El botellón y los apartamentos turísticos lastran Ciutat Vella

Los vecinos de Ciutat Vella están encantados con su barrio, pero los apartamentos turísticos y el botellón lastran el crecimiento de un enclave del centro de la ciudad que está mucho mejor que hace 20 años. Estas son las principales conclusiones de un estudio realizado por Ciutat Vella i Viva, un colectivo formado por vecinos, comerciantes, hosteleros y artistas que pretende combatir por el barrio desde un punto de vista positivo. Resulta llamativo que la menor preocupación para los residentes sea la terraza, sobre todo cuando algunos eventos en defensa de la hostelería del barrio han terminado con enfrentamientos con otras plataformas como Veïnat en Perill d'Extinció, de la que forma parte Amics del Carme.

El estudio también analiza los aspectos positivos que tiene para los vecinos vivir en un entorno como Ciutat Vella. Hacerlo rodeado del patrimonio cultural de la ciudad recibe la puntuación más alta con un 4,7 sobre 5, seguido de cerca por la mejoría en el estado general de la zona (4,4 sobre 5) y de la oferta de gastronomía y ocio (4 sobre 5), así como el estilo de vida en Ciutat Vella (3,8 sobre 5). Por otro lado, la escasa tranquilidad es lo menos positivo del barrio con una puntuación de 2,6 sobre 5.

En lo tocante a los aspectos negativos, para los encuestados por Ciutat Vella i Viva después de los apartamentos turísticos, el botellón y los lateros vienen los solares abandonados (con una puntuación de 4,3 sobre 5), el problema del aparcamiento y la dificultad para circular por el barrio (4 sobre 5), la falta de zonas verdes (3,8), la suciedad en las calles (3,7) y el ruido (3,2). Pero comparada la situación de Ciutat Vella con la del resto de barrios de la ciudad, los vecinos consideran que es mejor que la del resto de Valencia y que ha mejorado mucho en los últimos 20 años.

La entidad usará estos datos para articular en torno a ellos sus acciones de los próximos meses dentro del ambiente asociacionista que hay en el barrio, con decenas de plataformas y entidades vecinales que luchan por Ciutat Vella desde distintas ópticas, lo que provoca algunas situaciones tensas, como la vivida el pasado verano en la plaza de l'Om donde coincidió un acto en defensa de las terrazas con una acción que pedía recuperar espacio público arrebatándoselo de nuevo a la hostelería. Además, la concejalía de Espacio Público del Ayuntamiento de Valencia ha realizado una campaña de «racionalización» de terrazas en Ciutat Vella que ha soliviantado a buena parte de los locales de ocio, bares y restaurantes, a la que se ha sumado el Plan Especial de Protección del distrito que aumenta la distancia, por ejemplo, entre mesas y sillas y los propios edificios, entre otras medidas correctivas del espacio público.