
Un barrio entre solares y con un colegio abandonado
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Los vecinos de Rovella-Fuente de San Luis quieren que en el antiguo centro educativo se cree un retén policial y servicios para los residentesLola Soriano
Valencia
Viernes, 26 de mayo 2023, 01:50
Ni uno ni dos, sino entre 30 y 40 años lleva cerrado el centro educativo de la calle Actriz Pepita Serrador, en el barrio de ... Rovella, que primero fue un colegio y luego un centro de formación profesional. Han pasado muchos años, el tiempo suficiente para buscar una nueva utilidad al recinto, pero los vecinos lamentan que carecen de servicios municipales y, en cambio, la zona se va degradando a pasos agigantados.
Como explica Alberto López, «hasta hace un tiempo el colegio estuvo ocupado. Se acumulaba mucha suciedad y hacían hasta hogueras dentro del edificio. Al final hace casi un año vinieron las autoridades y tapiaron el recinto, porque esto no podía seguir así».
Ahora la realidad es que se ha cerrado a cal y canto y la vegetación ha crecido y se ha apoderado de la zona y tapa hasta las antiguas canastas de baloncesto. El terreno es propiedad de un ministerio, pero los residentes lo que piden es que el Ayuntamiento «pida el uso o la cesión del solar y así que se convierta en un equipamiento para el barrio», comenta Alberto López.
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De hecho, los vecinos han transmitido en alguna ocasión al gobierno local que estaría bien «tener este espacio con un retén de la Policía Local porque terreno hay de sobra porque el que tienen actualmente en la zona próxima al pabellón de la Fonteta se ha quedado pequeño con las nuevas incorporaciones».
Pared con pared hay otro solar que tampoco tiene uso y ambos espacios se encuentran compartiendo medianera con el colegio Salesianos. En este segundo espacio, que antiguamente era una vaquería, como detallan los vecinos, ahora alberga unas chabolas de madera donde vive gente con pocos recursos. «Tenemos que decir que no causan molestias y ni problemas y si alguna vez se ha acumulado chatarra, vecinos de la zona han llamado y se ha arreglado todo», indican.
En este distrito de Quatre Carreres, y concretamente en Rovella, son muchos los pequeños solares que están pendientes de uso o de construcción. Por ejemplo, en la calle Fuente de San Luis y a un paso de Ausias March, «tenemos justo al lado de un edificio de Obras Públicas, un terreno donde se supone que tenían que hacer un parque, pero nunca llega», comentan los residentes.
Es más, El portavoz de la asociación Rovella-Fuente de San Luis, Alberto López, comenta que en su momento «pedimos que pusieran setos bajos y máquinas biosaludables para que los mayores puedan hacer ejercicio, pero en su lugar, está lleno de charcos y de coches».
Justo enfrente, a menos de 20 pasos, otro solar espera la construcción de fincas, pero también está plagado de coches aparcados.
Otro proyecto que tuvo el visto bueno de los presupuestos participativos de Decidim VLC y que tampoco se ha materializado es la apertura de viales entre Sollana y Rafael Albiñana. Como detalla Alberto, «por la calle Sollana entran muchos padres con los coches para llevar a sus hijos a un colegio y se arman grandes follones porque la calle se estrecha por un árbol y pedimos que abrieran camino por una acera en Rafael Albiñana y Sollana, decían que había una partida de 50.000 euros, pero no se ha hecho».
Pero los solares no son el único problema del barrio, las zonas ajardinadas y los parques también están descuidados. Así, por ejemplo, el parque dedicado a los personajes de cómic creados por Francisco Ibáñez, Mortadelo y Filemón, está muy descuidado. En esta zona ajardinada de Hermanos Maristas sólo queda una de las dos figuras y una tortuga y los juegos infantiles de madera necesitan una reposición.
En ese punto hasta de las raíces de los árboles salen ramas, hay mucha broza «y los dueños de mascotas llevan sueltos a los perros por la zona de juegos y nadie hace nada por evitarlo», comentan.
En otro tramo de Hermanos Maristas hay un segundo parque infantil y el suelo de goma está en muy mal estado, sin que se actualice.
En todo el bulevar de Hermanos Maristas la maleza invade los árboles y las zonas de césped. «Ya no ponen herbicidas, nos parece bien, y sabemos que de vez en cuando vienen a cortar la maleza, pero lo que decimos es que hace falta que vengan con más frecuencia para mantenerlo aseado», añaden los residentes.
La desidia en el mantenimiento del barrio también se nota en las pintadas, ya que en muchas paredes, solares y fincas abundan los grafitis.
A pesar de todas estas muestras de falta de inversión, los vecinos de la Roqueta-Fuente de San Luis, asociación enmarcada en Quatre Carreres, se muestran muy activos. Cabe recordar que cuando empezó la pandemia por Covid-19, «vimos que era difícil encontrar mascarillas para el persona sanitario y para los vecinos y nos pusimos a coser con telas mascarillas y también hicimos batas para los sanitarios», indica Alberto López.
Además, junto con el centro de salud de Fuente de San Luis, organizan caminatas, tipo marcha nórdica con bastones, los martes y jueves a las 9.45 horas «porque siempre decimos que menos pastillas y más zapatillas. Queremos fomentar que nuestros vecinos anden y mejoren su salud».
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