Compromís promete ahora mantener una de las naves de Zaidía después que el PSPV anunciara su derribo

Como si el anuncio de la concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, de que va a derribar las naves de Zaidía y va a crear nuevos edificios y zonas verdes en el patio interior más polémico de la ciudad no fuera más que una promesa electoral, Compromís se ha sumado este martes a la fiebre de las simulaciones para presentar su propuesta para las naves de Guatla. En su caso, el portavoz de Compromís y concejal del Ayuntamiento, Pere Fuset, y el vicealcalde y concejal de Compromís, Sergi Campillo, han garantizado el mantenimiento y la rehabilitación de una de las naves, para poner en valor este patrimonio industrial de la ciudad y para instalar servicios públicos municipales como un centro de mayores que pueda desarrollar actividades para este colectivo y un espacio para el uso de las entidades del barrio.

«En cualquier caso, el uso del espacio rehabilitado se decidirá en todo momento de forma acordada y dialogada con los vecinos y vecinas del barrio, ya que nadie como ellos saben las necesidades que tienen en esta parte de la ciudad», ha indicado la formación en un comunicado horas antes de que esta tarde, a las 18 horas, tenga lugar una mesa redonda convocada por los vecinos del barrio para debatir las propuestas de los cinco partidos en el Consistorio más Podem para Zaidía.

Tal como ha explicado Fuset, «en Compromís presentamos una propuesta equilibrada para el barrio de Zaidía, atendiendo a las reivindicaciones del vecindario, evitando por un lado que se construya un macrohotel en el que es ahora mismo un patio de luces, pero además acercando dotaciones públicas que son imprescindibles en este barrio como lo son también las zonas verdes. Y todo esto lo hacemos respetando el patrimonio industrial, preservando una de las naves para que pueda acoger estas dotaciones públicas y para que este patio de luces actual se convierta en una zona verde».

La rehabilitación de la nave que plantea Compromís mantiene y recupera elementos patrimoniales y arquitectónicos del edificio como, por ejemplo, una serie de ventanas que actualmente están tapadas y que se abrirían de nuevo. La parte exterior de la nave se concibe como espacio verde con juegos infantiles y otros elementos de uso público.

Por otra parte, se plantea también un nuevo acceso al espacio (por la calle Sant Bru, donde hay un colegio) que se sumaría a los dos que ya existen en la actualidad (en las calle de Guatla y a través de la planta baja, donde se instalaría una oficina municipal de la energía). Por último, esta actuación permitiría abrir ventanas y balcones en las fachadas de las fincas contiguas, puesto que este espacio pasaría de ser un patio de luces a ser considerado como espacio público.

Y es que la cuestión de si las naves merecen o no protección es la verdadera madre del cordero. Pese a los informes de entidades internacionales y de reconocidas expertas en patrimonio industrial, como la arquitecta Diana Sánchez Mustieles, que abogan por el mantenimiento de las naves, ni técnicos municipales ni de la Generalitat consideran que sea necesario.

De hecho, según explican desde la concejalía de Urbanismo, cuentan con hasta cinco informes diferentes que no ven valor patrimonial en las naves, aunque desde la concejalía que dirige Sandra Gómez no se descarta mantener algunos elementos de alguna de las naves para recordar su presencia en la zona. El plan de Urbanismo pasa por construir tres edificios, un parque y un edificio dotacional, que podría ubicarse en la nave que se encuentre en mejor estado, pero no se garantiza su mantenimiento, como sí ocurre en la propuesta electoral de Compromís.