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La portavoz del Grupo Municipal Popular, María José Catalá, en el trinquete de Pelayo. LP
Catalá pide escuchar a los vecinos de Jerusalén que están indignados con el proyecto de los arcos chinos

Catalá pide escuchar a los vecinos de Jerusalén que están indignados con el proyecto de los arcos chinos

La portavoz popular exigirá en una moción que se paralice la iniciativa

Lola Soriano

Valencia

Martes, 20 de abril 2021, 14:45

La portavoz del Grupo Popular, María José Catalá, se ha reunido hoy con los vecinos y comerciantes que llevan recogidas ya 800 firmas contra la instalación de los arcos chinos de Pelayo, en pleno barrio de Roqueta. Al mismo tiempo y acompañada de los concejales Santiago Ballester y María José Ferrer, ha visitado comercios del barrio para conocer la posición de los residentes en esta zona que van a presentar ya las firmas en contra del proyecto.

El PP ha anunciado que presentará una moción para que se paralice la instalación de arcos chinos en la entrada de la calle Pelayo en pleno barrio de la Roqueta por la falta de consenso con vecinos y comerciantes de la zona. Los vecinos ya han recogido más de 800 firmas contra del proyecto, más del doble que avalaron los arcos. Además, entidades como la Academia de San Carlos, Lo Rat Penat, la RACV y la Federación de Vecinos de Valencia también han mostrado su rechazo.

Catalá ha señalado que en este barrio lo que debe ya hacer el Gobierno municipal es impulsarlo como el centro de la pilota valenciana ya que en el corazón del barrio se encuentra el trinquete de Pelayo, «el mayor referente y corazón de nuestro deporte autóctono».

«Con esta oposición es necesario paralizar el proyecto y no imponer una actuación en un barrio porque la falta de consenso con las personas que residen en el mismo es más que evidente, a lo que hay que añadir la opinión de entidades de reconocido prestigio que también han rechazado esta actuación que quiere llevar adelante el Gobierno de Ribó y PSOE», explicó Catalá.

La portavoz ha pedido escuchar a los vecinos que están indignados ante la iniciativa de querer desvirtuar la esencia del barrio y convertirlo en el Chinatown de la ciudad.

Por su parte, la portavoz adjunta , María José Ferrer San Segundo, ha explicado que «para invocar la participación como justificación, o pretexto, de una actuación municipal, es necesario averiguar cuál es la auténtica, o al menos muy mayoritaria, voluntad de los vecinos afectados, como también, del alma representativa de la ciudad.»

«Y para determinar cuál es la real voluntad mayoritaria -ha proseguido- no basta con atajos superficiales, que no profundizan, respaldados por 60, 150 ó 300 personas, sino que, cuando se aprecia divergencia o conflicto con otros vecinos mayoritarios, hay también que escucharlos, indagar a fondo para saber qué piensan de verdad mayoritariamente los afectados y, si constata que no coincide con el proyecto, revisar las propuestas.»

«Los procesos como el «DecidimVLC», si se organizan adecuadamente, pueden ser un instrumento de participación. Pero no deben dar nunca la espalda a la auténtica voluntad ciudadana, ni renunciar a determinar cuál es esta. Para ello es preciso que los ciudadanos puedan manifestar su disconformidad con el proyecto que se plantea para su barrio, porque pueden tener razones muy justificadas, como en los referéndums se puede votar un sí, un no ó una abstención, siendo igual de democráticas todas las posturas. Así lo hemos propuesto varias veces en Mociones del Grupo Popular Municipal, pero el gobierno de Ribó-Compromís y PSPV, aunque tanto hablan de la transparencia y la participación, lo vienen rechazando sistemáticamente. Pero lo seguiremos proponiendo, porque eso es realmente escuchar a todos».

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