Francisco Martínez: «El barrio ha progresado muchísimo»

Sociable e inquieto, afirma que lo más importante que ha aprendido ha sido a través del estudio y del trato con los clientes: «He notado que la gente me quiere. Y eso para mí, quieras o no, es un tanto a mi favor».

Su largo recorrido en el barrio le hace recordar aquellas décadas en las que, frente a su negocio, aún había huerta: «Todo esto de aquí delante estaba vacío. Cuando me iba a las ocho no había luces ya».

Francisco observa que la zona es más segura que antes, y que ya no se dan situaciones como la que le tocó vivir hace años, en la que un atracador lo arrinconó junto a una clienta y su hijo a punta de pistola, y le obligó a darle su dinero.

El farmacéutico señala que esto sucedió hace años, y que con el aumento de población es difícil que ocurra algo así. «Ha progresado muchísimo. De ser cuando vinimos dos o tres fincas antiguas, a pasar ya a una zona que ha subido de categoría». Más personas y diferentes tipos de clientes son algunas de las diferencias que Francisco encuentra en el barrio en el que los clientes ya lo conocen por su nombre de pila.

Quienes pasan el día a día entre las calles del barrio, como Francisco Martínez, explican los matices de una nueva realidad marcada por la pandemia. Lee en LAS PROVINCIAS qué sucede en el barrio de Peñarroja a través de sus testimonios.