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El Ayuntamiento de Valencia ha presentado esta mañana la nueva ordenanza de convivencia que se llamará de civismo en el espacio público y que incluye, como grandes novedades, que los padres serán los multados en caso de que sus hijos beban en la calle. La notificación llegará a casa y se podrá reducir o eliminar la sanción, de 400 euros, si se hacen en familia cursos de reeducación o voluntariado social.
Así lo ha anunciado la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, que ha presentado el borrador de la ordenanza junto a Paz Lloria, de la Cátedra de Seguridad Ciudadana de la Universitat de València, encargada de la elaboración del documento. La ordenanza también contempla medidas contra la mendicidad coactiva, con incluso eliminación de las ayudas sociales para los infractores, o contra quienes no recogen los excrementos de los perros.
Además, el documento prevé que los grafiteros que actúen en edificios sin autorización puedan ver reducida o eliminada su sanción si limpian el muro. Esto no se aplicará en caso de pintadas con permiso o en los murales artísticos como los que se han pintado en chaflanes del Cabanyal o de la Ciutat del Artista Faller.
Menguzzato ha destacado el valor «transformador» de la nueva ordenanza, que busca un cambio de paradigma antes que sanciones. «Muchas de las multas no se pueden cobrar porque se ponen a insolventes y con estas nuevas medidas buscamos un plus de educación», ha explicado la concejala socialista.
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