Miles de turistas pasan cada día por las calles de Ciutat Vella, el barrio más visitado y uno de los más emblemáticos de Valencia, pero ... los problemas de suciedad con la acumulación de basura hacen que todos se lleven una mala impresión de la ciudad. Y por supuesto, esa insalubridad y malos olores han puesto en pie de guerra a vecinos y comerciantes de la zona. La gran cantidad de restaurantes que hay en el barrio provoca que los contenedores estén siempre llenos de bolsas con residuos, lo que ahora con la llegada del calor es un foco también de insectos y roedores.
Publicidad
Los servicios de limpieza del Ayuntamiento llegan a pasar hasta tres veces al día, pero su función resulta ineficaz en la mayor parte de la jornada por las horas de recogida. La primera es a las 7 de la mañana, pero el mayor problema está en el segundo paso, a las 14 horas. Y no vuelven a recoger los residuos hasta la 1 de la madrugada. Es decir, que todos los desperdicios que generan los restaurantes en el turno de la comida se acumulan e incluso se juntan con los de la cena, generando montones de bolsas llenas, malos olores y una imagen nefasta justo al lado de la plaza de la Reina, la Catedral y el Mercado Central, las zonas más visitadas por los turistas.
Ante esta situación, la Policía Local realizó una reunión de mediación entre los vecinos, comerciantes, los establecimientos de hostelería, la empresa de limpieza municipal y el Ayuntamiento el pasado 23 de mayo en Ciutat Vella. El motivo eran las «molestias de salubridad e higiene por suciedad y olores en la calle Corretgeria y adyacentes» y las partes alcanzaron un acuerdo amistoso. Pero esas soluciones adoptadas aún no se han puesto en práctica. En ese acta policial se establecía que los bares no utilizarían los contenedores habilitados para los vecinos y que almacenarían sus residuos en los que les da el Consistorio.
Pero esto no está ocurriendo y en puntos como en la calle Talega resulta ya insostenible. Se trata de un callejón perpendicular a Corretgeria, a pocos metros de la plaza de la Reina y de paso continuo de turistas y vecinos. En un espacio muy reducido hay cinco contenedores que usan los restaurantes. «Da igual que pases a las 5 de la tarde o por la noche, siempre están llenos, es una guarrería. Hay fuertes olores que se producen al arrastrar las bolsas de basura desde los restaurantes hasta los contenedores con líquidos en su interior y da una imagen de dejadez y desorden en una de las zonas con más afluencia de la ciudad», critica Rafael Mampel, presidente de la Asociación de Vecinos de Ciutat Vella.
Publicidad
Vladimir es empleado de un comercio de bicicletas y patinetes en la calle Corretgeria y sufre a diario esta situación. «Huele mucho, hay ratas, cucarachas, y todo proviene de esta basura, de ese callejón de Talega. Hay muchos restaurantes que producen un montón de basura y todos la tiran aquí y se llenan enseguida los contenedores. Es una calle muy emblemática de la ciudad, atrae a muchos turistas y deben poner una solución», apunta.
También Eva, que trabaja en una tienda de souvenirs justo enfrente del callejón, es testigo. «Es un caos la basura aquí, aunque la quiten por la mañana siempre quedan charcos de agua estancada, suciedad, no pasan una manguera ni barren bien, da asco ese callejón. Hay muchos restaurantes y durante casi todo el día hay una peste insoportable y de cara a los turistas es una imagen horrorosa. Huele muy mal, falta limpieza en general, se acumula la suciedad, porque pasan el chorro pero se dejan charcos de agua sucia. No están coordinados para barrer y limpiar y no es efectivo con la suciedad», dice la joven.
Publicidad
En el acta policial uno de los acuerdos al que llegaron fue eliminar estos contenedores y situarlos en otras partes, pero un mes después continúan en el mismo sitio. Los vecinos proponen utilizar el solar de propiedad municipal de la calle Juristas número 6 para instalar un servicio de recogida de residuos móvil con plataforma, con lo que podrían eliminarse los contenedores de calles Juristas, Cocinas y Reloj Viejo. «Esperemos que con el nuevo gobierno nos hagan un poco más de caso, porque hasta ahora nos sentimos abandonados», dice Mampel.
Muchos de los restaurantes del barrio están dados de alta en el servicio municipal de recogida de residuos puerta a puerta, pero Rafael Pérez, representante de establecimientos de hostelería de Ciutat Vella, hizo saber en la reunión del 23 de mayo que los residuos se generan más tarde de la hora en la que pasa el servicio de limpieza (14 horas) y por tanto los depositan en los contenedores generales porque en los que les da el Ayuntamiento se les acumulan. Además, Pérez denunció que dos establecimientos de la plaza de la Reina, como son McDonald's y Bertal, al depositar sus residuos han dejado manchas adheridas al pavimento imposibles de quitar y que pueden ocasionar caídas al tener grasa.
Publicidad
El Ayuntamiento, a través de Yolanda Morant, jefa de sección de Residuos Urbanos, se comprometió a reducir o eliminar los contenedores de la calle Talega al ser una zona tan turística, pero aún no se ha llevado a cabo ninguna solución. En la plaza del Negrito, calle Cocinas y carrer de l'Om este problema de acumulación de basura también es algo diario. Leonor es vecina de la zona y ve cómo «se pone hasta arriba de bolsas de basura continuamente, la gente pasa por aquí por los contenedores, hay exceso de restaurantes, pero ya desde por la mañana se llenan y están todo el día a rebosar», lamenta la mujer.
El líder de la asociación vecinal señala que en la recogida municipal «las horas críticas de medio día no están bien establecidas, deberían venir a las 17 horas, cuando los contenedores están llenos, porque la basura que tiran a la hora de la comida no se ha vaciado hasta la 1 y se junta con la de la cena», destaca Mampel. «El Ayuntamiento facilitó a los restaurantes contenedores que ellos llenan con botellas y basura, por las noches lo sacan a las puertas y pasa un camión y lo recoge para que el contenedor del barrio no se sature tanto, pero aún así se produce mucha basura, no es suficiente, necesitarían contenedores más grandes«, expresa sobre este servicio puerta a puerta que debe mejorar y comenta que esto provoca «malos olores y cucarachas».
Publicidad
También es vecino de la calle Corretgeria Miguel. «Pasan los de limpieza, baldean, pero todos los restaurantes vuelven a tirar la basura poco después y se llena de nuevo, es una calle con mucho paso de turistas y la imagen es muy mala, es momento de ponerle solución. Hay muchos restaurantes, está lleno y con tanta basura provoca suciedad», explica. Y Mampel añade: «La imagen para el turismo es nefasta, estás comiendo en un restaurante y los contendedores se ven, están en zonas de paso, da aspecto de suciedad, de porquería, no es propio en un punto tan turístico, la imagen que estamos dando es de pena».
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.