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Miércoles, 12 de diciembre 2018, 20:07
valencia. Las últimas pintadas en las paredes de la Lonja han aparecido esta misma semana. Pero es una constante preocupante. Este año grafitis han afeado las fachadas del edificio Patrimonio de la Humanidad este mes en dos ocasiones, en noviembre, en marzo o en febrero. Mientras, nada se sabe de las cámaras de videovigilancia anunciadas en enero. O nada se sabía, porque ayer mismo fuentes de la Delegación de Gobierno informaron de que recibieron el proyecto en octubre y fue durante la jornada de ayer cuando el Consistorio resolvió algunas cuestiones técnicas que la delegación les exigió aclarar antes de que el expediente siguiera adelante.
Según Delegación de Gobierno, la solicitud llegó a la calle Colón el 4 de octubre. El 21 de noviembre, se le solicitó al Ayuntamiento que aclarara algunos puntos, entre ellos que acreditara de manera «suficiente» la pertinencia de las cámaras, que dijera explícitamente que no iba a grabar sonido o el ángulo de algunas de ellas, entre otras cuestiones de relativa importancia, según la Delegación de Gobierno. Esa aclaración llegó ayer, por lo que el expediente sigue ahora el cauce establecido. En cualquier caso, desde su presentación el 13 de enero tras varios actos vandálicos que sufrieron los monumentos de la ciudad, hasta ayer 11 de diciembre ha pasado casi un año, 11 meses para ser exactos. El anuncio llegó por parte de la concejalía de Patrimonio Cultural después de que a un indigente se le incendiara el colchón en el que dormía pegado a una de las puertas laterales de las torres de Quart a comienzos de este año.
La concejala de Patrimonio Cultural, Glòria Tello, explicó ayer que la falta de personal ralentizó el proyecto en el seno del Consistorio: «Tuvimos que destinar a nuestro único ingeniero a elaborarlo y eso llevó meses». «Conselleria tiene que dictaminar porque son entornos BIC y la ley obliga a que Conselleria autorice toda instalación en los alrededores de un Bien de Interés Cultural. Y Delegación de Gobierno debe autorizar también porque lo marca la ley por el tema de la privacidad de las personas al grabar», indicó la concejala, que recordó que se colocarán 43 cámaras con un coste de 508.000 euros.
El proyecto del Consistorio plantea la instalación de ocho cámaras en la Lonja y otras ocho en el Almudín, otras seis tanto en las torres de Serranos como en las de Quart y las Atarazanas, cinco más en el Museo de la Ciudad y otras cuatro en el Palacio de Cervellón. La red estará conectada con fibra óptica a la Central de la Policía Local, donde se podrán visionar las imágenes almacenadas cuando sea necesario. Los dispositivos serán de alta definición, con reducción dinámica inteligente de ruido y podrán grabar durante la noche. La idea es colocarlos en farolas y fachadas.
Todo parece indicar que la Delegación de Gobierno podría dictaminar en pocos meses. Según fuentes del departamento, la cuestión irá a la próxima Comisión de Videovigilancia, un órgano compuesto por jueces, fiscales y abogados que estudia todas las aristas legales de la colocación de este tipo de servicios de grabación en las calles y que ya tuvo que dictaminar sobre las cámaras en el viejo cauce del Turia cuando se decidió su instalación. Esta comisión se reúne dos veces al año y el proyecto no llegó a la anterior, en julio, pero sí entrará en el orden del día del próximo encuentro, que se producirá esta semana. Sin embargo, el dictamen no es inmediato. Según las mismas fuentes, el informe de la reunión de julio apareció en septiembre: dos meses después. Por tanto, la colocación de las cámaras podría realizarse en torno al mes de marzo, según explicaron desde Delegación de Gobierno.
Mientras llegue ese momento, las pintadas siguen apareciendo en los monumentos de la ciudad, las últimas esta misma semana en la Lonja, concretamente en el paño recayente a la calle Cordellats. Se trata de marcas hechas con cera azul, que a buen seguro han sido realizadas por un menor, tal como denunció el pasado lunes por la noche el Círculo por la Defensa del Patrimonio, que pidió a las familias que cuiden que sus hijos no ensucian los elementos más importantes del patrimonio valenciano. La Lonja de la Seda es Patrimonio de la Humanidad y la UNESCO ya alertó en su momento con retirarle esa distinción si no se cuidaba más.
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