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La Sociedad Nuclear Española se enfrenta a nuevos retos en el mundo postCovid. Lo tiene claro Héctor Dominguis, vicepresidente de la asociación y CEO de la empresa valenciana Grupo Dominguis Energy Services (GDES), que analiza la necesidad que tiene el sector de cambiar la percepción que la ciudadanía tiene de la energía nuclear.
-¿Cuáles son las principales barreras que romper contra la energía nuclear a través de la divulgación?
-Tenemos que cambiar la percepción social de la energía nuclear. Las centrales funcionan de manera segura, fiable, eficiente y competitiva y están en perfectas condiciones para afrontar la operación a largo plazo más allá de los 40 años de operación. Es la fuente de energía que más CO2 ahorra a la atmósfera por kilovatio hora (kWh) generado y, por lo tanto, la que más contribuye positivamente a la lucha contra el cambio climático. Además, generamos 28.500 puestos de trabajo de alta cualificación, y un PIB de 2.700 millones de euros.
-Pero es verdad que las centrales tienen fecha de caducidad, 2025. Entre ellas Cofrentes. ¿Qué pasará entonces?
-Sí. Nos veremos obligados a completar la demanda energética con otras fuentes productoras de CO2, cuando las renovables no sean capaces de cubrirla. Aumentará la generación de este gas, empeorando la emergencia climática y con la posibilidad de no cumplir con los objetivos pactados a nivel europeo. En el marco económico, el sector nuclear aporta al PIB aproximadamente 3.000 millones de euros anulaes, y proporciona empleo directo de calidad a 8.500 personas, e indirecto e inducido a 20.000 personas más. Además, hay que tener en cuenta la gran inversión necesaria para acometer el cierre de un parque nuclear que aún estará en perfectas condiciones para continuar operando. Y a todo eso añadimos la pérdida de toda la potencia en innovación desarrollada alrededor de este sector: en energía, en seguridad, tecnología, robótica, nuevas aplicaciones médicas, etc.
-¿Qué enseñanzas extraen de la pandemia?
La crisis sanitaria que vivimos ha reforzado la importancia de que España siga contando con una fuente de energía fiable, estable, segura, no contaminante e independiente, que responda ante situaciones tan críticas como la que estamos atravesando. Mientras España estaba confinada, nuestro sector ha seguido trabajando para garantizar el suministro eléctrico que se necesitaba. Esto ha demostrado la capacidad de adaptación del sector para operar en circunstancias cambiantes y desconocidas, con protocolos de seguridad estrictos para seguir produciendo con garantías.
-Pero, ¿puede convivir la energía renovable y la nuclear?
-Claro. Las energías renovables son el presente y futuro del mapa energético mundial, pero debemos ser conscientes de que no son gestionables y por lo tanto necesitan el respaldo de otras fuentes de generación, capaces de cubrir la demanda cuando el sol no brilla o el viento no sopla lo suficiente. Es posible que el almacenamiento de energía, ya sea con baterías, hidrógeno u otras tecnologías en proceso de desarrollo, sean una posible solución; pero estas tecnologías están en fase inicial de desarrollo y hasta que sean eficientes a escala industrial, necesitamos una fuente de respaldo.
-Parece extraño defender la energía nuclear y las renovables a la vez, ¿no?
-No. A nivel mundial, el mayor desafío al que nos enfrentamos es el del cambio climático. Estamos provocando con la producción de CO2 un aumento de las temperaturas que, si continúa, terminará haciendo inhabitable la Tierra. A lo largo de la historia de nuestro planeta se han producido 5 extinciones masivas de la vida, y las teorías apuntan que 4 de ellas sucedieron por calentamiento global. Pues bien, el año pasado marcamos el nivel diario de CO2 máximo histórico. Precisamente en los años de mayor concienciación medioambiental, hemos producido los niveles de CO2 más altos de la historia de la Humanidad en un día. Y de todo el CO2 emitido en los últimos 100 años, el 80% lo hemos generado en los últimos 30. Con esto quiero decir que la reducción del CO2 es urgente a corto plazo, en todos los sectores, el energético no se escapa.
-Y ahí entran ustedes.
-Sí. Las centrales nucleares son la fuente de energía que más CO2 evita a la atmosfera y hasta que la tecnología lo permita, son la fuente óptima para luchar contra el cambio climático de la mano de las renovables. Es cierto que a largo plazo podemos desear un mix energético 100% renovable, pero no podemos permitir que la obsesión por cumplir con este objetivo de forma acelerada nos haga incumplir los objetivos en el corto plazo y con ello aumentar la emergencia climática.
-A comienzos de mes organizaron unas jornadas sobre la 'operación flexible'. ¿En qué consiste?
-Es un paso más en el proceso de adaptación de la industria a las nuevas necesidades del sistema. Hay que buscar fórmulas adicionales para aprovechas los kw generados en momentos de baja demanda para acumular energía y poder aprovecharla en momentos pico de demanda, en los que las renovables necesiten apoyo.
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