El Ayuntamiento de Valencia por fin ha deshojado la margarita de lo que quiere hacer con el Área de Prioridad Residencial (APR) de Ciutat Vella, las archiconocidas cámaras que Compromís y PSPV instalaron en 2021 y que han multado, desde entonces, a miles de conductores. ... El concejal Jesús Carbonell ha llevado este lunes por la tarde a la Mesa de la Movilidad de Ciutat Vella los cambios propuestos, que pasan por reducir las restricciones; liberalizar el acceso para vecinos, comerciantes y falleros; y eliminar los molestos bucles, que hacían que los residentes tuvieran que dar grandes rodeos para entrar a sus domicilios.
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La principal novedad, como se había anunciado, es que las cámaras no se apagarán. Pese a lo que se deslizó antes de la campaña electoral, la postura del PP cambió con el paso de los meses y ya desde la victoria en mayo se dejó caer que no se iban a apagar. Carbonell se ha reunido a lo largo de estos meses con decenas de entidades con la intención de que los cambios que pretendían introducir contentaran a todos o a casi todos. Estas modificaciones, por cierto, irán entrando en funcionamiento conforme se cambie la señalización, que incluirá el repintado de las franjas rojas en las puertas de acceso o su eliminación donde no sea posible instalar una pintura que evite resbalones.
Las autorizaciones permanentes de las comisiones falleras, que habían protestado por la pérdida de censo desde 2021, pasan de 2 a 4 y además se les autorizan 10 accesos puntuales adicionales al mes. En el periodo fallero, excepcionalmente, podrán solicitar un aumento de los accesos puntuales. «De esta forma se pretende revertir el descenso del censo de las fallas que viene produciéndose desde la aplicación de la APR», ha asegurado el concejal Carbonell.
Por otro lado, en el caso de los comercios, se aumentarán los accesos puntuales de 10 a 15 al mes y, además, se introduce laplaza de Brujas en el Anexo III como zona adyacente a la APR, «para que los vendedores del Mercado Central se puedan equiparar a comerciantes del centro histórico, con los mismos derechos de acceso». Para garantizar flexibilidad en la gestión de las autorizaciones se podrá ceder a un representante la gestión de las mismas, quien además podrá gestionar una bolsa de autorizaciones y distribuirlas según las necesidades de sus representados.
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Movilidad, además, reconvertirá 31 plazas de zona verde a zona naranja en calles como Salvador Giner o Beneficiencia. La única diferencia entre la una y la otra es, como se recordará, que la primera es únicamente para residentes y la segunda en rotación, aunque el doble de cara que la azul. La naranja, además, pasa a ser para residentes únicamente a partir de las 19 horas. Los vecinos pueden sacarse un bono mensual o anual.
Además, Movilidad está ajustando progresivamente las plazas existentes para personas con movilidad reducida a la normativa de accesibilidad del ministerio. Tal como ha explicado Carbonell, «se ha solicitado, de forma reiterada, un aumento de las plazas de carga y descarga y de los horarios permitidos para ello y por eso se habilitará una nueva plaza de carga a la altura del número 10 de Doctor Chiarri».
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Además, se habilitarán franjas adicionales en las calles peatonales con el fin de organizar la distribución urbana de mercancías dentro de la APR y adaptarse a los diferentes horarios de los establecimientos. En concreto, en las calles de los Cambios y Numancia se ampliará el horario hasta las 12 horas. Asimismo, se desplegará próximamente un proyecto piloto para el control de la carga y descarga mediante una app móvil.
La concejala socialista María Pérez ha denunciado que Catalá ha vuelto a abrir el centro histórico al vehículo privado «en una decisión que devuelve la contaminación y el ruido a sus calles y que pone a Valencia en una dirección absolutamente contraria a la del resto de ciudades del mundo, que están apostando por restringir el tráfico privado para ampliar el espacio peatonal». «El PP, con los cambios que ha anunciado esta tarde en la Mesa de Movilidad, rompe con las políticas de pacificación del tráfico que se habían realizado durante los últimos ocho años y que habían acercado a Valencia al resto de ciudades europeas en la recuperación de espacio para los peatones. En la práctica, las medidas de Catalá abren las calles del centro histórico al tráfico de paso, al conductor oportunista, que va a poder utilizarlas como un atajo perjudicando a los vecinos y vecinas de esta zona y a los viandantes», ha continuado la edil.
Para Pérez, esta decisión «se enmarca dentro de la política de movilidad que está llevando a cabo el Partido Popular en la ciudad de Valencia en los últimos meses y que tiene como objetivo exclusive facilitar al máximo los desplazamientos en coche». «La señora Catalá lleva a Valencia en dirección contraria a la del resto de las ciudades europeas, donde la prioridad se coloca sobre el transporte público sostenible y sobre el uso peatonal de las calles o de las bicicletas. Es un sinsentido porque devuelve a nuestra ciudad al siglo pasado, cuando los coches eran la medida de todo y la plaza de la Virgen o del Ayuntamiento eran tan sólo un aparcamiento. Las ciudades ahora están comprometidas con el cambio climático y todas ellas, sin excepción, están trabajando en medidas de contención de los desplazamientos en vehículos privados y en el incremento de las zonas peatonales. Todas menos Valencia por culpa del negacionismo de Catalá», ha manifestado.
En lo que respecta a aparcamientos públicos, el Consistorio estudia habilitar el aparcamiento de Juan de Vilarrasa para vecinos. Se encuentra en fase de redacción de proyecto y una vez terminado se decidirá qué porcentaje de plazas son para rotación y cuáles para residentes.
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Una de las principales quejas de los vecinos era que tenían que dar mucha vuelta para salir o entrar a sus casas. El antecesor de Carbonell, Giuseppe Grezzi, impuso un sistema de 'bucles' que impedía cruzar el barrio de un lado a otro para evitar el tráfico oportunista. Lo consiguió, por supuesto, pero a costa de complicar el día a día de los residentes. Son esas quejas las que ha escuchado el PP, que permitirá atravesar la plaza del Tossal desde Caballeros para luego acceder a Moro Zeit y salir hacia Guillem de Castro. Además, se eliminará el tramo peatonal entre calle Alta y plaza del Árbol.
Además de lo anterior se habilitan nuevos giros: desde avenida del Oeste hacia calle de San Pablo (un giro que hasta el momento sólo podía hacer la EMT), en el entorno de la plaza Manises y en la calle Guillem Sorolla hacia plaza de Brujas solo para taxis
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Además, se habilitará un nuevo acceso por la calle Derechos en la que se invertirá el sentido de circulación como alternativa al acceso por María Cristina y se instalará una cámara de control de acceso en la esquina, presumiblemente, con San Vicente Mártir. En este aspecto también se actuará para prohibir el acceso ilegal que se estaba produciendo en el callejón entre el IVAM y el Museo de Etnología y se facilita el acceso por calle Salvador quitando uno de los hitos verdes del carril bus.
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