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José, buscador de metales, en la playa de Valencia. P. M.

Buscadores de tesoros en la arena de Valencia

La limpieza de la playa por San Juan da paso a los paseos con los detectores de metales

Paco Moreno

Valencia

Domingo, 24 de junio 2018, 10:11

«Esto es una afición porque tampoco se encuentra gran cosa». José Benítez, vecino de Orriols pero de Extremadura, como bien recalca, pasea por la playa de la Malvarrosa a las ocho de la mañana con un detector de metales. Es uno más de los que recorren la arena buscando cualquier cosa abandonada en la resaca de la fiesta.

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«Un puñado de euros y algo más», dice sonriente. José tiene varios detectores, incluso uno que localiza metales en el agua, aunque reitera que su trabajo sirve también para recoger residuos. «Cuando veo algo de plástico, como una bolsa flotando, la cojo para tirarla después». Lo mismo ha hecho con un carné de identidad tirado en la arena junto a una cartera con un par de tarjetas. «Se roba mucho por la arena, lo he dado todo a la policía».

El buscador ha llegado a las cinco de la mañana, una hora después de que la Policía Local empezara el desalojo. «Hacen una fila y van sacando a la gente antes de que entren los tractores», dice José. Después van ellos, con paciencia y cruzando los dedos por si sale alguna moneda, un pendiente o si hay suerte, hasta un anillo.

«Llevo más de 20 años con esta afición», comenta mientras recorre los aledaños del punto accesible para el baño. Los operarios de la contrata todavía no han terminado el repaso por el paseo marítimo, donde las asistencias de Cruz Roja siguen atendiendo a personas con síntomas claros de borrachera.

José, con su detector de metales. P. M.

En la hora donde todo se mezcla, con los grupos haciendo running, los okupas dirigiéndose de nuevo a sus casas en el Cabanyal y los turistas saliendo de la arena tambaleándose, los buscadores de metales tienen apenas un rato para rastrear la arena.

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Poco tiempo, dado que los más madrugadores extienden las toallas y el personal de la concesionaria coloca las tumbonas en formación militar. Con los gorrillas haciendo indicaciones para aparcar, los detectores van por el contrario haciendo camino lentamente, de un lado para otro. «El dinero contamina», afirma socarrón José mientras muestra un puñado de lo que lleva en los bolsillos, antes de seguir su camino hacia la orilla del mar y recordar una vez más que no se encuentran tesoros. «Esto es una afición», subraya.

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