Catalá: «Hemos estado cinco meses gobernando en minoría, y podríamos volver a hacerlo»

La alcaldesa ha asegurado estar estudiando «todos los escenarios posibles, pero quiero confiar en que la dirección nacional de Vox resuelva con diligencia y eficiencia la situación que tienen. Yo lo que creo es que hay un problema interno dentro de Vox y que dicho partido debe resolver. Vox debe demostrar que es un socio confiable y que tiene credibilidad». Por ello, Catalá ha reconocido haber mantenido conversaciones con la dirección de la formación de Santiago Abascal en los últimos días y ha dicho que desde Bambú (sede nacional de Vox) le han trasladado que «están comprometidos con la gobernabilidad de Valencia».

La primera edil ha explicado a los medios que el caso Badenas, en el que el exportavoz municipal de Vox y segundo teniente de alcalde habría amañado supuestamente un contrato de la Fundación Valencia Activa en favor de la empresa en la que trabaja el marido de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, es un «problema interno» de la formación de Abascal.

Es por ello por lo que la alcaldesa ha instado a que si desde el partido de derecha populista quieren garantizar la estabilidad en Valencia «tienen que hacer un esfuerzo por reparar la infraestructura de un partido que es importante para la gobernabilidad de Valencia».

Respecto a las funciones de Cecilia Herrero dentro del gobierno municipal, Catalá ha explicado que el secretario general del Pleno ha enviado una carta al secretario general de Vox nacional «que clarifique y aclare cuál es la situación actual de sus concejales». A este respecto, fuentes municipales han asegurado que pese a todas las informaciones aparecidas en los medios, en el ayuntamiento Vox no ha presentado escrito alguno en el que clarifiquen la situación de Herrero. «Así como con Badenas emitieron un comunicado con su expulsión, y se le retiraron sus funciones de gobierno, deberán oficializar también la situación de Herrero», han manifestado las mismas fuentes.

A este respecto, Catalá ha señalado que el ayuntamiento resolverá antes del próximo pleno, del día 25 de marzo, las competencias de Cecilia Herrero dentro del gobierno municipal. «Hemos dado a Vox nacional un plazo para que clarifique la situación, y a partir de ahí tomaremos las medidas oportunas».

En la jornada de ayer domingo, la concejala de Agricultura, Cecilia Herrero, que además es pareja sentimental de Badenas y una de las personas de máxima confianza dentro del grupo municipal de Vox en Valencia, terminó de dinamitar el asunto con el anuncio de que había solicitado de manera voluntaria darse de baja en la formación de derecha populista.

Lo cierto es que la salida de Badenas y Herrero compromete todavía más la ya de por sí ajustada aritmética en el hemiciclo municipal que pasa a poner en jaque la gobernabilidad en el Ayuntamiento. En el año y medio de pacto entre Partido Popular y Vox, la estabilidad estaba garantizada al sumar entre los dos partidos del equipo de gobierno un total de 17 votos, 13 del PP y 4 de la formación de derecha populista, por los 16 de la oposición de izquierdas formada por nueve ediles de Compromís y siete del PSPV.

El nuevo tablero político en el Consistorio deja a los dos concejales díscolos con Vox con la llave de la gobernabilidad pues ni Badenas ni Herrero han renunciado a su acta de concejal y sus votos pueden decantar la balanza hacia uno u otro lado. Ante la posibilidad de generar una especie de 'tripartito' entre PP, Vox y los no adscritos, Català ha asegurado que esa opción es «adelantarse mucho a los acontecimientos. Antes del próximo pleno se deberá tener constancia de la situación actual de cada concejal».

Cuando se cumple casi una semana desde que Catalá expulsara de manera fulminante al que hasta entonces era su segundo teniente de alcalde y concejal delegado de áreas como Parques y Jardines y Empleo tras haber sido antes suspendido de militancia de manera cautelar de Vox un día antes, la alcaldesa deberá acometer una nueva remodelación de su equipo de gobierno para reasignar las competencias de Agricultura y la delegación de Emprendimiento que ostentaba Herrero.

La incógnita es si esta vez la primera edil optará por ceder dichas potestades sobre los únicos dos concejales de Vox que todavía forman parte del grupo municipal y, por ende, del equipo de gobierno o esta vez se las otorgará a un edil del PP.

El PP a nivel nacional también está muy atento a lo que está ocurriendo con el Grupo Municipal de Vox en la capital del Turia. La secretaria popular, Cuca Gamarra, ha pedido al partido ultra que solucione sus «problemas internos» en Valencia, aunque eso sí, se ha mostrado convencida que María José Catalá conseguirá mantener la «estabilidad» en el consistorio, después de que su gobierno haya quedado en minoría.

En este contexto, Gamarra ha remarcado, en una rueda de prensa en el Congreso, que quien tiene «dificultades» es Vox, no el gobierno municipal ni del «liderazgo» de Catalá, a la que ha elogiado como una «fantástica alcaldesa». Parece que las directrices dentro del PP para que cale el mensaje son claras. EL problema lo tiene Vox, y confían en que Valencia seguirá siendo popular pese al hipotético caso de quedar en minoría en el Pleno del Ayuntamiento de Valencia.

«Estamos convencidos que buscará las fórmulas para que esa estabilidad, por el bien de Valencia, pues se siga manteniendo», ha enfatizado la dirigente 'popular', antes de emplazar a Vox a resolver sus problemas internos. «Esperemos que mantengan sus compromisos y entiendan cuál es el papel y la responsabilidad que tienen todos», ha añadido Gamarra.