Borrar
Decenas de trasteros en una empresa de alquiler en Valencia. LP
De casal fallero a trastero

De casal fallero a trastero

Las empresas que ofrecen cuartos de almacenaje son un negocio en auge y se multiplican ya en todos los municipios de Valencia

José Molins

Valencia

Domingo, 5 de marzo 2023, 01:06

Vicente y Rosa viven con sus dos hijos. Su casa no es especialmente grande, hay hueco sólo para lo necesario y los armarios están a tope. «Necesitamos más espacio», conviene la pareja cada dos por tres. Y como esta familia, cientos en Valencia. Es uno de los motivos por el que las empresas de alquiler de trasteros se han multiplicado en la ciudad. En todos los barrios y en los municipios más poblados de la Comunitat hay al menos un local que ofrece espacios de entre dos y diez metros cuadrados para que el cliente guarde objetos que no puede tener en casa.

Estos locales para trasteros han sustituido de forma física a muchas tiendas que han ido cerrando. La caída del pequeño comercio de barrio ha favorecido el auge del negocio del almacenaje. Es el caso de la avenida Pérez Galdós de Valencia, donde dos empresas de trasteros se han instalado hace poco más de un año en locales en los que antes habían comercios de siempre, como una verdulería o una zapatería. Los dos tuvieron que cerrar porque las ventas habían bajado y ya no eran rentables. En poco tiempo, esas plantas bajas se transformaron en decenas de trasteros para alquilar. Y la rentabilidad que antes no funcionaba, ahora se ha multiplicado. En ambos locales no queda ningún cuarto disponible de los más de 150 que ofrecen entre los dos.

Un local de trasteros en alquiler en Valencia. J.M.

Lo mismo ocurre en la calle Roger de Flor del centro de Valencia. Antes albergaba un conocido almacén de tejidos, y al desaparecer la compañía, ahora hay medio centenar de trasteros. Todos alquilados, y con lista de espera de clientes para poder guardar sus enseres. Incluso en otras localidades de la provincia donde la densidad de población es grande, como Mislata, Gandia o Aldaya, este negocio de los trasteros también está triunfando. En este último municipio, el local se situó donde acababa de cerrar un bazar chino y sus 80 cuartos, al igual que los cien de Mislata, están todos llenos.

Donde había una falla

Hay también plantas bajas con mucha más tradición valenciana. Por ejemplo donde durante décadas estuvo ubicado el casal de la falla Doctor Olóriz, que tras marcharse la comisión a otro local cercano, ahora se ha convertido en un centenar de trasteros. Otros han estado vacíos durante años, y ante la dificultad para alquilarlos, ya que en los locales grandes hoy en día es muy difícil que abra un comercio tradicional de barrio, los dueños han optado por convertirlos en trasteros. Y la mayoría de emprendedores de este tipo no se han quedado ahí, sino que al ver el buen rendimiento del negocio, han decidido repetir la operación en otros puntos de la ciudad en locales vacíos.

60.000 euros de inversión

La inversión media para transformar una planta baja vacía, si se encuentra en buenas condiciones, en un local con unos 80 trasteros es de alrededor de 60.000 euros. Una cifra que el propietario puede recuperar en poco más de un año si tiene todos sus cuartos ocupados. Tras la inversión inicial para acondicionar el local, dotarlo de seguridad y requisitos legales, después el mantenimiento es muy económico, conlleva pocos gastos mensuales, al tratarse de cuartos que están la mayor parte del tiempo cerrados y con la luz apagada. Necesita muy poco personal, únicamente de limpieza y un comercial, lo que permite rentabilizar rápido ese gasto que el propietario realizó para poner en marcha la empresa. No obstante, algunos propietarios de estos locales de trasteros critican las trabas burocráticas que pone el Ayuntamiento de Valencia para conceder la licencia para abrir el negocio, un trámite que en ocasiones se prolonga en exceso.

Local donde alquilan trasteros en Valencia. A.T.

«Lo hemos alquilado porque estamos haciendo un traslado a una casa que nos hemos comprado y que todavía está en obras. Un trastero tiene la ventaja de que está vigilado 24 horas, es limpio, no tiene humedades y además si traigo las cosas en el coche, lo puedo aparcar al lado un momento para descargar los trastos», asegura Juan Paredes, que está utilizando uno de estos cuartos en Gandia. «Cada vez se alquilan más, yo conozco a varias personas que también tienen uno y de hecho a mí me costó encontrar uno grande, porque yo necesitaba guardar muebles. Está asegurado, tienes tu código para entrar y hay alarmas», explica el cliente.

Suben los precios

Este auge del sector hace que suban los precios. De hecho, en una hipotética comparativa, el precio por metro cuadrado de alquilar un trastero puede ser incluso el doble que el de un piso. Los cuartos de tres metros cuadrados, el tamaño más habitual que demanda la gente, valen 60 euros. Una cifra que equivale a 20 euros por metro cuadrado, mientras que una vivienda de 100 metros cuesta unos mil euros al mes en Valencia (diez euros el metro), dependiendo de la zona de la ciudad que sea. Aunque, como ocurre en el mercado inmobiliario, el precio varía en función del tamaño del trastero y de la zona donde esté. Puede haber desde 30 euros los dos metros cuadrados hasta 160 euros el de diez metros.

Un cliente entra en el trastero que tiene alquilado. Nacho García

«Es un negocio que la verdad es que está creciendo mucho, vamos a abrir otro local en unas semanas», comenta el gerente de una cadena de trasteros valenciana de la que prefiere no decir el nombre. «Los pequeños de entre dos y cuatro metros cuadrados suelen estar siempre alquilados en prácticamente todas las empresas de este tipo, y suelen ser trasteros de vecinos, que dejan ahí bicicletas, libros y los tienen durante años, como prolongación de su casa. Los grandes se usan más en caso de que tengan una reforma en casa, una mudanza, algo puntual, y suelen durar unos dos meses», asegura Vicente, gerente de la empresa BoxVal.

Local para autónomos

Pero no sólo se queda en un desahogo para lo que no cabe en la casa de una familia. También hay muchos trabajadores autónomos que utilizan los trasteros para almacenar su material de trabajo. En vez de pagar una planta baja, a muchos les sale más barato alquilar un trastero, que además está vigilado y asegurado. Desde una empresa de trasteros de Valencia aseguran que tienen clientes que son empresas de limpieza que dejan sus utensilios y máquinas, pintores o el dueño de un bar cercano que guarda latas de cerveza, aceitunas y demás.

Una circunstancia que explica Sole Martínez, gerente de la Asociación Española de Self Storage (trastero o minialmacén, en inglés). «Más allá de guardar trastos, los centros de 'self storage' ofrecen soluciones personalizadas como externalizar la logística de una empresa, recogida y entrega de pertenencias en el centro, mudanzas», indica. «Hay clientes que se quedan toda la vida, suele ser un trastero de proximidad, donde lo que buscas es un armario extra para tu casa, y suele darse más en los centros de las ciudades», cuenta Martínez. Y otros que lo necesitan únicamente en un momento puntual «como puede ser una obra en su casa o una mudanza, seguramente, no irá ni una vez al trastero más que para dejar las cosas y volverlas a recoger. Estará el tiempo que tarde en realizar las obras o la mudanza», detalla la gerente de la AESS, que destaca que España es el tercer mercado más importante de Europa con un total de 580 centros de autoalmacenaje.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Premios Goya

La quiniela de los premios Goya 2025

Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias De casal fallero a trastero