Chalecos amarillos y silbatos son las «armas» que utilizarán mañana a partir de las 9 los padres de los más de 200 niños del colegio San Juan de Ribera, en la calle Cirilo Amorós, contra el cambio de tráfico en la citada vía a partir del próximo jueves. Así lo han confirmados fuentes del AMPA, tras criticar la situación que sufren en el centro escolar.
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«Desde 2014, año de apertura de las nuevas instalaciones del centro escolar lindando con un aparcamiento público, tanto la Dirección del CEIP San Juan de Ribera como su AMPA denuncian la situación de inseguridad vial en el acceso a la escuela y solicitan al Ayuntamiento actuaciones dirigidas a garantizar un entorno escolar seguro para sus más de 200 alumnas y alumnos de 3 a 12 años», indican en un comunicado.
La Concejalía de Movilidad prevé el próximo jueves realizar el cambio del sentido de circulación del tramo de Cirilo Amorós comprendido entre las calles Pizarro y Ruzafa, una decisión vinculada a la construcción del carril ciclista que llega desde la avenida Reino de Valencia y pasará por la calle Ruzafa. «La inminente reordenación de la calle prevé la colocación de nuevas zonas de carga y descarga y aparcamientos para motos frente al colegio San Juan de Ribera. Las actuaciones no contemplan la ampliación del espacio peatonal ni mejoras encaminadas a aumentar la seguridad de los más de 200 escolares», critican.
Una visita a la entrada del colegio a las 9 de la mañana es suficiente para comprobar que la dimensión de la acera es «insuficiente para la cantidad de personas que se acumulan principalmente todas las mañanas, desbordando sobre la calzada y la boca de entrada del aparcamiento público colindante».
En opinión del AMPA, las situaciones de peligro «comprometen la seguridad tanto de pequeños y acompañantes, como de las personas que caminan por este tramo de calle y se ven obligadas a cambiar su itinerario o bajar a la calzada al encontrarse con las aceras saturadas. La falta de espacio se ve agravada a diario por las decenas de motos que aparcan en las aceras, las terrazas y las operaciones de carga y descarga en el espacio peatonal».
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Desde hace más de cinco años, las familias afectadas reclaman mejoras en el espacio público frente a la escuela y medidas de control en la entrada y salida constante de vehículos al aparcamiento público vecino, que también tiene acceso desde la calle Colón, antes de que haya que lamentar daños personales.
El AMPA considera que los cambios previstos ahora en este tramo de Cirilo Amorós son una «oportunidad magnífica para liberar esta zona de tanta presión de vehículos y exigen al Ayuntamiento que se tengan en cuenta sus demandas priorizando la seguridad de los pequeños y su derecho a vivir en un entorno digno, amable y saludable».
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Entienden que la ubicación del colegio no es excusa para «no promover los principios de movilidad sostenible que la misma Concejalía está impulsando en otros barrios a través de proyectos de caminos escolares que fomentan la autonomía infantil».
Entre las alternativas que plantean los padres destaca ampliar espacio peatonal eliminando aparcamiento en superficie, mejorar la visibilidad en los cruces, apoyar el carril bici que se ejecuta en la calle Ruzafa con aparcamientos de bicicletas, plantear cortes de tráfico en la calle y en el aparcamiento colindante en la hora punta escolar, etc.
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