El concurso para resideñar el jardín del Turia no interesa y queda desierto sin ofertas

No está clara la razón, indican en el Ayuntamiento, puede ser la temporada veraniega o el presupuesto, pero el caso es que el concurso para el plan de mejora y acondicionamiento del jardín del Turia, que salía por 82.644 euros y un plazo de entrega de ocho meses, ha sido declarado desierto por falta de ofertas. No ha interesado a nadie.

El objeto del trabajo pasa por elaborar un documento de «evaluación, gestión y planificación futura del jardín del Turia 35 años después de la inauguración de su primera fase. Un documento que evalúe el funcionamiento actual, identifique necesidades a subsanar y oportunidades a potenciar y establezca unas directrices de gestión para conservar y potenciar el notable legado social, natural e histórico para generaciones presentes y futuras». Un encargo muy potente que segura mente se ha quedado corto de presupuesto.

El Organismo de Parques y Jardines fue el encargado de tramitar el concurso y fuentes cercanas al concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, señalaron que este traspiés no supone de ninguna manera el abandono de la iniciativa. «Hay que ver si sale con otras condiciones o se realiza un encargo directo, pero se hará», dijeron esto último en referencia a un contrato menor.

«El plan será también coherente con los objetivos de naturalización y restitución de los servicios ambientales y de la biodiversidad, que se han revelado prioritarios para incrementar la resiliencia ciudadana frente a episodios de cambio como la reciente pandemia provocada por el Covid-19», se indica en uno de los documentos de la licitación.

Esta iniciativa coincide con otra en marcha, en este caso para finalizar el jardín del Turia entre la Ciudad de las Ciencias y el puerto. Hasta 19 aspirantes ambicionan quedarse con el encargo, en lo que supondrá la última oportunidad para los profesionales de dejar su sello en el espacio más icónico de Valencia, con permiso de algunas plaza y calles del centro histórico.

De momento está garantizada la ejecución de todo el proyecto, aunque para las obras se cuenta con el compromiso de la Autoridad Portuaria de financiar en su mayor parte la primera fase, entre el puente de Astilleros y la desembocadura. El resto depende del desarrollo del PAI del Grao y del soterramiento de las vías de Renfe que conducen al túnel de Serrería. Este planeamiento urbanístico no se ha aprobado todavía aunque se conocen detalles como la supresión de la prolongación de la Alameda, en favor precisamente de ampliar la zona verde. La eliminación del vial se justifica al existir la alternativa de la avenida de Francia, aunque ha sido criticada por la oposición, además de la aceptación de no contar con la ampliación del túnel.