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Lola Soriano
Valencia
Viernes, 19 de febrero 2021, 00:15
Con resignación, pero a la vez con el convencimiento de que la pasión por la Semana Santa va a seguir latente y no morirá. Así han acogido las hermandades y cofradías de la Semana Santa Marinera de Valencia la comunicación del arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, por la que se recomienda no hacer procesiones por las calles ni actos religiosos que puedan suponer la aglomeración de gente para evitar propagar el Covid.
Los 31 colectivos que componen la escenificación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús saben que están viviendo su particular penitencia, porque es el tercer año consecutivo que no salen a procesionar, pero a pesar de ello se muestran fuertes.
«En 2019 sólo pudimos salir hasta el Miércoles Santo, porque vinieron lluvias torrenciales y se tuvo que suspender todo porque no podíamos arriesgarnos a que se estropearan las imágenes. El año pasado estábamos ya confinados en casa, sin salir, y no hubo ningún acto por la pandemia. Se hizo el Vía Crucis online. Y ahora será la tercera ocasión», explica Francisco Carles, hermano mayor del Santísimo Ecce-Homo.
Como curiosidad explica que tiene siete nietos «y el más pequeño, Álvaro, sólo pudo salir en 2019, con un mes, a bracito. No ha podido procesionar más, pero ya sabe hasta marcar el paso con el bastón».
El Ecce-Homo es uno de las entidades con más asociados, cuenta con 384 componentes, «y por suerte no hemos tenido ninguna baja porque la gente está concienciada y llevamos más de medio año sin pasar cuotas para poder ayudar», añade Carles. Sobre el paréntesis de tres años sin procesiones, explica que «durante la Guerra Civil estuvieron seis años sin salir y luego se reorganizó. Las cofradías están vivas».
Miguel Prima, hermano mayor de la hermandad del Santísimo Cristo del Salvador opina que «la pandemia no podrá ni con el fervor ni con la tradición. Tenemos que pensar que es un paréntesis y en el futuro queremos hacer coloquios para que las cofradías se abran a los nuevos vecinos que han llegado al barrio, para que se apunten y no desaparezcan las hermandades más pequeñas».
Cabe destacar que en esta hermandad se hizo el pasado año la restauración del Cristo del Salvador «y la imagen no ha podido salir aún a la calle ni para su fiesta de noviembre ni para la Semana Santa. Es una pena, pero me consta que hay mucho amor por el Salvador».
Tanto el presidente de la Junta Mayor, Pep Martorell, como Prima o Carles explican que aunque no haya procesiones, quieren consultar con el arzobispado y Sanidad si es factible mantener la tradición de que las tallas de imaginería estén expuestas en las casas de los feligreses, una costumbre única de los Poblados Marítimos. «Lógicamente se hará lo que nos digan, si es preciso con aforos o viéndose desde la calle», añaden.
Lo que sí tienen claro es que el Vía Crucis se tendrá que hacer dentro de la iglesia, al igual que la representación de pasos como el 'juicio', que hace la hermandad del Ecce-Homo, 'la lanzada' que escenifican los miembros de la Corporación de Longinos o el 'descendimiento' o momento en el que se baja a Jesús de la Cruz, que representa cada año la hermandad del Cristo del Salvador. «Tendremos que consultar si podemos hacer una diana, con bandas de música tocando marchas a las imágenes, aunque sea sin público ni cofrades. Haremos lo que nos aconseje el arzobispado y Sanidad», añade Miguel Prima.
Un colectivo que ya tuvo que tomar hace meses una dolorosa decisión es la Corporación de Longinos. Como explican José Ramón Tomás, presidente, y su esposa Angelines Mora, «este ejercicio 2020-2021 íbamos a celebrar el centenario, pero cuando vimos la situación de la pandemia, preferimos suspenderlo todo y nos tocará hacer los 100 años más uno o más dos». Habían programado hacer una exposición fotográfica en el museo de la Semana Santa, la edición de un libro, «en febrero nos hubiera venido La Peregrina y le iba a bailar Alimara con música de Poblados Marítimos. Teníamos una cena y una misa con barítono, soprano y pianista, pero tendremos que sacrificarnos y esperar».
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