Los 60 años de Cáritas hacen latir Valencia

Cáritas ha colocado 60 corazones cercanos a los domicilios de los voluntarios, en conmemoración a su sesenta aniversario, para celebrar que su trabajo es posible gracias a ellos.

Este primer encuentro, presidido por el director de Cáritas Diocesana en Valencia, Ignacio Grande, y por el obispo, Arturo Pablo Ros, precede a una misa de acción de gracias que celebrará el arzobispo Antonio Cañizares.

Como ha recalca el director de Cáritas Diocesana en Valencia, Ignacio Grande: «el corazón de Cáritas está en la calle junto a los más necesitados».

Tan solo en 2020, la organización ha atendido a 60.000 personas en un año marcado por la crisis sanitaria y que ha afectado también a nivel económico y social. Un hecho que ha incrementado el número de víctimas de la marginalidad que trajo consigo la crisis del 2008.

Solo en la localidad, el porcentaje de personas que se encuentran en riesgo de exclusión social alcanza el 30% de la población. Según da a conocer el director de la organización, los dos principales factores de exclusión en la sociedad valenciana son la vivienda y el empleo.

«Tenemos que seguir trabajando por defender la dignidad de la persona para que puedan acceder a sus derechos, sensibilizar a la sociedad y conectar con la juventud», ha insistido Ignacio Grande.

Para dar a conocer la totalidad de sus acciones, el obispo ha matizado que «Cáritas es un hospital de campaña». Reconociendo que, más allá de tener una función institucional, su principal misión es acompañar a la gente de la calle para conseguir salir de la pobreza.

Esta ayuda, como ha resaltado Arturo Pablo Ros, se adapta a las nuevas realidades y trata de llegar a los más jóvenes porque «la marginalidad es hereditaria y se cronifica».

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