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P. M.
Sábado, 27 de marzo 2021, 00:51
Los barrios del Cabanyal y Canyamelar serán incluidos en el registro de solares una vez se apruebe el plan urbanístico, ahora en los últimos trámites. Así lo anunció ayer la concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, al presentar un balance de esta herramienta desde 2017. Se trata en síntesis de una normativa que obliga a los propietarios a presentar licencia de edificación o arriesgarse a perder la parcela en una subasta.
Hace cuatro años se reactivó el registro, paralizado debido a la crisis inmobiliaria y la imposibilidad de sacar al mercado viviendas. Desde entonces, aseguró Gómez, se ha conseguido movilizar un centenar de solares al sumar los que ya han servido para construir viviendas y los que están en tramitación.
El plan del Cabanyal prevé más de un millar de nuevas viviendas, en su mayor parte de promoción pública, aunque hay innumerables parcelas privadas y edificios en mal estado de conservación susceptibles de estar en el registro de solares.
Igual que en los barrios de la ciudad donde funciona (Ciutat Vella, Grao, Ensanche, Ruzafa y zona de Convento Jerusalén, además de una actualización el pasado febrero al incluir el Botánico, la Petxina y Arrancapins), se aplicará en dicha parte del Marítimo los mismos criterios.
«Desde el año 2017 hemos conseguido que lo que eran siete solares hoy sean siete edificios ya construidos y con licencia de primera ocupación -y en algunos casos ya incluso con familias viviendo-, que lo que eran 31 solares sin ninguna perspectiva de edificación hoy tengan una licencia de obras en trámite; que otros 24 estén sometidos a una orden de edificación dictada o una orden de venta forzosa; y que otros 38 estén en trámite de ser incluidos en el registro», dijo Gómez.
«La prioridad de acabar con los solares que degradan nuestras calles y pueden llegar a ser fuente de conflictos vecinales», dijo la delegada. El registro nació sobre todo para tratar de frenar la degradación de Ciutat Vella, donde hay todavía zonas que parecen sacadas de una ciudad en guerra por las ruinas. Poco a poco se fueron extendiendo a otros barrios con las mismas urgencias.
El registro de solares y edificios a rehabilitar quedó suspendido con la crisis inmobiliaria, al no poder acceder los propietarios a la financiación. «Una vez recuperado el sector era necesario acabar con esos vacíos urbanos con viviendas que ayudaran a ampliar la oferta», señaló.
Entre los requisitos para acabar en el registro la normativa habla de que sean zonas prioritarias, que los solares estén fuera de ordenación, o los casos consecuencia de demoliciones, ruinas inminentes o reiterados incumplidores de las órdenes de limpieza o vallado. El Consistorio aumentó también en hace un mes las penalizaciones para los propietarios de solares en caso de subasta, además de perder la garantía de la licencia en caso de que no se ejecutara, lo que ya estaba antes en vigor.
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