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LOLA SORIANO L. SORIANO
VALENCIA.
Domingo, 5 de enero 2020, 00:23
Este fin de semana previo a Reyes es el momento estelar para muchos comerciantes que hacen una de las campañas más importantes del año que les permite mantenerse el resto de meses, pero eso no parece haber importado al Ayuntamiento de Valencia, que el sábado cerró al tráfico las calles del centro desde las 15 horas, a pesar de la petición de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, que había solicitado que no se aplicara la medida en la jornada del sábado.
La situación ha generado enfado entre los comerciantes, ya que este cierre de circulación perjudica al nivel de ventas. Además, según detallan los afectados, «esta medida del Consistorio no se ha visto acompañada de un refuerzo del servicio de transporte público de la EMT».
Como explica la gerente de esta asociación de comerciantes, «en general, no nos oponemos a que cierren al tráfico el centro en determinadas fechas, pero sí que dijimos a los responsables que no veíamos bien que se realizara el día 4 de enero porque caía en sábado y en esa jornada la EMT no tiene el mismo número de autobuses que entre semana, al igual que hay reducción del metro y de Cercanías y se trata de uno de los días fuertes de ventas de esta campaña de Navidad».
Aseguran que, como alternativa, propusieron que en caso de efectuarse el cierre, «que se reforzara las líneas de EMT, para que hubiera el mismo servicio que entre semana, pero el Ayuntamiento de Valencia nos dijo que no».
Desde este colectivo de comerciantes lamentan que «en días comerciales como el viernes del 'black friday' el Consistorio sí se implicó e hizo un refuerzo de la frecuencia de las líneas de la EMT y ahora, en un día como el de ayer tan importante para el pequeño comercio, no se ha tenido en cuenta».
De hecho, el cierre del sábado, que es una de las nueve jornadas previstas por el Consistorio para el cierre de calles del centro para estas fiestas, se comenzó a aplicar en la plaza del Ayuntamiento y alrededores y en la calle de la Paz (a la altura de Poeta Querol) a partir de las 15 horas y se mantiene en toda la jornada de hoy y también hasta las 21 horas del lunes.
Comerciantes como María Jesús Grau, de la firma Gran Menaje de la calle Trench, reconoce que la decisión de cerrar el centro al tráfico en la jornada del sábado les ha disgustado. «Estos cortes a dos días de Reyes nos están perjudicando mucho porque la gente si no tiene un buen transporte o no puede llegar con el coche, no compra productos de cierto volumen», según Grau.
Petición Los comerciantes del Centro Histórico aseguran que llevan una década pidiendo que los sábados haya el mismo servicio de autobuses que entre semana.
Hasta la madrugada Muchas tiendas del centro abrirán hoy hasta la madrugada para las compras de Reyes.
Crítica La asociación lamenta que no haya una apuesta real por el pequeño comercio.
De hecho, afirma que «cuando está la zona cerrada para el uso peatonal la gente pasea y no compra más que cosas pequeñas. Incluso nos dicen que se llevarían otros productos pero como van paseando, que no quieren ir cargadas. Eso en días fuertes de venta de Reyes como el de ayer no se puede consentir».
Este colectivo de comerciantes ya ha reclamado que durante todo el año los sábados tengan la misma frecuencia de paso que el resto de los días laborables, y más en jornadas como las de ayer. «Es una propuesta que venimos reclamando desde hace una década y todavía es más necesario si tenemos en cuenta las obras que se van a hacer en la plaza del Ayuntamiento y de la Reina. Tienen que compensar todo esto con el aumento de la frecuencia porque de nada sirve que peatonalicen si no va acompañado de un mejor transporte público», explica Julia Martínez y añade que en ciudades como Madrid sí se ha mejorado el servicio con la propuesta de Madrid Calle 30. A pesar de ello, el alcalde Joan Ribó dijo recientemente que en estos momentos no veían indicadores de que las líneas de la EMT fueran saturadas en los sábados.
Cabe destacar que el cierre al tráfico del centro no sólo trajo consecuencias el sábado, el día de Nochebuena también causó problemas a los comerciantes. Como detalla María Jesús Grau, el 24 de diciembre «había clientes que tenían encargos y criticaban que no sólo no podían acceder con el coche, sino que además, cuando pasaba un autobús iba lleno y si lo perdían, el siguiente tardaba y tenían que esperar en la parada entre 20 y 25 minutos, algo que pienso que no es normal».
La gerente de los comerciantes del Centro Histórico añade que «tampoco entendimos por qué el día 24 respetaron el horario matinal de venta del Mercado Central y no cerraron el tráfico y sí lo hicieron por la tarde, que es el momento más fuerte para los comercios». Además, explica que «dicen con la boca bien grande que apoyan al pequeño comercio de la ciudad, pero no es real porque cuando los necesitamos, no están».
Martínez también detalla que «el día 24 se produjeron quejas de clientes que no podían acceder en coche y había quejas de que la zona del Ensanche tenía las calles colapsadas porque se desviaba todo el tráfico a esa zona».
Desde la firma Gran Menaje, María Jesús Grau añade que el 31 de diciembre se encontraron con la situación de que «a partir de las 8 horas no dejaban pasar por la zona de María Cristina ni la calle de la Paz por la preparación de las campanadas infantiles de Nochevieja y ya nos afectó bastante». Otra comerciante del centro histórico, Concepción Rausell, de óptica Centro, en la plaza del Doctor Collado, también reconoce que «se ha notado la bajada de ventas porque los conductores no podían llegar al centro y el servicio de la EMT no se reforzó y el metro no llega hasta la zona». Y añade que «nosotros pagamos la primera hora de parking a los clientes que vienen, pero el problema es que no podían acceder a los aparcamientos y había muchos atascos. Y los que querían venir en autobús tenían que esperar el paso de la línea unos 20 minutos».
Ya en el caso de hoy, asumen que por la celebración de la cabalgata de Reyes estén las calles del recorrido cerradas porque es algo tradicional, pero esperan que la gente se anime a comprar al término del acto.
Los comerciantes del Centro Histórico no son los únicos que demandan más atención de las administraciones al pequeño comercio. En el Marítimo y Benimaclet también creen necesario más campañas de apoyo a los emprendedores locales.
Si bien los comerciantes del Centro Histórico han hecho públicas ahora sus inquietudes por los cortes de la plaza del Ayuntamiento y alrededores en la jornada de ayer, ya que era uno de los días fuertes de ventas, en el caso de los comercios de barrios, exigen más campañas de promoción y ayudas para revitalizar las tiendas y los barrios.
En el caso del frente marítimo, desde la asociación de comerciantes, industriales y profesionales del Marítimo (Acipmar) recuerdan que el plan de ayudas europeas Edusi previsto para el Cabanyal incluía actuaciones relacionas con los comercios, «pero llevamos esperando medidas desde 2017 y todavía no se han producido», indica Paco Ortega, presidente de Acipmar.
Y es que este plan dotado de 30 millones de euros, tenía previsto una partida de 1.285.000 euros para revitalizar comercialmente el barrio, tras los años de degradación, pero las iniciativas «no se han impulsado porque desde Europa explicaron que no se podían conceder ayudas directas a particulares».
Tal como explica, «la idea era conceder ayudas para repoblar con comercios las calles del Cabanyal, pero luego nos dijeron que había que replantear el programa dirigido a los comerciantes y todavía seguimos esperando que el Ayuntamiento haga los cambios necesarios para ver cómo nos van a hacer llegar ayudas para impulsar comercialmente la zona, potenciar la imagen corporativa o para ver si podemos tener cursos de formación o para potenciar la venta on line».
Ortega detalla que necesitan, después de tres años de espera, que se replanteen las ayudas para no perderlas y que la mejora real se note en el barrio. También detalla que «se han ido arreglando las aceras y calles del barrio, pero no se hecho manteniendo una consonancia estética, en la calle San Pedro, por ejemplo, es distinto a Escalante, y se podría haber apostado por mantener una estética similar, dado que es un casco histórico pintoresco».
Además, asegura que hay muchos emprendedores que quieren abrir negocios en el barrio, «pero en determinados casos hay licencias que están tardando entre un año y un año y medio en concederse y eso no se puede consentir. Hay que intentar ser más ágil para apostar por el barrio».
Por su parte, en Benimaclet, ha surgido la asociación de comerciantes Benicomerç y detallan que necesitan «campañas de apoyo al comercio de barrio. Necesitamos también un local para tener un punto de reunión aunque sea un edificio compartido entre varias asociaciones», según Rafael Gil, colaborador de la directiva.
Por su parte, en la asociación de comerciantes del Centro Histórico demandan que la campaña de la Policía Local contra los manteros, por la venta de productos falsificados, se mantenga todo el año. «No queremos que sean operaciones o campañas aisladas, como la de ahora en Navidad, es importante que haya una coordinación para impedir la venta de estos productos», indican.
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