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Roturas y desperfectos en el techo y las cornisas del mercado de Abastos. Damián Torres
El mercado de Abastos pide socorro

El mercado de Abastos pide socorro

Círculo de Patrimonio y los vecinos alertan de cornisas en riesgo de desprendimiento, roturas en el techo, goteras, pintadas en la fachada y presencia de indigentes

José Molins

Valencia

Martes, 27 de junio 2023, 14:23

Un lugar emblemático de Valencia pide auxilio por su lamentable estado. El mercado de Abastos, declarado Bien de Relevancia Local (BRL), sufre una alarmante falta de mantenimiento ante la dejadez del Ayuntamiento en los últimos años. Son numerosos los desperfectos que preocupan a los vecinos, como cornisas en mal estado y con riesgo de desprendimiento, techos rotos, goteras y filtraciones de agua, pintadas en la fachada, así como varios indigentes que pernoctan en el interior del recinto.

Esta situación ha llevado al Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural a presentar este lunes una queja formal al Ayuntamiento, por registro de entrada, para denunciar la falta de mantenimiento. «Hay pintadas en los muros de la fachada, en la parte central del techo las cornisas se han roto algunos trozos, el hormigón está a la vista desde la calle, también hay faltantes en el techo y cristales rotos en las ventanas», critica Cesar Guardeño, presidente de esta entidad. «Al tratarse de un BRL, los desperfectos deben ser retirados de manera profesional, en la piedra que se ha pintado, no pueden camuflarlas con pintura que lo cubra», avisa.

En el edificio hay un complejo deportivo con gimnasio y piscinas, el instituto IES Abastos, una comisaría de Policía Nacional, la sede de la asociación de vecinos, centro cultural y una cafetería. Concha Gimeno, presidenta de la Asociación Vecinal Abastos-Finca Roja, ve a diario la «degradación» que padece este recinto. «Las cornisas están que se caen, se encuentra todo deteriorado, es una pena, porque se trata de un lugar emblemático, además pasa mucha gente a diario y está así, hay indigentes, y huele a orín. La fachada está con pintadas, con cristales rotos, se puede caer un trozo de cornisa en cualquier momento y hacerle daño a alguien, es peligroso», relata.

En el IES Abastos denunciaron hace un año la rotura del techo y las goteras que hay. El Ayuntamiento adjudicó las obras y todavía no han acabado de solucionar el problema. Y eso que sólo había presupuesto para arreglar la mitad del centro, porque la otra mitad, que linda con las dependencias de la Policía, ni siquiera está licitado el proyecto. Se sigue filtrando el agua, que cae a los pasillos del instituto, a algunos departamentos y en aulas. Por el momento los trabajos son para sellar las cristaleras del techo y la terraza, por donde se filtra el agua de la lluvia, pero las juntas de dilatación llevan más de 30 años sin mantenimiento y suponen una fuente de problemas.

Paso constante de gente

Para Guardeño el edificio «se encuentra en un estado lamentable, impropio de un BRL, lleva bastantes años con falta de mantenimiento, porque esto es algo que viene de largo y se ha ido dejando por parte del Ayuntamiento», explica el líder de esta organización. «No es un sitio cerrado, pasa mucha gente a diario, en el instituto, la policía, el polideportivo, y sin embargo habiendo tanto tránsito de personas, sorprende esa falta de mantenimiento y de limpieza regular, no hay inspecciones municipales», añade. «Exigimos acciones inmediatas, que se actúe para evitar un efecto llamada y que el edificio se llene de pintadas, hay que frenar esta degradación», expresa.

En cuanto a los indigentes, Gimeno señala que hace unos meses «llegaron a agredir a unas personas», pero que la policía no puede hacer nada porque se tiene que encargar Servicios Sociales. «La gente tiene miedo a enfrentarse a ellos, hay algunos problemáticos», cuenta la líder vecinal. Por las mañanas los servicios de limpieza municipales retiran los enseres de los indigentes cuando ellos salen a la calle, pero poco después ellos vuelven a instalarse en el pasaje Valentín González.

Una mujer pasea cerca de un indigente en el interior del mercado de Abastos. D. Torres

Además, vecinos y usuarios del centro deportivo critican el mal estado, especialmente de los vestuarios y las duchas. Las piscinas del complejo han estado cerradas desde septiembre, con diversas reformas, pero desde el mes pasado están todas en funcionamiento, tras la entrada de la nueva contrata que se ha hecho cargo de la explotación de las instalaciones, la empresa Supera, que también lleva la piscina municipal del barrio de Ayora. «Los vestuarios necesitan una mejora grande, porque están anticuados, con suciedad», dice Marcelino, que viene a nadar a la piscina. Y otra usuaria, Amparo, añade: «Hace falta mantenimiento en las duchas y los vestuarios, están bastante mal y en el instituto también. La fachada está descuidada, hay mucha suciedad, aquí hay mucho espacio y hay que mantenerlo en buenas condiciones, ahora no se conserva de forma digna», dice la vecina sobre el estado general del edificio.

Para la presidenta de la asociación esta «dejadez del Ayuntamiento» provoca que el recinto se encuentre «desangelado» con tanta falta de mantenimiento. «No sé si este nuevo gobierno hará algo más para revitalizarlo», dice Gimeno. Y Ana, vecina de la zona, asegura que «está todo fatal, los techos, la fachada, está dejado, hay mucha suciedad». Con una superficie de 23.800 metros cuadrados, el mercado de Abastos se construyó al finalizar la Guerra Civil como proyecto del arquitecto Javier Goerlich y es de estilo racionalista, con gran importancia patrimonial y cultural en la ciudad. Pero la falta de mantenimiento y dejadez del Ayuntamiento ha situado a esta joya arquitectónica del siglo XX en un estado alarmante.

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