El último colegio con barracones de Valencia empieza a ver la luz al final del túnel

Las obras de construcción de las nuevas instalaciones del Ceip 103 de Valencia avanzan a buen ritmo y la previsión es que estén terminadas a finales de este curso, de manera que en septiembre de 2019 los alumnos puedan inaugurarlas. Se pondrá así el punto y final a una larga historia de sinsabores, desencuentros entre administraciones y plazos incumplidos que han provocado que durante once cursos la escuela esté en situación de provisionalidad. Hasta el traslado del Santo Ángel de la Guarda, era el único colegio de la capital íntegramente en barracones.

Tal y como han explicado esta mañana fuentes del centro, la generación de alumnos que en junio termine 6º será la tercera que sólo ha conocido, durante su escolarización en Infantil y Primaria, las chapas metálicas de los módulos prefabricados, la falta de sombra y de espacio y las filtraciones de agua en episodios de lluvia torrencial, desalojos incluidos.

El conseller de Educación, Vicent Marzà, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, han visitado esta mañana la parcela donde se levanta el nuevo centro, que ocupa 14.000 metros cuadrados entre las vías de Serrería y la iglesia de Cross. La escuela tendrá tres líneas con capacidad para 675 estudiantes, es decir, nueve aulas de Infantil y 18 de Primaria. Contará con los servicios habituales de cualquier centro moderno, lujos que hasta ahora no han podido disfrutar ni profesores ni alumnos: gimnasio anexo, comedor con capacidad para 250 comensales en un turno, zona de huertos y de esparcimiento, sistema de ventilación y de calentamiento de aire (además de calefacción), despachos, sala de profesores y aulas de especialidades.

En la visita también han participado las responsables del equipo directivo y la presidenta del AMPA, Raquel Lafarga, que han destacado la amplitud de los espacios y han preguntado a los responsables de la obra (de la empresa Vialterra) por las zonas de sombra en los patios. Son dos de los problemas que han tenido que soportar durante años.

En declaraciones a los medios, el conseller ha destacado que la inversión supera los cinco millones de euros, que se suman a otros diez que el departamento ha invertido en la capital en lo que va de legislatura, sobre todo a través del plan Edificant.

«Es una escuela que ha luchado durante mucho tiempo por mejorar la situación en la que estaba, y quiero agradecer el trabajo del AMPA y del equipo pedagógico para conseguirlo. Las prioridades cambian cuando cambian los gobiernos, y este centro tenía que haber estado hecho desde hace mucho tiempo», ha señalado.

Ribó, por su parte, ha destacado que el ayuntamiento y la conselleria están trabajando «codo a codo, algo que antes no pasaba», y ha dicho que cuando llegaron a la administración se encontraron las infraestructuras escolares en condiciones «muy malas». En este sentido ha puesto el ejemplo del futuro instituto de Patraix, que en las tres últimas legislaturas no ha pasado de ser un cartel decorando la parcela situada junto al bulevar sur.

En relación a este centro, el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, ha destacado que la obra, junto con el futuro centro de Malilla, entra dentro de un próximo paquete de actuaciones de Edificant, y que ya se trabaja en la delegación de competencias.

En la línea de sus compañeros de partido, también ha cargado contra los gestores anteriores, diciendo que tenían el objetivo de que «la escuela pública fuera de poca calidad para provocar trasvases de alumnado a la enseñanza privada concertada, dejando caer las infraestructuras de la ciudad».

Por otro lado, el conseller Marzà ha reiterado el compromiso de que antes de que termine la legislatura estarán construidos, en obras o adjudicados todos los colegios que continúan íntegramente en barracones. De hecho ha defendido que actualmente están ya acabados, en proceso o en licitación.