Valencia tiene, a fecha de 1 de enero de este año, un total de 797.665 habitantes, lo que supone un ligero retroceso respecto a 2021, cuando se llegó a 800.180 personas. En base a estas dos cifras, la Oficina de Estadística del ... Ayuntamiento ha realizado un completo estudio que incluye entre otras cuestiones la evolución en distritos y barrios. En estos últimos hay 57 casos con menos vecinos que el año anterior, mientras que han subido en otros 29 y uno se ha quedado exactamente igual, en concreto la pedanía de La Torres.
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De los que suben, uno de los casos más llamativos es el de Ciutat Vella, cuyos barrios se han salvado de la despoblación gracias a la llegada de población extranjera. Como publicó LAS PROVINCIAS, esto ha supuesto que el 23,4% de los empadronados procedan de otros países.
En Valencia, el 47,5 % de los vecinos son hombres (378.869) y el 52,5% restante mujeres (418.796). Por edad, el grueso del padrón se sitúa en torno a la cuarentena; y por nacionalidad, el 85,1 % tiene nacionalidad española y el 14,9 % extranjera.
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Según este informe, el distrito más poblado de la ciudad es Quatre Carreres, con un 9,3 % de la población, mientras que el distrito que más población ha ganado durante 2021, con un incremento de un 1,7 % es Ciutat Vella.
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De la población extranjera (165.239 personas), el predominio por continentes se reparte entre los 6.880 de origen rumana en el caso de Europa, junto con los 4.932 marroquíes en el apartado de África. En América del sur sobresalen los 17.254 colombianos, siempre según la estadística municipal, junto con los 5.637 hondureños para América Central. Los 7.077 ciudadanos chinos dominan la cuota asiática.
Al analizar los datos por distritos, en siete ha subido la población, mientras que en 12 ha bajado. En estos últimos se encuentra el Ensache, Extramuros, Pla del Real, Zaidía, Oliveretea, Patraix, Jesús, Poblados Marítimos, Camins al Grau, Algirós, Benimaclet y Rascanya.
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Para la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, los motivos de la pérdida de habitantes son variados, aunque destacó algunos como la gentrificación, es decir, la sustitución de vecinos de «toda la vida» por una mezcla de apartamentos turísticos y recién llegados. También el precio de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, que provoca un éxodo continuo de jóvenes hacia poblaciones de l'Horta.
«También se nota el efecto del ocio porque se marchan a otros más tranquilos», consideró. Citó como ejemplo Ruzafa, con menos población que en 1991 a pesar de la ejecución del Plan RIVA y de la vitola de ser el «barrio de moda» de Valencia los últimos lustros. La bajada en casi un centenar de residentes es una consecuencia más de todo lo anterior, aseguró. «A todo esto se le añade que la mayoría de las viviendas no tienen garaje. El piso más barato supera los 700 euros al mes, mientras que para el coche hacen falta al menos otros cien euros mensuales».
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«La llegada de población extranjera se nota mucho en Ruzafa, en cualquier comercio se escucha hablar italiano, alemán, francés o inglés», apuntó la dirigente vecinal.
El análisis estadístico muestra que distritos populosos como el de Zaidía en sus cinco barrios, lo contrario de lo que ha sucedido en Campanar, donde se ha frenado la pérdida de residentes. Nou Moles y Olivereta han perdido también. Barrios populosos como Malilla o Benicalap no han notado el retroceso, lo que sí ha pasado en Patraix y Benimaclet por ejemplo.
Esto último se debe a que en los dos primeros casos hay sectores urbanizables en plena ejecución con la construcción de decenas de fincas, mientras que los otros dos ejemplifican la paralización de proyectos por parte del Ayuntamiento. En Patraix, el plan especial del centro histórico lleva una demora de años, mientras que la zona en expansión junto a la ronda norte está paralizada por el distinto criterio de Compromís y PSPV sobre los uso de los solares.
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En cuanto a las pedanías, el comportamiento es ligeramente mejor que el registrado en los barrios. En los ocho pueblos de la Albufera, se han contabilizado pérdidas de residentes en cuatro de ellos. Por el contrario, en los del norte ha bajado el padrón en sólo dos de los siete casos.
La influencia del Covid es innegable en el estudio estadístico, con una mortalidad por encima de lo normal. La generalización de la vacuna ha hecho que las cifras de fallecidos se suavicen, aunque la derivada es que en 2021 había todavía numerosas restricciones, incluidas las de movilidad entre territorios, lo que frenó en parte el fenómeno de la inmigración con una incidencia que afecta a todos los barrios.
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