La cabalgata de los Reyes Magos llena Valencia de fe e ilusión

Si usted está deprimido, pásese por la Cabalgata de Reyes. No le curará, pero le dará fuerzas para superar la tristeza. La tarde más mágica del año es, siempre, una de las preferidas de miles de valencianos, que disfrutan de la atmósfera de ilusión que se enseñorea del centro de las ciudades. Valencia no ha sido una excepción: decenas de miles de vecinos han abarrotado las calles del cap i casal para disfrutar en primera persona del desfile de Sus Majestades, que llevaba por lema «Un niño que lee es un adulto que piensa» y en el que, tras el parón del año pasado, se ha podido esperar al paso de las carrozas sentados en las sillas que ponía el Ayuntamiento de Valencia.

Y han venido bien porque ha sido un recorrido largo, ligeramente deslavazado, con algunas carrozas que pasaban demasiado rápido por determinadas zonas. A la cabalgata le ha costado arrancar, y eso que ha empezado puntual, a las 17.30 horas. Los Reyes Magos habían llegado al Puerto de Valencia una hora antes, a eso de las 16.30 horas, donde han sido recibidos por la alcaldesa, María José Catalá; la concejala de Fiestas y Tradiciones, Mónica Gil, y las dos falleras mayores de Valencia, Estela Arlandis y Marina García.

Una palabra, tradición, que se ha dejado notar y mucho en la cabalgata. El desfile ha contado con dos partes bien diferenciadas. En la primera, el protagonismo lo tenían los cuentos tradicionales y las películas que han hecho las delicias de varias generaciones de niños. Precedidos por el personaje de El Quijote, la obra más importante de la historia de la literatura española, por Valencia se han paseado esta tarde de Reyes, donde la magia hace que todo sea posible, Aladdin, la Bestia, Bella, Aurora, Thor, Harry Potter, Spiderman, Albus Dumbledore o Blancanieves. La carroza con los Vengadores, por cierto, ha sido una de las más aclamadas. Los niños sabían perfectamente quién era quién.

Esta ha sido la parte que más ha gustado a los más pequeños. Podría el lector pensar que es por esos cuentos que les suenan, que han disfrutado y que hasta sus padres han vivido con emoción, pero la explicación es otra y tiene cuatro sílabas. Caramelos. De las 60.000 personas que calcula el Consistorio que este viernes por la noche han presenciado al cabalgata a lo largo de su recorrido desde el puente de las Flores hasta el Ayuntamiento, se calcula que 59.999, visitante arriba visitante abajo, iban por los caramelos. Casi sólo por ellos.

Es que hasta los niños lo dicen. «Hombre, por fin, chuches, por lo que he venido», comentaba una niña. Al paso de las carrozas de esta primera parte, que incluía también las que venían de empresas o equipos de fútbol como el Valencia CF y el Levante UD, los gritos han alcanzado un paroxismo brutal. Llegan a pedir a los agentes de Policía Local que peguen patadas a los caramelos que quedan en el suelo para que se acerquen a las vallas y sean más fáciles de coger, lo que los agentes hacen porque así evitan esa peligrosa práctica de meter las piernas o las manos por entre los barrotes. Caramelos que, por otra parte, pueden comprarse en cualquier tienda de chucherías. Pero claro, esos no los da el rey Melchor. O Aladdin. O las mascotas del Levante Unión Deportiva. O la Capitalidad Verde Europea, que también ha aparecido en el desfile.

Después llegaba la parte litúrgica, puesta en valor este año tras ocho ediciones en las que Compromís la había dejado en un segundo plano, aunque cabe destacar que en sus desfiles también salían Herodes y María y José, así como la estrella de la anunciación. PP y Vox han planteado un desfile más serio en esta parte, ligeramente decepcionante para los niños, y no es porque sean ateos, es que no dan caramelos. Eso sí, han disfrutado con los bailes de las 'estrellas' que precedían a la Anunciación y, sobre todo, con Herodes y su cohorte de legionarios romanos. Y eso que antes, en la parte 'festiva', ha habido un momento de confusión al ver a un rey que se enfrentaba a un dragón. «¿Eres Herodes?», preguntaba una niña. No lo era. Era Sant Jordi. El Herodes de este año, por cierto, recorría la cabalgata subido a una cuádriga tirada por legionarios, porque, eso sí, los animales no han vuelto a la cabalgata.

Y tras la parte litúrgica, la emoción se ha disparado. Los boatos de Sus Majestades los Reyes Magos han hecho las delicias de los más pequeños y también de sus padres. Siempre se ha dicho que Baltasar es el que más 'fans' tiene, pero a tenor de lo que se ve cada año en la cabalgata, el amor de los niños valencianos por los tres reyes se distribuye de forma muy pareja. Decenas de miles de niños han coreado los nombres de los tres reyes, aunque sí hay que destacar que el boato de Baltasar ha sido muy aplaudido porque llevaba una banda que interpretaba el villancico «Los peces en el río».

A su llegada a la plaza, los reyes han participado en la Adoración al Niño Jesús del belén de la plaza, lo que no se hacía desde hacía años. Después, han subido al balcón municipal desde donde se han dirigido a los niños valencianos. Luego, han pasado al Salón de Cristal.

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