Jardín de la calle Micalet. I. Marsilla

La Catedral vuelve a pedir la retirada del jardín de la calle Micalet por las humedades

El Ayuntamiento apoya la propuesta, pero deja la última palabra a la Dirección General de Patrimonio

Paco Moreno

Valencia

Miércoles, 6 de abril 2022, 14:11

El Arzobispado de Valencia ha redoblado sus esfuerzos para suprimir el jardín de la calle Micalet, pegado a la Catedral, una iniciativa pendiente de ejecutar desde 2009. El motivo, según ha explicado este miércoles el vicario y deán del Cabildo, Vicente Fontestad, al vicealcalde Sergi Campillo, es evitar los problemas por las humedades en las fachadas de la Seo.

Publicidad

La iniciativa cuenta con el apoyo de la concejalía de Ecología Urbana, han confirmado fuentes municipales, aunque Campillo promoverá una reunión a tres bandas con la directora general de Patrimonio y Cultura, Carmen Amoraga, dado que la conselleria "debe tener la última palabra, al estar afectado un Bien de Interés Cultural", precisaron.

El jardín cuenta con un arbolado frondoso, que impide además la visión de la parte de la fachada lateral de la Catedral, incluidas las gárgolas y otros elementos arquitectónicos de relevancia. Dotado con un sistema de riego por goteo, la propiedad de la parcela pertenece a la Seo, aunque el Ayuntamiento realiza el mantenimiento de la zona verde.

La retirada de este jardín arbolado se planteó hace años, aunque no tuvo éxito la petición. En la misma situación se encontraba otra "mancha verde" que recae a la plaza de la Reina, a un lado de la Puerta de los Hierros. Los cipreses y arbustos ya no están, aunque falta por decidir qué hacer con la tierra morterenca, en el sentido de cubrirla con algún tipo de pavimento.

La petición de Fontestad coincide con la presentación en la Dirección General de Patrimonio del estudio de humedades en el ábside de la Catedral, que está perjudicando los valiosos frescos renacentistas, uno de los mayores atractivos turísticos del inmueble protegido.

Publicidad

Los responsables de la Catedral iniciaron la semana pasada el desmontaje del andamio interior, mientras que el exterior se mantendrá a la espera del permiso de Patrimonio para iniciar las obras, que se harán con fondos propios. Por fortuna, las plementerías no se encuentran afectadas y las humedades se filtran a través del revestimiento del ábside y las gárgolas.

La iniciativa del Cabildo está avalada por las normas de la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano, que en sus artículos 21 y 38 establece la “supresión de todos aquellos elementos que menoscaben o impidan la adecuada apreciación o contemplación de los monumentos declarados Bien de Interés Cultural, como es el caso de la Catedral de Valencia”. Aún así, en la última década no ha terminado de cuajar la propuesta ante la Generalitat.

Publicidad

El primer ajardinamiento de una zona aledaña a la Catedral se llevó a cabo junto a la Puerta de los Hierros antes de 1970, cuando culminó la reforma de la plaza de la Reina y se derribó el muro de sillares del siglo XVIII que ocultaba las capillas góticas del paso a la antigua sala capitular de la Seo y las estancias que estaban sobre ellas. Por esta razón, la pequeña parcela pertenece a la Seo. Los jardines de la calle Micalet ocupan parcelas en los que se levantaban edificios auxiliares demolidos entre 1970 y 1984.

El arquitecto de la Catedral, Salvador Vila, recordó que la zona verde recayente a la plaza de la Reina fue suprimida para la instalación de los andamios con los que se restauraron esas fachadas, unas obras realizadas hace años y donde falta decidir qué hacer con la docena de metros cuadrados de tierra morterenca.

Publicidad

La decisión saldrá de un proyecto que se presentará tras la reunión con los responsables de la Dirección General de Patrimonio. La propuesta presentada hace años contempló que el pavimento de la parte de la calle Micalet fuera diferente al mármol, para recrear de esta manera el inmueble que se levantaba antes. “Era un suelo como de cerámica, pero no gustó. Ahora, el proyecto se hará después del acuerdo con la conselleria”, señaló el arquitecto.

La propiedad, es decir, la Catedral, quiere un pacto entre todas las instituciones aunque el jardín de sitúe en su propiedad. “El Ayuntamiento lo riega”, destacó Vila. Una de las cuestiones a tratar es el ancho en el que quedará la calle visualmente, es decir, si imperará la misma doctrina que en el solar de la Casa del Relojero, donde está ya en obras un edificio de nueva planta (más bien una plaza cerrada), donde el Consistorio rechazó la petición vecinal de que se abriera una plaza ajardinada, con el argumento de recuperar la trama original en la curva de la calle Micalet.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad