todo cerrado», subrayó, para apuntar la posibilidad de que por la puerta de atrás se pueda entrar. La estación recae a la gran explanada donde se sitúa cada invierno la feria de atracciones de Navidad, en lo que era la playa de vías.
«En ese lado hay un armario eléctrico destripado que completa el paisaje. Es vergonzoso, indigno de una capital como Valencia». La entidad colocó una placa en 2002 por el 150 aniversario de la primera línea de ferrocarril en el cap i casal, pero desapareció incluso antes de que quedara desafectada para el tráfico ferroviario. «A alguien no le gustaría, supongo», dijo. Sobre el uso que debe tener, Quiñonero mantuvo que debe estar relacionado con el ferrocarril, incluso con algún local para la entidad.
«En Valencia hay casos de edificios que han tenido un uso ferroviario y que ahora sirven como equipamientos públicos», indicó en referencia a la antigua estación del Cabanyal, la de Jesús o la de Marxalenes. En este último lugar existe además una nave circular, denominada La Rotonda, unos antiguos talleres de FEVE, que albergaron un bar, un museo virtual del transporte y hasta la cátedra Demetrio Ribes. La pate trasera de la antigua estación está «abierta porque todo el mundo entra sin problemas a pasear el perro, hacer botellón o lo que le dé la gana», objetó.
El abandono del patrimonio ferroviario se extiende a la cercana estación de FEVE en Nazaret, término de una línea que llegaba desde Giorgeta y que fue cerrada en 1957 tras la riada. Al igual que la anterior se trata de un Bien de Relevancia Local y se encuentra en un peor estado de conservación incluso.
Inmatriculación del inmueble
Sobre esto también existe una recomendación del Síndic de Greuges para que se «impulse la inmatriculación del inmueble a favor del Ayuntamiento», lo que todavía no se ha culminado pese al anuncio realizado hace tiempo.
Sobre esto, desde Círculo por la Defenda del Patrimonio indicaron que «es completamente absurdo e innecesario hablar de proyecto de expropiación para su adquisición o de disponer de dotación presupuestaria para el proceso de inmatriculación cuando el titular catastral no ostenta la titularidad registral y por lo tanto, queda claro según la normativa que «se entiende que la antigua estación de FEVE de Nazaret es propiedad de las Administraciones públicas y se debe actuar en consecuencia». El inmueble ha sido víctimas de varias ocupaciones e incendios.
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