![Ana Isabel Gómez, a la derecha, primera en llegar al Besamanos de la Virgen.](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202111/24/media/cortadas/cola%20y%20virgen%20y%20primeros_20211124100242-RoKZ9Tr3WmzE6jgMCf5s0kL-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Lola Soriano
Valencia
Miércoles, 24 de noviembre 2021
Ni la lluvia ni el frío causado por el desplome de la temperatura, con momentos en el que el termómetro marcó 8 y 11 grados en Valencia, han conseguido este miércoles frenar la devoción mariana. Y es que miles de valencianos se han acercado a la plaza de la Virgen y a la Basílica para participar en el Besamanos a la Mare de Déu, acto que no se pudo organizar en 2020 ni en mayo de 2021 por la pandemia.
Este año tocaba dar las gracias a la Virgen, pedirle trabajo y que proteja a la gente del contagio por Covid-19 y, precisamente esas fueron las dos plegarias que más se han repetido.
Muy emotivo ha sido el mensaje de Camilo Blasco, vecino de la Cruz Cubierta, quien ha indicado que «es la primera vez que vengo al Besamanos. Mi mujer tuvo Covid, pero menos mal que fue leve. Y vengo a pedir el fin de la pandemia y que termine ya la erupción del volcán de Palma. No quiero ni pensar lo que estarán sufriendo».
La cola para participar en el Besamanos comenzó de madrugada, tal como explican los Seguidores de la Virgen. La primera fue Ana Isabel Gómez.
«Es la primera vez que logro ser la primera en pasar ante la Virgen en el Besamanos. He llegado a las 4.45 horas y ha valido la pena esperar». Así se ha expresado Ana Isabel Gómez, vecina de Borbotó que quiso agradecer a la Mare de Déu la protección ofrecida en esta pandemia.
Esta vecina se hizo un retrato con la Virgen y recordó que «hace años nos hicieron una foto en el Besamanos que salió en prensa y entonces ya vine con mi abuela, mi madre y mi hija».
A primera hora la gente llegaba a la plaza de la Virgen en constante goteo, si bien la cola no era tan prolongada como la de otros años, por el mal tiempo. El presidente de los Seguidores de la Virgen, José Luis Albiach, indicó que «como hacia frío hemos abierto a las 6.55 horas, para que la gente no se helara en la calle. Es muy importante para nosotros poder retomar este acto que no pudimos hacer en 2020 ni en mayo de 2021 por la pandemia».
Según ha afirmado, «hasta las 16 horas pasaron 7.000 personas, si bien a esas alturas otros años la cifra era de entre 12.000 y 14.000, pero no es comparable porque en mayo siempre hace sol». Luego ya por la tarde, conforme se fue la lluvia y cuando los padres ya habían recogido a los hijos del colegio, la cola ha vuelto a crecer. De hecho, a las 19 horas ya habían pasado 11.000 personas.
El vicerrector de la Basílica, Álvaro Almenar, ha comentado que «habíamos percibido que los fieles tenían ganas de ver a la Virgen y la Mare de Déu también quiere estar cerca de sus hijos, por eso se ha organizado el Besamanos».
Para que todo funcionara a la perfección, un centenar de voluntarios han estado pendientes del cumplimiento de las normas Covid: se tomaba la temperatura a cada feligrés, aplicaban hidrogel y daban una estampa.
Además, una cuadrilla limpiaba constantemente los bancos de la Basílica. Una vez dentro, los devotos no podían besar la mano de la imagen, «pero sí le hacían reverencia. Nuestros Seguidores han pasado por el manto de la Virgen pañuelos, estampas, mascarillas e incluso una señora ha traído ropa de bebé para acercarla a la Virgen porque su hija estaba en el paritorio», añadieron José Luis y su hija Laura Albiach.
Otra devota, Carmina Miralles, ha acudido a la cita con su nieta, de nombre Lucía. «Tiene cuatro meses y he venido a ofrecerla a la Virgen». Otra mujer, Caterina Llácer, de Xirivella, ha asistido con un collar del árbol de la vida y lo pasó por el manto «porque en este medallón llevo cenizas de mi madre y quería hacerle un homenaje».
María José Tortajada, vecina de la zona de la calle Sagunto, ha confesado que acudía para «pedir salud, que no falte trabajo a los hijos y para que podamos celebrar las Navidades en familia».
Por otro lado, la diócesis de Valencia celebrará un Año Jubilar Mariano desde el segundo domingo de mayo de 2022 a mayo de 2023, con motivo del centenario de la Coronación Canónica de la Virgen. Incluirá la salida de la imagen peregrina de la Virgen a grandes ciudades de la diócesis de Valencia y a santuarios.
Una anécdota muy emotiva de la jornada ha sido la elección del manto que ha lucido la Virgen, una seda de tono claro muy elegante que donaron Ximo Martí, artista fallero, y su esposa Nuria Lledó, ambos falleros de Barraca-Espadán.
Relataron que «en 2017 mi hija María se puso muy malita y le prometimos un manto a la Virgen para el Besamanos. El destino y la nuestra Virgen decidieron que ella tenía que estar en el cielo, pero acordamos seguir adelante con la promesa. Mi marido me dijo que eso lo tenía que cumplir y, por supuesto, lo íbamos a donar juntos».
La tela la confiaron a la Compañía Valenciana de la Seda y la confección a José Polit, indumentarista de de En Hilos de Seda y casualmente el dibujo de esta seda fue el mismo que lució Nuria en su traje de novia.
En redes sociales Nuria hoy explicaba que «hoy cumplo mi promesa por ti, mi pequeña. Aunque no esté físicamente conmigo, me ayuda todos los días a seguir adelante. Sólo quiero que sigas cuidándonos, junto a la Virgen, tanto a tus padres como hermanos, los que sin conocerte te nombran todos los días». Y concluye que «hoy, por fin, puedo ver lucir el manto que la familia Martí Lledó te ha regalado y espero que los valencianos lo disfruten».
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