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F. RICÓS
VALENCIA.
Domingo, 4 de octubre 2020, 23:18
El colapso en los centros de atención primaria, convertidos en la verdadera primera línea de batalla contra el coronavirus, está golpeando de manera especial en el de Joaquín Benlloch, en el barrio de Malilla. Un centro concebido hace varias décadas «para unos 13.000 usuarios de un barrio que actualmente tiene alrededor de 35.000 habitantes» afirma Jesús Gil, del Sindicato Médico.
Su acción contra el Covid y la precariedad de sus instalaciones ha motivado que dos sanitarios se hayan contagiado, según confirmaron a este periódico dos sindicatos médicos, y otros seis se encuentren en cuarentena a la espera de que hoy se les realice la prueba PCR.
Al parecer un sanitario se infectó pero no manifestó síntomas y contagió al menos a una persona más. Según el coordinador de zona del Sindicato Médico, Jesús Gil, las pruebas para detectar el coronavirus se van a realizar a las personas que más estrecho contacto han mantenido con las contagiadas.
«Ahora hay 20 médicos cuando antes, hace muchos años, había solamente seis. Hay consultas que no disponen de ventilación exterior y son consultas pequeñas», lamenta Gil, que considera este ambulatorio de Malilla y el de Castellar como «los dos peores de toda la provincia de Valencia».
El ambulatorio está situado en la planta baja de un edificio de la calle Joaquín Benlloch. Los centros de atención primaria que se construyen desde hace unos cuantos años son inmuebles independientes.
Este responsable del Sindicato Médico afirma que «si este centro fuera una cafetería ya estaría cerrada por Sanidad porque incumple la reglamentación de riesgos laborales».
«¿Cómo no va a haber contagios en el centro de Joaquín Benlloch? Aquello es una cueva», afirma el secretario general del Sindicato Médico en la Comunitat Valenciana, Andrés Cánovas.
Las consultas y los espacios comunes del ambulatorio de Malilla fueron desinfectadas este pasado sábado, según indicaron las fuentes consultadas, para evitar la transmisión del virus.
Jesús Gil indicó que la situación del interior de estas instalaciones es tal que las pruebas PCR a los pacientes se realizan «por la puerta de atrás» del ambulatorio, «que es donde se encuentra la salida de emergencia» del local, puntualiza Gil.
Además, este miembro del Sindicato Médico advierte de que los sanitarios que tienen que guardar la cuarentena, tanto los contagiados como los que han mantenido un contacto estrecho, ocho en total, «no van a ser sustituidos», afirma Jesús Gil porque como ha dicho en innumerables ocasiones la consellera de Sanidad, las bolsas de trabajo están vacías.
Fuentes del sindicato Csif indicaron que hace ya tiempo que reclamaron la instalación de recicladores de aire por la mala ventilación que sufren las instalaciones.
Desde hace cinco años se está pendiente de la construcción de un nuevo centro de salud. Pero al parecer hay un litigio con los que fueron propietarios de ese suelo, ya cedido por el Ayuntamiento de Valencia.
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