Comer con la mascarilla puesta gracias a un diseño valenciano

A pesar de que la vacunación sigue avanzando día a día y la gravedad del virus parece que se atenúa, los contagios siguen presentes en la sociedad y aún no se vislumbra el momento definitivo en el que determinan el fin de nuevas restricciones, que afectan especialmente al sector de la restauración. Para el enfermero, su mascarilla podría ser una solución muy beneficiosa para la restauración en el contexto actual. Bares y restaurantes abren y cierran sus puertas condicionados por las restricciones del coronavirus, pero Bernardo asegura que con sus mascarillas comer y beber deja de ser una actividad riesgosa. «Con esta mascarilla se garantiza el menor espacio de tiempo de contacto con el aire exterior, minimizando al máximo el riesgo de emisión o recepción de sustancias patógenas contenidas en el aire durante el proceso de alimentación» comenta el inventor Bernardo Fernández. La clave de esta nueva solución, propuesta por el enfermero alicantino, radica en el peculiar sistema de la mascarilla. «Está provista de un compartimento que permite la entrada y salida de los utensilios para comer y beber, incluidos en el mismo kit. Ya ha pasado los trámites para la patente, en breve obtendrá la nacional, solo falta financiación para comercializarla» aseguró Fernández.