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PACO MORENO
VALENCIA.
Sábado, 18 de noviembre 2017, 01:13
El 24 de junio de 2012 se celebró el último Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia y cinco años después se ha firmado el acta de defunción. El Consorcio Valencia 2007 ha decidido eliminar alrededor de 5.000 piezas de mobiliario urbano del trazado de velocidad que rodea la dársena interior.
La desaparición será paulatina, indicaron fuentes de la entidad, conforme avancen las obras de urbanización programadas en el plan de usos. En total, 53.000 metros cuadrados fundamentalmente alrededor de los tres tinglados.
El primer Gran Premio se disputó en 2008 con la vocación de un circuito urbano, es decir, que el resto del año pudiera utilizarse con normalidad como una calle más de la ciudad. Para ello se encargó un sistema que permitiera esa dualidad con piezas desmontables.
Así, se colocaron grandes bloques de hormigón y una señalización desmontable, de tal manera que dejara habilitar estacionamientos, medianas en las calzadas y jardineras que delimitan todavía las zonas peatonales para impedir el paso del tráfico de vehículos.
Eso es lo que desaparecerá con una primera fase en el tinglado 2, donde el año próximo se ha previsto una actuación en un espacio de 10.000 metros cuadrados, con zonas de juegos infantiles, descanso y jardines. Esto último se quiere potenciar para ofrecer incluso áreas de sombra a los viandantes.
Fuentes de la entidad indicaron que el mobiliario de la Fórmula 1 tiene un mantenimiento complicado. Las piezas se degradan y no tiene mucho sentido su sustitución por otras iguales, dado que la licencia para celebrar carreras expiró el 20 de agosto de 2013.
La Generalitat también desafectó el circuito, que nació con la premisa de que no podía alterarse su trazado, lo mismo que ha hecho el Ayuntamiento en la revisión del Plan General. El documento que aprobó en octubre la junta de gobierno deja muy claro que las calles del sector del Grao se modificarán conforme convenga al diseño del barrio. El 'pico de pato', la curva más lenta junto al cementerio municipal, tiene los días contados.
La supresión del mobiliario debería haberse hecho hace tiempo, aunque las dificultades financieras del Consorcio han retrasado las obras. El propósito de intervenir en el tinglado 2 se remonta al mandato anterior, cuando se quería establecer un mercado gourmet con zonas de restauración. Ahora, la decisión es que se quede como una plaza cubierta pero diáfana en el resto, como ágora de eventos culturales y vecinales del Marítimo.
La renovación en las señales responde también a una petición de los empresarios de la Marina, que se quejan desde hace años de la dificultad de los clientes de los restaurantes para orientarse, sobre todo cuando se dirigen a la Marina sur. Una rotonda doble con salidas a la sede de la Autoridad Portuaria, la sede de Transmediterránea, la lonja de pescadores y la calzada que lleva hacia la parte sur de la dársena es la más cuestionada.
En cuanto al barrio del Grao, la asociación de vecinos ha pedido varias veces la retirada de todas las vallas y mobiliario del circuito de velocidad. El presidente de la entidad vecinal, Jesús Vicente, comentó ayer que estos días están limpiando los alrededores de la explanada de la antigua playa de vías ferroviarias, que acoge desde hace años la feria de atracciones en Navidad.
«Esperemos que se haga más a menudo y no sea sólo algo puntual», dijo al destacar los vertidos ilegales que se realizan con frecuencia dentro de la zona vallada (está llena de agujeros), sobre todo de escombros. Los residentes ya se han cansado de denunciar incendios de palés, rotura de vidrios y hasta carreras en algunos tramos de la calzada que se extiende entre la trasera de la calle Juan Verdeguer y el viejo cauce.
El Ayuntamiento ha descartado la construcción de canales y rematar el sector con una especie de delta verde, con lo que de cierta forma se parte de cero en el diseño del que se considera como el barrio con más expectativas de la ciudad gracias a ser la prolongación de la avenida de Francia y convertirse en la puerta de entrada a la Marina en un sector de 449.770 metros cuadrados y con torres de hasta 50 plantas. En total, cerca de 3.500 viviendas donde predominan las de renta libre.
El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, indicó que se trabaja desde hace tiempo en la adaptación del proyecto de urbanización con los nuevos criterios aprobados en el pleno. El más importante es el que cumple lo acordado por la Generalitat, a saber, que el circuito de Fórmula 1 ha dejado de existir como tal, por lo que se pueden hacer todos los cambios en el trazado que convenga al Consistorio.
«El proyecto podrá obviar todos los aspectos condicionados por el circuito, excepto el trazado que en la medida de lo posible hay que utilizar para ahorrar costes». Hay que recordar que la parte del Grao costó a las arcas de la Administración autonómica 40 millones de euros, que debe afrontar el Ayuntamiento repercutiendo la cantidad a los promotores inmobiliarios como una carga urbanística del sector. «Prácticamente todo lo que había en las calles en el proyecto inicial eran elementos móviles, de quita y pon cada año cuando hubiera carreras. Eso encarecía mucho el proyecto de urbanización», apuntó.
Seguramente el mayor cambio sustancial será la frontera con el viejo cauce, todavía sin urbanizar y por donde corre el agua en superficie hasta la desembocadura en el puerto. «Hay un aspecto de la sección del cauce donde estamos a la espera del estudio técnico, que habrá que recortar posiblemente porque invade el cajero», estimó el edil.
98 millones de euros es lo que costó toda la infraestructura para el Gran Premio de Fórmula 1, tanto el circuito como los boxes en los tinglados.
Desmontaje y subasta La Conselleria de Obras Públicas ha adjudicado el desmontaje de los boxes en los tinglados 4 y 5. El acuerdo es que se permita la venta de todo el equipamiento recuperable.
Basura en el Grao La asignatura pendiente del Ayuntamiento es cómo resolver la ‘patata caliente’ del sector del Grao, con vertederos incontrolados, matorrales y restos del saqueo.
Para Sarrià había muchos condicionantes en el plan heredado del anterior mandato. «La subestación de Iberdrola (que debía trasladarse al puerto), la salida sur del acceso norte por el sector del Grao, y hasta soluciones provisionales en caso de que no se soterrasen las vías en la salida del túnel de Serrería», enumeró. Algunas incógnitas ya se han despejado como la supresión de cualquier reserva de suelo que permita la construcción de un túnel desde la V-21 hasta los muelles. «Queremos acabar el proyecto de urbanización, resolver esos aspectos de planeamiento y avanzar», precisó. A principios del próximo año esta parte del proceso estará acabada.
La ventaja actual es que ahora hay «unos propietarios de suelo con garantías. Antes había una administración concursal, pero una vez resuelta la subasta de suelo del BBVA, la idea es que el Ayuntamiento saque a concurso la ejecución del proyecto y se presente quien quiera. Si la propiedad presenta una alternativa tienen preferencia».
Los parámetros de la edificabilidad «son los que son, caben cambios pero en la medida de lo posible se respetarán los viales porque está condicionado con el convenio firmado con la Generalitat, a la que tenemos que devolver 40 millones». El documento que sirvió para la construcción del circuito de velocidad no incluye curiosamente este término, para dar cobertura legal a lo que se consideró un adelanto del plan de urbanización del Grao y la Marina. «Lo que pone es que el Consistorio tenía que repercutir en los propietarios y devolverlo».
El plan urbanístico nació de un concurso de ideas ganado al alimón por Jean Nouvel y los alemanes de GMP, que se encargó de fusionar el arquitecto valenciano José María Tomás, autor de la ampliación de Feria Valencia y coautor del proyecto no presentado todavía para la reurbanización de la plaza de la Reina, la obra más singular del mandato.
Quejas vecinales
«Desde que empezó la construcción del circuito, mucho se ha escrito y más nos han engañado a todos los valencianos y en especial a los vecinos del Grao», asegura el presidente vecinal de Grao-Port, Jesús Vicente. Critica que desde el principio «protestamos sin ningún resultado, pero por desgracia el tiempo nos ha dado la razón; hoy tenemos un solar arrasado, sucio y desmantelado impunemente. A pesar de que denunciábamos constantemente el saqueo, nadie hacia caso, aparte de la deuda que nos dejaron a todos los valencianos». Para el dirigente vecinal, la cuestión es que «nos vendieron su construcción como la panacea para Valencia y en especial para el Grao (esto iba a ser el nuevo Montecarlo) y la verdad está a la vista». El desengaño de la entidad va a más al considerar que con la «construcción del circuito se destruyó la marginal izquierda del cauce, por lo que pedimos ahora que esa parte quede libre para cuando se termine de urbanizar el jardín del Turia tengamos zonas verdes en nuestro barrio».
Recordó que también desapareció por el trazado parte de la calle Poeta Sanmartín y Aguirre que va al cementerio del Grao, y desde entonces «esta calle no consta para nadie. No se barre porque a la contrata no les sale en el plano, no hay luz porque no existe y sirve para tirar escombros cuando quieren».
«Desde que terminaron las carreras pedimos que se le dé un uso ciudadano, que podamos disfrutarlo de momento con poco coste para el Ayuntamiento, y al mismo tiempo se evitaría el vandalismo y mantendría limpio. Como siempre, nuestras peticiones se pierden».
El portavoz de la asociación vecinal de Nazaret, Julio Moltó, comentó que han alegado en la revisión del Plan General para «diseñar ese nuevo barrio integrado con su entorno urbano preexistente y unos edificios que eviten el efecto barrera de la brisa del mar».
Subrayó que en la frontera con la Marina se debe «recuperar la memoria de Valencia como ciudad fluvial y marítima integrada con la prolongación del jardín del Turia hasta la Marina y el nuevo parque de desembocadura en el solar de la antigua fábrica de aceite en Nazaret». Propuso reconvertir en itinerarios peatonales y carril bici parte de los carriles de circulación que separan el Grao de la dársena y reutilizar el puente giratorio de la Fórmula 1 y abrir itinerarios peatonales en la marginal izquierda y en la parte del barrio de las Moreras.
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