Valencia aprueba unos presupuestos marcados por la bajada de impuestos

Para la primera teniente de alcalde y concejala de Hacienda y Presupuestos, María José Ferrer San Segundo, esta cuentas contemplan «una cifra récord para cumplir con los compromisos con la ciudadanía que, además, conllevan la mayor rebaja fiscal de la historia del Ayuntamiento y que responden a las necesidades de la ciudad».

En su intervención, Ferrer San Segundo ha agradecido al grupo municipal Compromís «sus críticas constructivas desde la tranquilidad no como el partido socialista» y ha contestado respecto de las reclamaciones presentadas por la oposición a los presupuestos indicando que no tenían encaje legal o ya estaban contempladas o eran una quimera». En este sentido, la concejala ha citado la del partido socialista «que pedía crear viviendas públicas en todas las parcelas de las que dispone el Ayuntamiento» y a continuación se ha preguntado «¿por qué no lo hicieron ustedes?». Ha concluido que estas reclamaciones «son un catálogo que pone blanco sobre negro los incumplimientos del gobierno anterior durante los últimos años».

Por su parte, la portavoz del grupo municipal socialista, Sandra Gómez, ha indicado que estamos ante un presupuesto «irresponsable porque incumple la regla de gasto; sectario porque retira las subvenciones a las asociaciones y entidades que trabajan por la sociedad; y vacío porque no contempla ni una sola idea, ni un proyecto y ni una inversión nueva». Para Gómez, estas cuentas «siguen siendo igual que hace un mes porque no han aceptado ni una sola de las alegaciones presentadas, con lo que el presupuesto nace muerto porque no podrán cuadrarlo e incumplirán la regla de gasto».

Desde Compromís, la concejala Eva Coscollà ha manifestado que las cuentas municipales «no dan respuesta a los retos y necesidades de Valencia ni a su ciudadanía. No avanzan en el modelo de ciudad moderna y sostenible que pusimos en marcha y mantienen las carencias y debilidades que hace un mes». Coscollà ha enumerado las enmiendas de su grupo a través de tres bloques y ha afirmado que son los presupuestos de un gobierno «que no escucha, que no pisa la calle y que vive de espaldas a las necesidades reales de los valencianos y valencianas». «Son una oportunidad perdida, que no genera ningún tipo de ilusión, sin ambición, sin ideas innovadoras que hagan avanzar en el desarrollo social y económico de esta ciudad», ha dicho.

Durante el debate, se ha abordado también la modificación definitiva de las ordenanzas fiscales. Así, la concejala de Hacienda ha señalado que con esta rebaja fiscal se «contempla la mayor bajada de impuestos de la historia del Ayuntamiento que beneficiará al 99 % de la ciudadanía y sólo un 1 %, que paga un IBI diferenciado, es el que se queda fuera de esta reforma». En concreto, Ferrer San Segundo ha indicado que alcanzará a 700.000 tributantes, de los que 400.000 son viviendas, familias numerosas y comercios, entre otros, y ha añadido que el político «se define no sólo por el modelo de ciudad que quiere sino por lo que ejecuta y en los últimos cinco meses este gobierno ha ejecutado un 40 %, es decir, unos 113 millones de euros, frente al 14,7 %, del anterior, que dejó una ciudad paralizada».

Asimismo, el concejal socialista Borja Sanjuán ha calificado la rebaja de impuestos de «totalmente irresponsable que beneficia a familias con las rentas más altas y viviendas con un valor catastral de 300.000 euros y se olvida de la población que más necesita de lo público». El concejal ha indicado que la política fiscal «define por quién y para quién se hace política y qué tipo de alcalde o alcaldesa se quiere ser» y ha señalado que la que plantea el equipo de gobierno genera «dos tratamientos diferenciados respecto a dos Valencias; la suya, la de los 500 euros, que sería lo que se ahorraría un vecino del Pla de Remei con la rebaja del IBI y la del resto, la de los 20 euros, que es lo que se ahorraría uno del Benimaclet».

Finalmente, el representante de Compromís, Joan Ribó, ha desmentido «que Valencia padezca un sablazo fiscal», al mismo tiempo que ha explicado que la ciudad se «encuentra en la media de las grandes ciudades y de las capitales de provincia de España». Para Ribó, la bajada de los impuestos «sólo beneficia a los que más tienen, deja al margen a los que menos tienen y olvida a los que no tienen nada porque viven de alquiler y ni siquiera son propietarios de una vivienda». Además, el concejal ha recordado que la rebaja no está en la línea de reducir la contaminación, ya que «prima a los vehículos que más contaminan sobre los eléctricos».