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Las cacerolas volvieron a sonar de nuevo este miércoles en las calles de Orriols para clamar contra la degradación del barrio. Ocurrió a las siete de la tarde en la conocida como zona cero, el cruce de las calles Padre Viñas y San Juan de la Peña, donde se produjo una nueva convocatoria de la plataforma vecina Orriols en Lucha.
La última de las protestas se celebró el pasado 30 de junio con una concentración de rechazo a los bancos que no colaboran en el desalojo de los pisos ilegales, que en la práctica son todos. Mari Carmen Tarín, portavoz de la plataforma, señaló que hay cuestiones mejoradas por el Ayuntamiento, aunque siguen sobrando motivos para golpear las cacerolas.
«Es cierto que la seguridad es más visible, que hay más policía, pero los problemas están latentes», dijo en relación con las ocupaciones ilegales. Cuando los vecinos detectan alguno avisan enseguida para impedirlo. «Así ocurrió con una planta baja en la que habían serrado los barrotes. Cuando llegó la Policía saltaron por la ventana, pero así no podemos seguir», aseguró.
La Policía Local maneja un listado de una treintena de viviendas ocupadas ilegalmente donde los problemas de convivencia son más graves, una lista que la plataforma vecinal eleva a un centenar. «El edificio de la avenida Constitución 262 sigue ocupado. De vez en cuando se llevan a gente, pero vuelven. No tienen agua y la cogen de una fuente cercana», citó como ejemplo. El problema estriba en la falta de colaboración de los propietarios, que en muchos casos son bancos o fondos buitre, para que presenten una denuncia en el juzgado.
Otro aspecto que preocupa a los vecinos es la falta de limpieza en el barrio. «Vienen a limpiar, pero el incivismo es increíble, el otro día contamos hasta siete colchones junto a un contenedor. Ya pensamos que vienen de otros barrios para tirar la basura aquí», sostiene.
«Hemos pedido una actuación en la zona cero, para que adecenten las fachadas o las persianas de los bajos, pero nos dicen que es muy difícil, que no puede ser», recuerda. Las calles Padre Viñas y San Juan de la Peña son de las más conflictivas en este sentido, aunque también se enumeran tramos de Padre Daroca, San Juan Bosco o Duque de Mandas. «Todo el barrio no está igual, aunque en estos lugares hay un problema serio de venta de droga», asegura.
Así las cosas, la plataforma vecinal sigue a la espera de una reunión con las concejalías, para seguir con los encuentros periódicos donde se ponen en común estas cuestiones. «En septiembre no hubo y de octubre no puede pasar, aunque no nos han confirmado todavía», dijo Tarín.
El Ayuntamiento tiene en proyecto iniciativas como la supermanzana que debe peatonalizar algunas calles, igual que un plan de plantación de arbolado. «Se han presentado varias cosas, pero creemos que han avanzado poco», finalizó.
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