Secciones
Servicios
Destacamos
Pablo Alcaraz
Miércoles, 26 de julio 2023, 01:15
A vueltas de nuevo con un problema crónico que azota a todas las grandes ciudades como Valencia. La plaga de las palomas continúa marcando el día a día de los valencianos con suciedad y ruido en las calles y plazas de la capital. Un ejército de alrededor de 25.000 aves causa molestias diariamente por tierra y aire a la ciudadanía, los monumentos, los edificios y la vía pública de la ciudad.
El censo de avifauna anual correspondiente al año 2021 reflejó que en Valencia habita una población de 24.758 palomas, una cifra ligeramente inferior a la del 2020 que registró 24.816 aves de este tipo. Sin embargo, algo que pone de manifiesto el fracaso de las políticas en materia de plagas del anterior equipo de gobierno es que únicamente se ha reducido el número de ejemplares en 58 en los últimos dos años de los que hay registros disponibles.
El portal web del Ayuntamiento cuenta con una breve sección llamada 'Avifauna urbana: palomas y otras aves' dedicada a explicar los problemas derivados de la presencia de las palomas en la ciudad. «Sus excrementos llevan asociadas enfermedades debido a la presencia de parásitos y también provocan problemas estéticos-culturales debido a su acumulación», recita la página corporativa. Otro tipo de aspectos negativos que menciona este apartado son el bloqueo de los desagües, la contaminación del agua potable de los bebederos o el fuerte ruido de las grandes bandadas.
La Concejalía de Bienestar Animal fue una de las áreas de nueva creación del gobierno de Rialto en su entrada al consistorio municipal en el año 2015. La edil Glòria Tello ha sido quien ha encabezado esta concejalía durante los ocho años de gobierno de Ribó siendo también la responsable de las medidas destinadas a combatir las plagas que han azotado la ciudad.
Tello ha defendido siempre la voluntad del equipo de gobierno de «fomentar el buen trato hacia los animales» empleando iniciativas innovadoras para luchar contra la plaga de palomas. La concejala de Bienestar Animal declaró en su día que las medidas tradicionales «iban totalmente en contra» de la línea de actuación que se buscaba desde su concejalía. Una de estas propuestas fue alimentar a los ejemplares con un pienso esterilizante que «no supone ningún problema para la salud de las aves», según manifestó la responsable de Bienestar Animal en la inauguración de la campaña de esterilización en 2016.
El Ayuntamiento de Valencia instaló 16 dispensadores con pienso esterilizante en las azoteas de los edificios municipales donde existía una concentración más grande de aves. Algunos de estos puntos fueron la Catedral, el Mercado Central, el de Ruzafa y el del Cabanyal, también en los tejados de algunas comisarías de la Policía Local, como la del Paseo Marítimo, o en varias bibliotecas municipales.
Los palomares ecológicos fueron otra de las medidas estrella que se puso en marcha desde Bienestar Animal. Un total de nueve parques de toda Valencia como los de Viveros, Rambleta, Ayora, Benicalap, Marxalenes, Nazaret, Orriols, Oeste y Polifilo habilitaron estos recintos con capacidad para albergar a 2.000 palomas cada uno. El objetivo pretendido con esta propuesta era «atraer esta población de aves hacia los jardines para poder controlarlas a nivel poblacional y sanitario además de ubicarlas en un lugar donde no causen molestias a los vecinos». No obstante, queda claro que esta batería de medidas no ha dado un buen resultado.
El balance del impacto de estas medidas impulsadas por Bienestar Animal con Tello al frente arroja serias deficiencias en cuanto a su bajo grado de efectividad. La primera de ellas es que en el período 2020-2021 tan solo se ha conseguido reducir el número de ejemplares en menos de 60 gracias al pienso esterilizante. La segunda de estas carencias es que aunque se llegaran a llenar los nueve palomares ecológicos, con una capacidad total de 18.000 pájaros en las previsiones más optimistas, todavía quedarían alrededor de 7.000 palomas repartidas por la ciudad.
Algunas asociaciones vecinales así como distintos particulares han denunciado situaciones en las que algunos vecinos de la ciudad alimentan a las palomas provocando una gran aglomeración de estas. «Cuando se les da de comer y de beber la situación se acaba convirtiendo en una rueda», afirman desde la Asociación Vecinal de Nou Moles, uno de los distritos más afectados por la plaga de palomas.
Desde este colectivo de vecinos alertan de la proliferación de conductas de particulares que alimentan de manera sistemática a las aves en distintos puntos puntos de Valencia y que, debido a la falta de vigilancia y el hecho de que no se multe a sus responsables, agravan la problemática. Algunos testimonios de otras partes la ciudad se han puesto en contacto con LAS PROVINCIAS para denunciar este tipo de prácticas.
Una vecina de la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias ha puesto de manifiesto un caso en el que una mujer reparte comida a las palomas «con un carro de la compra lleno llegando hasta a colocar comida en misma rotonda».
El nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia encabezado por María José Catalá presentó hasta cinco propuestas para combatir las plagas en su programa electoral para las pasadas elecciones municipales del 28-M. Tres de las cinco menciones hacían referencia a las actuaciones en la propia ciudad en los alcorques, el arbolado y en el alcantarillado y los solares urbanos. Por otra parte, en el programa del Partido Popular también se prometía controlar las plagas en la Albufera y en l'Horta y las pedanías «con especial atención a las zonas más afectadas como son La Punta, Faitanar, Vara de San Esteban o Fonteta.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.