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Una multitud recorre la plaza del Ayuntamiento este sábado. IRENE MARSILLA

Un centro de Valencia entre obras y multitudes

Quo vadis, centro histórico? Vecinos y comerciantes analizan el futuro de Ciutat Vella ante unas Navidades que pondrán a prueba las costuras peatonales de un centro cada vez más saturado

Sábado, 16 de diciembre 2023

Si el centro de la ciudad pudiera echar a andar, se encontraría ahora mismo en una encrucijada, ante la decisión de qué quiere ser de ... mayor. Porque el centro histórico de la Capital Verde Europea lucha contra una turistificación que amenaza con llevárselo por delante, una peatonalización masiva que estresa los itinerarios para caminantes, una movilidad cambiante que confunde a propios y extraños y unas obras estratégicas que pueden cambiarle el aspecto para siempre. Vecinos y comerciantes analizan el futuro de la zona más céntrica de la ciudad. El diagnóstico coincide: cuidado con volar cerca del sol como Ícaro porque el calor puede derretir la cera y la caída será dura.

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Este fin de semana supondrá un examen para el centro después de lo ocurrido en el puente de diciembre, cuando la afluencia peatonal fue tal que hubo que desviar la C1 porque no podía circular por San Vicente. Ahora por ese tramo y por la plaza del Ayuntamiento discurren cinco líneas de las siete que han vuelto al centro, y habrá que ver cómo responden las aceras a la afluencia de personas. Ya este mismo sábado hubo que cerrar el tramo con el desvío de cinco líneas y el cierre temporal del aparcamiento de la plaza de la Reina, el más céntrico de la ciudad. Porque hay algo indudable: la peatonalización de la plaza ha supuesto un polo de atracción importante que ha llenado de viandantes el corazón de la ciudad. Y no digamos ya en Navidad. Les doy un dato: el año pasado, el diciembre la C1 se desvió una vez. Este año ya llevamos 6 en 16 días.

Y a todo esto se suman algunas obras importantes, como las que se dan en el entorno de la estación Joaquín Sorolla, del Palacio de Justicia o en la misma estación del Norte. Sin olvidar, por supuesto, el famoso cañón peatonal que unirá las estaciones de metro de Alicante y Xàtiva y que mantiene las calles de detrás de la plaza de toros en obras durante casi un año.

El vicepresidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Valencia, Toni Pla, explica que la intención es que el centro sea un lugar donde viva gente. Puede parecer una afirmación ingenua, sobre todo si miramos los datos. En Ciutat Vella vivían, a 1 de enero de 2023, últimos datos disponibles, 28.763 personas, un aumento del 2,8% con respecto al pasado año. Pla comenta que el centro lucha contra el peligro de convertirse en un parque temático del turismo. Lo dicen hasta los vendedores del Mercado Central, que esta semana celebraban la vuelta a la céntrica lonja de los clientes que habían dejado de llegar por el cambio en las líneas de la EMT. Algo va terriblemente mal en un barrio si a los vendedores del Mercado Central les sorprende ver clientes y no turistas.

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«Un centro histórico vivo para los vecinos y sostenible con el turismo». Eso es lo que quiere Pla, que insiste en buscar «un equilibrio». «Se está permitiendo una especulación brutal que expulsa a los vecinos y evita que los barrios tengan vida. Y en el centro ya ni te digo», comenta Pla, que dice que en los alredores de la plaza del Ayuntamiento «el alquiler residencial está imposible». Pla pide «actos descentralizados, tanto ahora como en Fallas». «Hay que buscar espacios más amplios para que no se generen grandes aglomeraciones», comenta, y lanza una propuesta: que la cabalgata de reyes, por ejemplo, no termine en la plaza del Ayuntamiento.

«El atractivo del centro debe modularse», explica Pla, que apunta que no cree que el retorno de las líneas al centro sea importante y da un tirón de orejas al equipo de gobierno: «Hay foros donde se pueden discutir estas cuestiones como la mesa de la movilidad y ahí no se ha trasladado». Los vecinos también quieren estudiar «mejores vías de evacuación» en caso de aglomeraciones.

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Los comerciantes admiten una afluencia a la pista de hielo hasta un 40% superior a la que se registró el pasado año

¿Qué piensan quienes viven y trabajan en el centro de la ciudad? Pues algo bastante parecido. Borja Ávila es el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y del Ensanche y explica que tienen claro que el modelo es «el de una ciudad más peatonal». «Llevamos años trabajando en el desdoblamiento de las aceras para facilitar los itinerarios peatonales, pero es verdad que este año está viniendo muchísima más gente», comenta. Habla Ávila de una afluencia a la pista de hielo de más del 40% que el pasado año.

Falta de transporte público

«Valencia es una ciudad muy plana donde desafortunadamente no tenemos el mismo transporte público que puede haber en otras grandes ciudades como Madrid y Barcelona», analiza Ávila, que aplaude la vuelta de las siete líneas. «Con datos, lo que habíamos constatado es que habíamos perdido un número de clientes que venían de otras poblaciones de la ciudad», indica. «Queremos que el centro de la ciudad de Valencia resplandezca», apunta.

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«Creemos que tenemos que intentar que todo el mundo pueda venir al centro de la manera que quiera», asegura Ávila, que insiste en el tema de las aceras anchas que se han construido en Isabel la Católica, por ejemplo. «Necesitamos rutas comerciales interesantes, pero también que se pueda venir también en transporte público y en vehículo privado», asegura. «No se puede concebir el centro como un lugar incómodo para llegar, remacha.

«El centro tiene que ser un punto de encuentro para todo el mundo donde nosotros ponemos nuestro granito de arena de tener unos comercios singulares con un producto diferenciado, con un trato personalizado y con un servicio post-venta increíble», celebra Ávila. «Nuestro trabajo es seguir manteniendo el comercio de proximidad que nos diferencie de otras ciudades», indica el presidente de los comerciantes, que insiste en la necesidad de conjugar el turismo con el carácter residencial. «Ciutat Vella es la carta de presentación que tiene los visitantes», asegura Ávila.

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La federación vecinal plantea que algunos actos, como la cabalgata de reyes, se trasladen a los barrios periféricos

Y eso que no se ha abierto (de nuevo) el melón de la plaza del Ayuntamiento. La alcaldesa ya ha dicho que no termina de convencerle el proyecto aprobado. Tanto es así que se da por hecho que hará uno nuevo o modificará tanto el aprobado que parece poco probable que se pueda considerar el mismo. Catalá tenía reservas por los árboles que tapaban la visión monumental del entorno y también de las mascletà, pero cierto es que la presencia de más líneas de autobús de lo previsto obligará a dale una pensada a todo el proyecto. Es algo que quedará para el año que viene, que será también el año en que Valencia sea Capital Verde Europea con una oposición a la ofensiva contra los cambios en movilidad y con un centro que, como se está viendo esta Navidad y se vio durante las pasadas Fallas corre el serio riesgo de morir de éxito entre la espada de las obras y la pared de las aglomeraciones peatonales.

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